LOS APOSENTADORES REALES
Y pasaron los siglos en los que los aposentadores reales tenían a su cargo la distribución de las personas en los aposentos reales, los despachos y las alcobas que iban a utilizar quienes dentro del palacio vivían.
Uno de los más conocidos fue Luis Verdrof.
Acompañando siempre a Fernando VII hasta en el exilio, ganó el título de Aposentador Real al final de su carrera como guardarropero, conserje, jefe de tapicería, alumbrado...
El valenciano Vicente López, su retratista, elegía los cuadros que pertenecían a la Casa real para que salieran de palacio y fueran a otros edificios o habitaciones diferentes, pero reales claro, Luis Verdrof firmaba el permiso de salida.
Una de las características más originales de este retrato es el blanco de la parte superior de la frente de no darle el sol al llevar el bicornio, el que sostiene bajo el brazo, de su uniforme. Este retratista de corte, como veis, no buscaba la belleza en sí o una estética especial de resaltar, sino remarcar la más pura realidad, no hay más que mirar los ojos del retratado y las facciones de su rostro.
Me gusta especialmente la meticulosidad que raya la perfección de la mano que sostiene la llave...
Cafelito con amor...
Un buen aporte, oficio desaparecido, otro mas, ahora estudian turismo. Abrazos
ResponderEliminarBuenas tardes, Verónica:
ResponderEliminar¡Disfruto y aprendo, para que luego digan que no se llega lejos leyendo!
Ni conocía el trabajo de “aposentador”, ni conocía la figura histórica que mencionas. Eso sí, prefiero tus relatos ingeniosos a los retratos detallistas, ya que me es más sugerente soñar que reconocer.
¡Disfruto y aprendo, para que luego digan que no se llega lejos a tu lado, Verónica!
TREMENDA OBRA!!! GRACIAS POR COMPARTIR.
ResponderEliminarABRAZOS
De un realismo excepcional. Gracias mil por dármelo a conocer.
ResponderEliminarMe dices que Felipe VI no cuenta con uno (o por qué no varios) de éstos personajes? Con lo tradicionalistas (por no decir retrógrados) que suelen ser los Borbónes desde el siglo XIX...
ResponderEliminarSaludos
J.
Buen retrato y buena manera de mostrarlo. El retrato acerca el perfil psicológico del retratado, al modo en que lo hacía Goya y en ese sentido este aposentador resulta mejor que como el aragonés retrata a su patrón (como era de sospechar).
ResponderEliminarBesos a repartir.
Qué hermosa explicación, Verónica! Qué gran obra...! Gracias amiga. Y no sé por qué me hiciste recordar a La Calderona y ese cuadro que pintó Velázquez de ella... Sabes algo de él? Gracias por la aportación que siempre das al conocimiento. Un abrazo fuerte y delicioso el cafelito...
ResponderEliminarPrecioso tu post de esta semana. Y como siempre tan bien documentado...!!! Plás, plás, plás.
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