miércoles, 9 de mayo de 2012

Este jueves cuentan que cuentan que me contaron...



Contar cuentos es toda una ciencia. Cada historia necesita de palabras rituales de inicio y de final... Me gustaría dejaros algunas fórmulas, las que más me gustan:

INICIO

Cuentan que cuentan que me contaron y os cuento yo...
En la Tierra del Olvido donde nadie recuerda nada...
Hace mucho tiempo cuando los animales hablaba, uno que los vio me contó que...
Cuento va y cuento viene, no te creas lo que te cuente...
Pues señor...
Vayan y vengan cuentos, pongan atención...

FINAL

Colorín, colorao, cuentecito rematao, y el que no levante el culo se le queda chamuscao. Y yo que lo levanté. no me lo chamusqué.
Colorín, colorete, el cuento se fue en cohete.
Y aquí terminó esta historia más larga que una zanahoria.
Y aquí se rompió una taza, cada cual para su casa.

BUENO, PUES AHORA VIENE EL CUENTO QUE YO EMPEZARÉ Y VOSOTROS TERMINARÉIS... Añadid unas líneas en vuestro comentario, leed atentamente el último comentario realizado y seguid la historia si os apetece...

EMPIEZO YO...

En la Tierra del olvido donde nadie recuerda nada, los dedos de la mano eran muy importantes. Los adultos los contaban, llegaban hasta cinco y volvían a empezar tres veces más, porque todos tenían veinte en total. Los huevos del lugar escaseaban cada vez que los niños de la escuela aprendían sus nombres -los nombres de los niños nooooo, los de los dedos- porque la maestra, que también tenía veinte dedos, consideraba muy, pero que muy importante, saber el nombre de cada dedo; no es lo mismo hurgarse la nariz con un dedo que con otro, por ejemplo, o señalar a la mariposa azul que acaba de posarse en la margarita con un dedo que con dos... A la señorita maestra le gustaba comenzar del revés, siempre empezaba con el dedo que se comía el huevo, seguía el que lo cataba, después el que le ponía sal, le seguía el cocinero que lo freía, y finalizaba con el que había ido a la plaza a comprarlo... Los problemas comenzaron cuando la maestra mostró a los niños una imagen de Rafael, la Madona de san Sixto o Madona Sixtina... Ahí las cosas comenzaron a ponerse serias para la maestra. Esas cosas no se enseñan a los niños...

Raffael 051.jpg


Y aquí te tocó seguir a tí...


20 comentarios:

  1. El niño de la primera fila, con la cara igual al angelito de la izquierda, comenzó por contar los dedos de todos los que aparecían en la foto, digo en el cuadro, digo, bueno, donde sea que digo.

    ResponderEliminar
  2. Con el dedito de señalar desastres señala el santo Sixto, cuenta que te cuenta, y la Madonna se pone triste y al niño le crecen los dientes, ayyy dedito pintor del Rafael, no quiero decir lo que se ve delante, que lo sé y me perderé ¿lo saben los famosos angelotes, lo sabe santa Bárbara? Me hago cruces con los dedos, miro y no veo, no quiero.

    ResponderEliminar
  3. En esta ocasión, de esta pintura sólo me interesan los angelotes, porque son ellos los distraidos, perplejos, mirado no se sabe dónde, ni se sabe qué... contemporizando diría yo. Vamos, esperado la hora del recreo.

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Y, por fin, llegó la hora del recreo, la hora de descansar y los angelotes felices y sonrientes,estiraron sus alas dormidas de tanto posar y subieron, subieron hasta tocar las nubes con sus dedos regordetes, veinte veces las tocaron, una con cada uno de sus deditos...

    ResponderEliminar
  5. ¿Cuando llegará la merienda y se dejarán de tanta ceremonia? - pensaba el angelito de la izquierda, un poco aburrido ya de contar dedos.

    ¡Uff, que rollo! - pensaba el querubín de la derecha aburrido de tanta espera - este yayo no deja de hablar y de pedir, y mientras mamá que no deja en paz a Jesusito, con las ganas que tiene de salir y dar sus primeros paseos de vuelo entre las nubes...

    ResponderEliminar
  6. Los niños abrieron sus bocas sorprendidos al unísono:
    - ¡No tienen el gordo que se comió el huevo! - Se atrevió a gritar uno.
    Otro concluyó:
    - ¡Somos de una especie diferente!
    Unos lloraban sintiéndose extraños, otros se enorgullecían por ser diferentes y uno preguntaba como podrían vivir sin el dedo que se comía el huevo. Y además, ¿para qué lo compraban, freían, ponían sal y cataban si nadie se lo iba a comer?

    ¿Vale?
    Besos, amiga.

    ResponderEliminar
  7. El que estaba más intrigado por contar dedos de manos y pies, era un angelote gordito y tímido de ojos claros, que en el cuadro está detrás del cortinado, aunque no se ve...

    jejeje (qué difícil que nos armaste el desafío jajaja, pero bueno, veremos cómo queda terminado!)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Y poco a poco fué contando... Este fue a por leña, este la cortó, este se encontró un huevo...este lo frió...Pero ¿qué pasa aquí??? ¿Porqué esos niños regordetes tienen alas como las gallinas?????¡Y no tienen piernas!!!!!
    ¿Y esa nube???
    No entiendo nada...Esos señores llevan mucha ropa y el niño va desnudo... ¿Lo irán a bañar???
    Ahora que caigo... ¡Pero qué poquitos dedos tienen!!! Será un cuadro de ésos que dan miedo...Bueno, mejor me voy a jugar.
    Sssshhhhhh el señor de la barba creo que es Santa Claus...

    Besitos a mogollón para todos con sabor a caramelo.

    ResponderEliminar
  9. Pero el niño que estaba escondido detrás de los cortinones en vez de irse a jugar siguió mirando el cuadro, le intrigaba sobremanera el polvo del suelo. Había llegado a la conclusión de que lo había provocado el niño que iba en brazos de su madre, pero a pesar de ello no parecía enfadada, quizá si su madre tuviese menos dedos se enfadaría menos con él cuando hiciese alguna trastada.
    Y los niños que están asomados a las ventanas, los que tienen alas como las gallinas, tienen cara de estar tremendamente aburridos, ¿será también por la falta de dedos?, quizá a menor cantidad de dedos menor sea la imaginación, se lo preguntaré a la profesora...

    Un beso
    Mar

    ResponderEliminar
  10. Vaya, aquí nadie atiende, sólo ese señor de barba que mira atónito a esa señora tan guapa con el niño, porque la otra señora pasa, sólo está pendiente de contar esos dedos, que si el gordito se lo comió todito, en fin que pasa, y si ella pasa que es mayor, pues yo más porque no entiendo nada, me voy a jugar con esos dos angelotes que tienen cara de aburridos y seguro que me lo pasaré mejor.
    Un beso

    ResponderEliminar
  11. Y digo yo que dónde demonios han sujetado la barra de la cortina si están en las nubes. Quizá varias manos angelicales con todos sus dedos, desde el gordo hasta el que puso el huevo, están sujetando los pesados cortinajes. Y mientras los dos aburridos se han asomado al borde buscando quien les explique cómo sigue este cuento.
    Besos

    ResponderEliminar
  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  13. Parecen nubes, pero no lo son.Es gas. ¿No veis la mano de la Virgen intentando sujetar inútilmente el pedete que el Niño se ha tirado?. Y la cara de los angelotes, sí, esos de los pocos dedos, no es de aburridos, ¡no!, es carita de circunstancias.

    Un giro escatológico no le vendrá mal a tanto tono pastel.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Le decía el señor de la izquierda que señalaba a la maestra con su mano y algunos dedos. La maestra no lo podía creer, y encima los angelitos ni siquiera le prestaron atención. Esto de que los deditos tengan nombre es un rollo, pensaron los dos mientras veía a los niños morando fijamente el cuadro.

    Un bonito juego :)

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Los niños sorprendidos los dedos contaron y contaron,más las cuentas no cuadraron. Aburridos dos angelitos se posaron con las alas desplegadas suspirando por salir de entre las nubes corriendo más que volando.
    Besitos mi bella cuenta cuentos.
    (prometo llamar)

    ResponderEliminar
  16. y volando volando se allegaron a ver de cerca a ese niño desnudo que estaba en el regazo de la que parecía ser su mamá...una vez en sus cercanías le dijeron que si podían ser sus hermanos. el niño sonrió alegremente echando un vistazo de permiso a su mamá...esta dijo que....
    mira que eres juguetona, mamá¡¡¡
    medio beso.

    ResponderEliminar
  17. ¡Mira, mira! -llamó un niño que le costaba sumar al resto-, jesusito se ha reído... en ese momento todos pierden la cuenta y observan al niño... Unos se encogen, otros esperan y otros se escapan de dedos, cuadros y angelotes distraídos, es cuando Julieta le dice al niño gritón ¿te has dado cuenta?... nos observan...

    Besos (divertido cuento...)

    ResponderEliminar
  18. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  19. Fue entonces cuando la furia se desató... Uno de los niños, incapaz de contar con los dedos, decidió usar la calculadora de su movil...

    Un abrazo, amiga

    ResponderEliminar
  20. CHICAS Y CHICOS, UNA SEMANA SIN RED...
    TOTAL, HABÍA QUE RECONFIGURAR EL MÓDEM...
    PARA ESO UNA SEMANA DE TÉCNICO EN TÉCNICO...

    DITASEA...

    UN BESO A TODOS, GALLETAS Y CAFELITO EXTRA POR LA ESPERA...

    ResponderEliminar