La palabra no tiene la misma fuerza en los hombres oscuros que en los hombres prestigiosos. Eurípides, Hec. 293-295
La obra Hécuba, que si leyésemos de esta mujer en griego sería Ecábi -no entiendo estos latijanos españolizados-, Eurípides nos cuenta parte de la vida de la esposa del rey de Troya, Príamo, con el que casó y tuvo, según Eurípides cincuenta hijos y, según Apolodoro catorce.
Cuenta el mito que Hécuba alejó a uno de sus hijos pequeños, Polídoro, para que no sufriera durante la guerra; le mandó a Tracia, de donde ella era originaria, con muchos presentes y allí fuese cuidado por el rey del lugar.
Al finalizar la guerra, Hécuba fue tomada como esclava de los griegos vencedores y llevada a Tracia con otros esclavos, y el rey de ese mismo país se apoderó de los presentes de Polídoro y mató a su preciado hijo. Hécuba, angustiada, no quiso saber más, sacó los ojos al rey y le mató junto a sus dos hijos. Cuando los dioses la oyeron aullar por el dolor, la convirtieron en perra y, apartir de entonces, jamás volvió a emitir una palabra.
Hoy... con palabras
Y mi regalito de Sindel
Conozco esta historia por una tragedia de Euripides, que incluye una venganza de Hecuba, con la complicidad de Agamennon. Complicidad lograda por la mención de Casandra, convertida en amante de Agaamenon.
ResponderEliminarPero tal vez Euripides no haya sido alguien confiable. Seguro que vos sabrás del tema, fue sobornado para cambiar la historia de Medea, de que mató a sus hijos. Cuando fueron los corintios.
Interesante entrada.
Yo hubiera hecho lo mismo. Un abrazo
ResponderEliminarQué tremenda historia, cruel por donde se la mire! Vuelvo a aprender algo más, siempre de tu mano.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Una dura historia que en su dolor se volvió juez y implanto su propia justicia.
ResponderEliminarBesos
Tiene razón nuestro Eurípides, sin embargo una herida de arma puede sanar, pero una de lengua no sanará jamás, sea esta pronunciada por un hombre oscuro que por un prestigioso.
ResponderEliminarSalut
Me encanta la historia aunque parezca cruel y despiadada, yo no haria menos por un hijo. Besos.
ResponderEliminarMe encanta la historia aunque parezca cruel y despiadada, yo no haria menos por un hijo. Besos.
ResponderEliminarCuriosa historia, y es que el dolor nos puede convertir en otras personas.
ResponderEliminarUn abrazo
De donde sacarian inspiración los griegos para sus mitos, tan tremendos, tan exaltados, tan "sin términos medios"...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga... Felices dias
Esta historia la conocía. Siempre me gustaron estos temas mitológicos y eso que son exaltados y exagerados hasta lo inimaginable.
ResponderEliminarY por esta historia y este dolor, tal vez, cuando por la noche oímos llorar a un perro, nos sobrecogemos tanto.
Un beso.
En verdad que son trágicas las historias griegas Censu, y una madre dolorida también es verdad que sin necesidad de convertirla en perra se queda sin palabras. Un abrazo preciosa, siempre un placer leerte y tomar algo calentito que hoy si hace brrrrrrrrr
ResponderEliminarFuerte historia que en mi ignorancia desconocía.
ResponderEliminarCon dioses semejantes no sé si estamos mejor ahora o peor... Pero guerras santas siempre existieron así que mejor no pensarlo mucho.
ResponderEliminarSaludos
J.
UN CAFÉ MÍTICO!!!
ResponderEliminarABRAZOS
Hay que fastidiarse. Como se complican las cosas cuando andan de por medio los dioses.
ResponderEliminarY no solo los antiguos. A los últimos telediarios me refiero.
Un abrazo. Nos estamos amoldando perfectamente.
Qué dura la historia de esta mujer.. me encantan los mitos y las leyendas griegas¡¡ genial post¡¡ un beso enorme¡¡
ResponderEliminarAtendiendo tu petición repito:Hay que fastidiarse. Como se complican las cosas cuando andan de por medio los dioses.
ResponderEliminarY no solo los antiguos. A los últimos telediarios me refiero.
Un abrazo. Nos estamos amoldando perfectamente.
Atendiendo tu petición repito:Hay que fastidiarse. Como se complican las cosas cuando andan de por medio los dioses.
ResponderEliminarY no solo los antiguos. A los últimos telediarios me refiero.
Un abrazo. Nos estamos amoldando perfectamente.
Ya decía yo, y por qué no hablará esta perra que sólo sabe mover el rabo? Muy interesante, amiga. Es maravilloso aprender con buen humor. Por eso hoy, chocolate... Qué rico!
ResponderEliminarMe repito, lo sé, pero me encanta venir aquí y aprender... y más si al final hay chocolate.
ResponderEliminarUn beso.