1- Sí, puedo meterme en el zapato de la persona que bebe, lastima a los demás y entender sus razones; aunque no la justifique jamás...
2- Sí, puedo meterme en el zapato de la persona que pese a rezumar michelines se compra y luce un minúsculo biquini... y la justifique. Allá cada cuál...
3- Sí, puedo meterme en el zapato de personas que deben sufrir los efectos de la quimioterapia y están de mal humor... y lo justifique plenamente.
4- Sí, puedo meterme en los zapatos de los ecologistas... aunque no los justifique a todos porque hay muchos que pierden el rumbo en sus defensas.
5- Sí, puedo meterme en los zapatos de esas personas que existen para ser carne de cañón porque nadie les hace entender que no lo son sino al contrario, y les convencen de que han nacido para ello... y justifico a quienes no son capaces de entenderlo porque nadie les dio la opción, igual que a los pollos de granja.
6- Sí, puedo meterme en los zapatos de las personas que sacan las garras cuando defienden a los suyos ante la mínima sospecha de agresión... y siempre les justificaré si cuando se equivocan se disculpan.
Modelo I
Modelo II
Modelo III
7- Sí, puedo meterme en los zapatos de quienes evitan las duchas porque parece que son alérgicos... o mejor no... PUF!
8- Sí, puedo meterme en los zapatos de quienes se resisten a entender que los años pasan... ni sí ni no los justifico.
Modelo I
Modelo II
9- No, no puedo meterme en los zapatos de quienes usan ropa de animales... y no los justifico. Ni aunque sea de rata.
Modelo I
Modelo II
10- No, no puedo meterme en los zapatos de quienes, por divertirse con las nuevas tecnologías, evitan el contacto humano y trasmutan sus valores dejando de lado hasta a su propia familia.
Modelo I
Modelo II
En resumen, por más que haya pasado por similares circunstancias que otros, nunca podré ponerme en sus zapatos; cada cual, con sus emociones, recuerdos, vivencias, sensaciones y hábitat es distinto a otro. No hay dolor o alegría igual, y ni siquiera en uno mismo se repite.
Suelo ser partidaria de decir:
"Puedo hacerme una idea de lo que te pasa"
He vivido una circunstancia similar"
"Puedo comprender más o menos lo que sientes"
...
...
Dos frikadas de regalo... la provaticana y la antivaticana...
Jejeje, Vero, a la larga todos los zapatos son ortopédicos, no existe el perfecto que calce a la perfección, porque tal cosa tampoco existe.
ResponderEliminarDas pie a mucha varipinta reflexión. Lástima, no veo algunos modelitos.
De lo cutrón me quedo para reír, el zapato pezuña, e inventando el zapato garra agresiva para defender lo que sea a zarpazos, mala cosa, o con el zapato michelín a juego con las grasas al aire, o el zapato ducha automática con jabonoso gel incorporado, o el zapato botella que lleva copa y cubitos + gin tónic, o en forma de reloj de arena con alarma para que no se nos pase el arroz de la vida. El ecológico es aleta con molino de viento adosado, el zapato carne de cañón viene con el R.I.P incorporado, el del gallinero es modelo único...
No existe el zapato comprensión, comprimido, hay me forrarlo de cierta empatía y eso no se vende ni se compra.
Me quedo descalza del todo, admirada,y ante tu divertido y diverso ramillete de calzados me pongo con los pies por delante y en remojo.
Petonsss molts.
Bon día, templà! Pues ya me gustaría que estuviesen a la venta esos zapatos forrados de piel digna, hebilla comprensiva y tacón de humildad, en lugar de regalar tabletas a los señores gobernantes, mejor regalarles un par de esos zapatos, fíjate que hasta me daría igual el precio...
EliminarFaltan muchos modelos, pero en la piel de todos no podemos ponernos, sobre todo y como decía mi padre: "Hay algunos que van forrados de piel de idiota"...
Petonets i cafenet, o millor una birreta fresqueta.
Desnuda de pies a cabeza, es lo mejor, que para según quienes el zapato malayo sería el mejor, mejor si tienen juanetes, ojetes y llagas, se las han ganado pisoteando cual toreros del ruedo nuestro que toman por el suyo !olé! con descabello.
EliminarSádica soy, que la piel que forra esos zapatos sabemos de dónde viene, y encima no les mejora el pensamiento podólogo ni por querencia de aquel que calzó poco más que alpargatas dándole al callo. Se ponen alzas...a lo gabacho, se quedan cortos y encima los votamos !dioses! Huelen mal esos pieses.
BEN PLANTÀ!!!!!!petonssssss.
Ahora que hablas de podólogos... Dialogo para besugos ocurrido hace siglos, cuando pensaba que los que te enseñaban a enseñar eran los pedagógicos, ilusa de mí:
EliminarMi vecino de treinta y pocos años: "¿Qué tú que estudias, hija?
Yo: "Para ser docente"
Mi vecino: "¿Qué es eso?
Yo: "Pedagogía"
Mi vecino: "Ah, pues ya me mirarás los pies, que el mío me cobra muy caro"
Yo: "¿Qué pies?"
Mi vecino: "¿No estudias para médico de los pies?"
Yo: "No, yo estudio para médico de la cabeza".
Mi vecino: "Ah"
Y tan contento...
Besito, templà.
A ese duro de mollera no lo salva ningún callista del cerebelo.
EliminarVenga la birrita y toma 4 petonets saladets i fresquets.
Vero, de todas las imágenes sólo logro ver dos o tres, tendrías que guardarlas en tu equipo y luego subirlas, de esa manera la url de cada una correspondería a tu blog. Me quedo leyendo ahora!
ResponderEliminar=)
Ya está, a ver ahora, espero que te diviertas ¡¡¡la idea me la diste tú en un antiguo mail!!!
EliminarUn besito.
ahhhhhhh ahora sí!!!!...ahora los texto resultan tener mucho más sentido, claro! jejeje...
Eliminaralgunos de estas rarezas me producen "cosa" ajjjjjj
Muy bueno y original tu aporte para este jueves de zapatos ajenos!!!
Los modelos no todos los puedo ver.
ResponderEliminarSaber ponerse el zapato ajeno es bueno, al menos nos hace sentir lo que el, ella siente, como dices nunca a su nivel ,cada cual lo vive según es pero al menos se intenta, hablar sin saber es facil, una vez que conoces todo cambia.
Menudo despliegue zapateril.
Besos multiplicados.
A ver ahora, espero que al menos una sonrisa te provoque!
EliminarEs verdad, podemos guiarnos por intuiciones que fallan cuando conoces a la persona, para bien o para mal!
Un besito, compi amiga.
Un buen recorrido por distintas situaciones, se puede uno poner en los zapatos de otro, pero ¿podria andar con ellos?, esa quizas sea la dificultad real.
ResponderEliminarUn beso, Vero
Yo creo que sí podríamos andar, cojeando porque en el pellejo de otro no podemos ponernos del todo, pero bueno, el modelo 9 I parece cómodo, al menos para el humano porque el bicho es de verdad...
EliminarUn besito, Manuel. Feliz día.
Hola Vero, yo tampoco puedo ver los modelis, solo dos,intentamos, a veces, ponernos en los zapatos de otros pero no es fácil porque cada uno tiene sus propias circunstancias y condicionantes, creo que el intento ya es un logro.
ResponderEliminarBesos.
Es verdad, Teresa. Hay algunas circunstancias en las que decimos muy claramente: "No me gustaría estar en su pellejo"...
EliminarY otras en las que pensamos: "No me caerá esa breva", sobre todo cuando los bolsillos de alguien se llenan por una casual fortuna...
Un besito.
Sólo puedo ver las últimas dos o tres imágenes. ¿Es un problema general?
ResponderEliminarEspero que pueda solucionarse pronto.
Saludos
J.
Ya creo que lo he solventado, con la cuenta de la vieja, copia pega, guarda y vuelve a copiar...
EliminarEspero que te guste.
Abrazo y buen día, José A.
Yo puedo ver las tres últimas imágenes solamente
ResponderEliminar=(
Muy inteligente el enfoque de el tema. Hay zapatos que uno puede calzarse, otros que uno trata de calzar por acompañar al otro; los hay incómodos, algunos nos quedan definitivamente grandes, otros no nos gustan nada. Y hay zapatos que uno no podría usar, ni calzar, ni siquiera intentar, ni entiende, ni justifica ni nada de nada. Las botas de los genocidas por ejemplo, ojalá nunca, NUNCA MÁS caminen por ningún rincón del planeta.
Un beso zapatera prodigiosa!
PD: Acá es pileta en lugar de piscina que se usa mas raramente.
Ah, me gusta lo de pileta. Por esta zona se llamaba BASSA, evidentemente no tenía el agua tratada ni era de color azul modelo ricos; hasta podía tener alguna rana que otra...:))
EliminarPensar que hay personas que justifican los genocidios, y piensan que es una forma natural de eliminar basura... Y publican hasta libros con sus teorías... Y tienen seguidores...
Beso, compi! A ver si he conseguido solventar lo de las imágenes...
Hola Vero. Yo si que puedo ver todas las imágenes y me gusta el juego que haces entre el texto y las fotografías. ¡Que difícil es ponerse en los zapatos del otro cuando estamos tan agusto en los nuestros! ¿verdad? Hay tantos zapatos como personas y no todas pueden tener nuestra misma manera de ver el mundo, cosa que, por otro lado, resultaría aburrida. Creo que lo importantes es la tolerancia y el respeto. Besos.
ResponderEliminarHola, compi! Pues yo siempre respondo lo mismo, cuando veo escrita o alguien pronuncia la palabra tolerancia creo que se ha generalizado su uso y me pongo a pensar.
EliminarHasta la RAE la define como el sufrir con paciencia, cosa que definía muy bien nuestras madres o abuelas. Pero incluso su acepción de "Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias", tiene límites.
Bueno, pobrecita mía, parece que te de un sermón, NOOOOOOOOOOO, nada de eso, amiga mía. Te cuento. Ayer había una señora paseando al perro y después de que el chucho, que ninguna culpa tiene de por dónde le pasean, acabase sus tareas de vaciado, la buena pieza de señora se gira y se va tan fresca. Uno de los peques, le salió de sopetón, dijo en voz alta, mamá qué cochina! Y la pieza nos llamó intolerantes porque se le había olvidado la bolsita de rigor...
Y ahora me acordaba al leerte a ti, ninguna relación ya lo sé, sólo la palabra...
Besito y cafelito. Te vi muy guapa en las fotos, lo pasaste bien, eh?
Cómo te habrán quedado los pies!!! jeje. Muy buen trabajo y todas las imágenes a las que recurren son bien gráficas y transmiten tu texto. Saludos sigo gastando suelas en este recorrido
ResponderEliminarPues más que los pies agotados, creo que la mente es lo que se agota tratando de comprender a los demás. Hay personas que no hacen nunca ese esfuerzo, como son los egoístas y egocéntricos.
EliminarSaludos, ponte unas deportivas que irás más cómodo! :)))
Me parece muy original el trato del texo y la exposición de todo tipo de zapatos. Gracias por hacernos ver que existen más zapatos y distintos de los nuestros.
ResponderEliminarGracias y bienvenido.
EliminarHay tantos modelos como personas sobre el cosmos. No es fácil sentir como el otro, aunque nos hacemos una idea cuando nos pasa a nosotros lo mismo...
Un saludo y un café, gracias por venir.
Muy buena la reflexión. Es verdad que hay veces que no te puedes poner en los zapatos de otro por más que quieres, porque no compartes en absoluto lo que haces; aunque es posible entenderlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso es, Carmen, entenderlo sí, tratar de ponerlos en la experiencia vital de alguien es muy difícil, aunque tengas empatía. Puedes hacerte cargo de que sufre, de que es feliz, de que está inquieto, o tramando algo... pero las intimidades de cada uno, cada uno se las sabe!
EliminarUn besito y un cafelito, compi-amiga.
Pues veo que, a pesar de todo, eres bastante empática... mucho más que yo, que me cuesta mucho meterme en los zapatos de los demás. Cada uno es responsable de lo que viste y calza, ¿no? Y de sus actitudes ante la vida.
ResponderEliminar¡Ay! Me quedo con la frikada antivaticana (buenísima). Más de una (y de uno) deberían llevar ese par de taconazos de por vida, Jaja
Besets
La pata de cabra, eh? Y yo, aunque el modelito se las trae de espantoso...
EliminarSoy bastante empática y mis palos me llevo, porque suele pasar que escucho me pongo manos a la obra para solventar , proteger, ayudar, acompañar... y resulta que el otro o la otra no daban tanta importancia al asunto y la mitad era teatro. En fin, "cascú es cascú".
Besets, company.
Jajajaja que sorpresa me diste con estos modelitos, hay para todos los gustos y patologías!!! Algunos me dieron mucha risa, otros miedo y diversión. Me gusta como acomodaste los texto para cada imagen, muy original y desopilante tu jueves.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Mi querida erudita, menos mal que tenía abierto el diccionario de la RAE!!!!! La primera que oigo el término desopilar! Bravo!
EliminarPara quien dude también o desconozca, desopilante significa: Festivo, divertido o que produce mucha risa.
Me alegra que te provocase unas sonrisas! Feliz día. Un besito y un cafecito.
Por fin hoy puedo ver todas las fotos, no veo ninguno que me parezca cómodo y es que en verdad cada cual se siente bien en sus propios zapatos, aunque en un principio cueste amoldarlos, cuanto más viejos más los queremos. En la residencia había una abuela, Milagritos, que decía querer a su marido más que a unos zapatos viejos.Mis compañeras se reían y le corregían que querría decir "zapatos nuevos", pero no, ella quería decir lo que decía, que los años le habían enseñado y pese a la enfermedad de Alzheimer, recordaba que lo mejor es cuando los tienes bien domados,( me refiero a los zapatos,no al marido).
ResponderEliminarPor mucho que queramos nunca podemos ponernos en la piel de otro, sólo ser comprensivo y estar a su lado si lo necesita. Cada uno debe llevar su equipaje, aunque a veces sea a rastras.
Un beso Vero.
Cada cual con su mochila, amiga. cargar con las mochilas de los demás se puede aunque se desconozca su contenido. Estar al lado es importante y, más todavía, que la otra persona sepa que estás ahí. Eso de acompañar en el recorrido de la vida, con lo que lleva cada uno de atrás vivido, es sencillo si no tratas de meterte en la piel del otro. Mantente ahí, firme y próximo, eso es todo.
EliminarYa tenía razón Milagritos, un zapato cómodo es algo que hoy día no se aprecia mucho porque o se pasa de moda, o lo aburres, o se rompe en un pis pás. Ya no duran como antes, cuando unos zapatos duraban casi una vida.
Un besito, compi. Cafelito bien fresco.
Sí, amiga, sí, la empatía es un bien escaso hoy día. En mi caso un poco visceral, o sí o no. hay veces en que me obligo y lo intento, a ver... pero cuando el sentido propio, que no el común, te dice que no es que no.
ResponderEliminarUn abrazo, compi! Cafelito con hielo.
Meternos en los zapatos de otro, para intentar comprender donde le aprietan. Lo que ocurre es que al otro posiblemente no le aprieten y se sienta cómodo calzándolos. En unas ocasiones, comprenderemos el porqué de su elección y la compartiremos plenamente, en otras aún comprendiéndola, nos será totalmente indiferente y en otras llegaremos a la conclusión de que no seríamos capaces de dar ni un sólo paso con esos zapatos y no comprenderemos cómo se aventura a andar con ellos.
ResponderEliminarObservo Vero que hoy has venido con la zapatería bien provista. Un zapato para cada ocasión. Un muestrario altamente especializado aunque si me lo permites, voy a seguir con mis viejos zapatos.
Un abrazo.
Pues debo estar haciéndome misántropa porque cada vez hago para que cueste más justificar callos y juanetes, amigo. Siempre he calzado números mayores y menores, adaptándome a todos... peeeeeeeeero, llega un momento en el que aquellos de los que esperas que se metan en la horma, pues no lo hacen. Por otro lado, me hace feliz, sin embargo, cuando aparecen personas maravillosas que has conocido por esas tecnológicas casualidades de la vida, y se meten en tu chancleta hasta en pleno invierno.
EliminarY tanto que te lo permito, hasta que te pongas los calcetines de ayer :)))) Si te dejan, jajajaaa!
UN besito a los dos.
Después de llevar un rato viendo las fotos he llegado a la conclusión que vendes zapatos por catálogo? verdad? verdad? Porque oye, esos zapatos se deben de vender a la forma de Cristian Lay. Y me ha parecido interesante la propuesta, yo me pido el zapato del bikini sin complejos, que ya voy teniendo michelines y no me van a contratar para los neumaticos porque aún no doy la talla pero apunto maneras, jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues me parece que de chancletas bikini voy a hacer corto porque tengo un montón de encargos. ¡¡¡las amigas me van a cortar el gaznate, parece que las llamo gordas a todas!!! jajajjajaja!
EliminarAnimaos, masculinos, hay para chico también, decoradas con un tanga de piel de leopardo, monísimas, oye.
Un besito, Encarni.
Realmente has hecho un compilado variado, diversas posturas de pararse y caminar por la vida. (Cómo hiciste para encontrar tanta variedad de calzados?, jeje!) Has ilustrado magníficamente los quiero y no quiero a los que estamos dispuestos, seguro que la vida nos enseña también de los andares ajenos y reforzar los propios. Eso es en definitiva lo que nos identifica y nos pone muy adentro de los zapatos que llevamos día a día.
ResponderEliminarUn besito al vuelo:
Gaby*
Ah, es muy fácil, buscas en mamagugel ZAPATOS RAROS y te salen cientos de ellos, cada cual más mono y cómodamente ortopédico.
EliminarLos zapatos de cada uno dicen mucho de una persona y también a lo que está dispuesto. También de la idiosincrasia del personal, porque seguro que unos mocasines a lo madrileño, bermudas rojas y camisa azul claro de manga larga en pleno agosto, acompañada todo de unos caracolillos en la nuca bien engominados, paseando por la zona mediterránea te dicen algo; o unas chancletas de hace cien años acompañadas de juanetes y uñas sin cortar, bañador desteñido y camiseta pseudoblanca cubriendo el alegre panzón, pelo en pecho sudoroso, también te dicen algo... jajajjajajaaa!
Un besito y cafelito, Encarni.
La unión entre las imágenes –muy bien seleccionadas – y tus letras, es de antología, inolvidable, guapa! Sin lugar a dudas, aún con muy buena voluntad, es una tarea prácticamente irrealizable, calzar los zapatos de otro.
ResponderEliminarLas dos últimas fotos (pro y antivaticana) están para el premio Friki del Siglo!!!
Besazo con cafelito guapa!
Supongo que tengo que hacerte una reserva de las de pata de cabra... ¿talla?
EliminarMuy sincera tiene que ser la otra persona para que yo, hoy día, consienta en acompañarla metida en sus zancos.
Besito y cafelito, Susana. Gracias por venir.
Amiga, me encontre un zapatito de cristal, del numero 45, que me viene perfecto a mi pie derecho... Conoceras a la princesa que lo perdió...
ResponderEliminarYa me dirás...
Pues creo que a esa maravillosa princesa sería de la raza de los BIGFOOT. Se dormirá de pie, eso te ahorras en dormitorio, mira por dónde...
EliminarAhí va un cafelito con hielo.
Es cierto, hay veces que podemos intentarlo, pero no podemos ponernos en el lugar de algunos aunque queramos empatizar.
ResponderEliminarLos zapatos rata me han impresionado. Hay quien debería llevarlos, o mejor, el traje completo, jeje.
Besos a los 4, ¡nos vemos!
Pues si se pone el traje de rata y se pasean por ahí (qué monos todos los parlamentarios, eh?) yo les pago el gorro con las orejas!!!
EliminarUn besito y hasta pronto.
Yo pude ver todas las imagenes, apreciarlas y reirme mucho con tus ocurrencias Vero. ¡Qué dificil dejar el propio zapato para calzarse el ajeno!, ¿es obligatorio hacerlo?, supongo que sí, si uno quiere entender lo que siente el otro aunque sea por aproximación. Se puede intentar, no siempre hay exito.
ResponderEliminarTe dejo un beso grande
La vida te da sorpresas, Ceci, a veces creemos que los zapatos de fulanito o menganita nos vienen de perlas pero, después de tratarlos, les devolvemos las alpargatas sin contemplaciones... o al contrario.
EliminarUn par de besos fresquitos.
Imagino que habrás estado tiempo recopilando esas fotografías, son una maravilla, no tienen desperdicio y reflejan muy bien en qué zapatos te meterías y en cuales no. Divertido, ocurrente, practico, me ha gustado mucho tu acercamiento.
ResponderEliminarBesos
Bueno, a veces hay que relajarse humorísticamente, con los calores que nos han llegado sin permiso, un poco de frescor y menos letra alegran...
EliminarBesito y feliz finde.
Que de zapatos raros y ocurrentes para tener valor y meterse en ellos... Pues si, creo que hay zapatos donde uno debería meterse, otra cosa es opinar porque creo que las vivencias de cada uno son muy personales aunque una mano amiga nunca está de más... Por otra, hay cosas en esta sociedad que no se entiende, cierto es...
ResponderEliminarBesos!!!
Mercadillo de si quiero y no quiero, tantos como personas y personajillos que pululan a nuestro alrededor. A estos últimos simplemente los dejaría descalzos para siempre. Pero me temo... que ni aún así.
ResponderEliminarBesos
y yo todavía no dejé comentarios porque anduve ocupado... cuantos pies! me sorprendió tu entrada vero. Me encantaron las fotos y las palabras... hicisite una perfecta combinación... un besito!
ResponderEliminarPero hija ¿de donde has sacado todos esos zapatos? me has dejado con la boca abierta. Pues tienes mucha razón, hay zapatos en los que una servidora no se metería nunca. Eso sí, al amigo Pepe le comentaba que según un proverbio indio, ellos dicen que para conocer a una persona hay que caminar tres lunas con sus mocasines.
ResponderEliminarHe estado liada, pero les olvido. Besitos.
Hola Vero.
ResponderEliminarHan habido varias veces que he querido entrar en tu blog y no me ha sido posible. Salia un mensaje diciendo algo de un permiso...Pero bueno, el sr. blogger de vez en cuando hace cosas de esas. Ahora que estoy dentro aprovecho para decirte que tu participación de esta semana ha sido muy original y entretenida. He podido ver todas las imágenes, pero esa III, la de las púas, me ha dejado un poco "pallá". Como ese calzado, hay personas que, al acercarte a ellas, pinchan y no invitan ni a ponerte por unos segundos en sus zapatos para entenderlos. ¿Falta de caridad? Posiblemente.
Besos para los cuatro.
Lupe
¡Vaya despliegue! Buenas buscadora has de ser, yo no hubiera encontrado ni los mocasines...los míos, digo.
ResponderEliminarBuenas imágenes que en absoluto ensombrecen el fondo de tu escrito.
Disculpa si entro y salgo a modo de suspiro...casi es martes y es mi primera respuesta.
Un beso
Hola, esto es de locura estoy de acuerdo con Pepi, totalmente de acuerdo, no he podido para de reír con su comentario tan acertado LA VERDAD ME HE QUEDADO SIN PALABRAS.
ResponderEliminarMuy acertada la entrada y realmente difícil meterse en los zapatos de personas con problemas pero todavía me estoy riendo de la expresión del comentario de Pepi que paciencia en buscar en la web y si las has retocado tu más que más.
Un saludo y encantada de visitar tu rincón.Pasaré nuevamente más pronto que tarde.