En el siglo II adne, Mosco de Siracusa (Sicilia) cantaba al AMOR de una forma que me encandila por su fiel retrato. Al fértil, sexual y seductor EROS, su madre, Afrodita la reina Cipria, reclama de esta manera:
Cipris llamaba en alta voz a su hijo Eros: "Si alguien ha visto a Eros vagando por los caminos, sepa que el fugitivo es mío; tendrá una recompensa quien me indique su paradero.
Tu recompensa será un beso de Cipris. No disfrutarás un beso solamente, si me le traes, sino que recibirás más aún, ¡oh extranjero! "Ese niño está marcado con señales numerosas, y le reconocerías entre veinte más. No es blanco de cuerpo, sino semejante al fuego; sus ojos son agudos y llameantes; su espíritu es astuto, pero sus palabras son dulces. No piensa lo que dice, y su voz es como miel; pero, cuando se irrita, su espíritu es cruel y está lleno de fraudes. No dice nada de verdad el niño astuto, y juega cruelmente. Su cabeza está cubierta de hermosos cabellos, pero tiene el rostro impúdico; sus manos son pequeñas; pero lanzan flechas muy lejos, hasta el Akerón y el rey Edes. Está todo desnudo, pero su espíritu está escondido. Vuela como un pájaro hacia los unos y hacia los otros, hacia hombres y mujeres, y se asienta en sus corazones. Tiene un arco muy pequeño, y en el arco una flecha; esta flecha es pequeña, pero penetra hasta el Urano. Lleva a los hombros un carcaj de oro, en el que hay flechas amargas, con las cuales a menudo también me hiere a mí. Todo lo que tiene es terrible; pero más que todo, su pequeña antorcha que quema al propio Helios.
"Si le coges, tráemele tras de atarle y no sientas ninguna lástima; si le ves llorando, cuida de que no te engañe; si se ríe, átale bien, y si quisiera besarte, huye. Su beso es malo y sus labios son de veneno.
Si dice: «¡Toma esto, te doy todas mis armas!», no las toques; son dones pérfidos, y todo eso está saturado de fuego."
Tu recompensa será un beso de Cipris. No disfrutarás un beso solamente, si me le traes, sino que recibirás más aún, ¡oh extranjero! "Ese niño está marcado con señales numerosas, y le reconocerías entre veinte más. No es blanco de cuerpo, sino semejante al fuego; sus ojos son agudos y llameantes; su espíritu es astuto, pero sus palabras son dulces. No piensa lo que dice, y su voz es como miel; pero, cuando se irrita, su espíritu es cruel y está lleno de fraudes. No dice nada de verdad el niño astuto, y juega cruelmente. Su cabeza está cubierta de hermosos cabellos, pero tiene el rostro impúdico; sus manos son pequeñas; pero lanzan flechas muy lejos, hasta el Akerón y el rey Edes. Está todo desnudo, pero su espíritu está escondido. Vuela como un pájaro hacia los unos y hacia los otros, hacia hombres y mujeres, y se asienta en sus corazones. Tiene un arco muy pequeño, y en el arco una flecha; esta flecha es pequeña, pero penetra hasta el Urano. Lleva a los hombros un carcaj de oro, en el que hay flechas amargas, con las cuales a menudo también me hiere a mí. Todo lo que tiene es terrible; pero más que todo, su pequeña antorcha que quema al propio Helios.
"Si le coges, tráemele tras de atarle y no sientas ninguna lástima; si le ves llorando, cuida de que no te engañe; si se ríe, átale bien, y si quisiera besarte, huye. Su beso es malo y sus labios son de veneno.
Si dice: «¡Toma esto, te doy todas mis armas!», no las toques; son dones pérfidos, y todo eso está saturado de fuego."
Café con cariño...
Que gente más rara no; yo creo que en vez de cantarles al amor, eran idiotas de remate.
ResponderEliminarBesos censu.
Una cosa es el amor y otra el deseo carnal que Eros, el pequeño alado barbilampiño, provocaba...
Eliminarhay que pensar que esta divinidad era también la que representaba el espíritu de la capacidad de crear, de la inspiración y la fuerza que construye las ideas, es un pequeñajo muy fuerte.
Un abrazo, Rafa.
Bonita historia mitológica, de allí viene todo, y la mitad sin saberlo. Tan pequeño y tan pérfido, ¿quien lo iba a decir? con lo guapo que parece.
ResponderEliminarUn abraz
Si le vemos como el impulsador de la energía creativa podríamos entender que fuera pequeño, porque así son las ideas en origen, algo pequeño...
EliminarOtro abrazo.
La mitología y sus leyendas, me están gustando cada vez más, de tu mano en letras. Me gusta lo duras y sabias que son al mismo tiempo, como si la flecha nos diera en el centro. ¡Ojo! ¡Cuidado! No todo es lo que parece, y el aprendizaje es largo hasta saber cuando se esta preparado para recibir de buenas al amor. Porque lo malo ya lo llevamos dentro.
ResponderEliminarAbrazo amiga, y déjame un cafecito para mi vuelta.
Un abrazo :)
Son muy bonitos estos relatos ¿sabías que Eros se unió con el espíritu (Psique) y de esta unión nació Placer (Hedoní -mal llamada Hedoné)?
EliminarUn besito y tu tacita bien caliente, con bufandita y todo :))
Qué forma más curiosa -y descarnada- de presentarlo!...cabría preguntarse, si es en verdad tan maligno y traicionero, por qué le interesaría tanto encontrarlo! ¿sólo para encerrarlo?
ResponderEliminar=)
Le busca porque Afrodita trata de evitar el amor entre los hombres que provoca su hijito, y que ella propicia entre hombres y mujeres.
EliminarHay varias versiones pero ésta es la que más me gusta, parece la más "real" :))
jajaa buena suposición!
Eliminar=)
Me gusta eso de que es pequeño como las ideas, bueno desde luego que todo lo que cuentas es curioso. Me gusta como lo haces Vero.
ResponderEliminarBesos muchos.
Gracias, compi! Cuando retomo alguna lectura mitológica en diferentes versiones, siempre me parece que la leo por primera vez.
EliminarUn besito y tu café.
La recompensa es tentadora a un nivel insuperable, pero solo soy un demiurgo local. ¿Que oportunidad tendría?
ResponderEliminarCapaz otro demiurgo tiene más recursos...
Algo más que un beso de Afrodita recibirás... búscale, si lo encuentras es tuyo. Seguro que tienes al pequeño muy cerca...
EliminarA mi edad ya es difícil encontrarlo. Ponerme a buscarlo es locura...lo que no sepa una madre de su hijo...avisados estamos.
ResponderEliminarDifícil no quiere decir imposible...
EliminarQue pases un feliz domingo, María Jesús.
MUY SUGERENTE POST.
ResponderEliminarBESOS
Gracias. Lo clásico no tiene desperdicio...
EliminarCafelito y abrazo.
Lo tengo a ese niño Eros dormidito, exacto lo tengo de barro, bien encerrado, lo miro, por si se despierta. ¿Qué habrá de malo en el amor carnal? Menudos eran en eso su mamasita y demás dioses paganos.
ResponderEliminarPetooooooo en forma de cor i cafenet.
Uy, no sé quien puede haber censurado la historia del amor entre hombres que propagaba este pequeño dormido...
EliminarQue entone el mea culpa...
beset i cafenet
Pequeño, pero matón. Como estos dioses griegos son tan "raritos", ¿entiendo que la madre está enamorada del hijo?
ResponderEliminarUn abrazo.
La cultura y las curiosidades, siempre de tu mano.
ResponderEliminarUn beso.
Verónica, tus palabras nos ponen en guardia y a la vez nos llenan de curiosidad...Si lo encontramos lo miraremos de lejos...y lo dejaremos en libertad, por si hace alguna de las suyas...sonrío.
ResponderEliminarMi felicitación por tu versatilidad y variedad de posts, siempre interesantes.
Mi abrazo inmenso y mi cariño, amiga.
M.Jesús
Poderoso en relación inversa a su tamaño. Afrodita lo describe como alguien dulce y amargo, tierno y cruel, capaz de lo mejor y lo peor. Apariencia de inocencia muy lejana de su auténtica realidad. Sin embargo, sigo pensando en él como un motor capaz por si sólo de mover el mundo. A pesar de su empeño, Afrodita no pudo evitar que los humanos se amaran entre ellos, con independencia del género.
ResponderEliminarDisculpa mi tardanza en leerte y comentarte, pero he estado fuera de casa sin conexión a Internet.
Un fuerte abrazo.