Al igual que ahora algunos creyentes ofrecen exvotos, o bien agradeciendo que su dios les ha otorgado una gracia, o bien solicitando a su dios que les ayude en sus necesidades de salud, amorosas o económicas, en la antigüedad romana se hacían ofrendas igualmente para pedir o agradecer a las divinidades de cada uno. Si a la divinidad se le había prometido la ofrenda había que cumplirla, de otro modo el dios podía retirar lo concedido.
Normalmente, las inscripciones en piedra necesitaban de muchas abreviaturas porque el espacio era poco y era más o menos costoso el trabajo dependiendo del número de letras. También había determinadas fórmulas ya establecidas para ahorrar espacio y dinero, por ejemplo la que aparece en ésta imagen:
Normalmente, las inscripciones en piedra necesitaban de muchas abreviaturas porque el espacio era poco y era más o menos costoso el trabajo dependiendo del número de letras. También había determinadas fórmulas ya establecidas para ahorrar espacio y dinero, por ejemplo la que aparece en ésta imagen:
- votum solvit libens merito (V.S.L.M.): “cumplió su promesa con agrado”
- Otras decían lo siguiente:
- votum solvit libens animo (V.S.L.A.): “cumplió su promesa de buen ánimo o con agrado”
Si se pagaba más y había espacio de sobra se escribía con todas las letras.
- poni iussit (p.i.): “ordenó ponerlo”
- extestamento fieri iussit (t.f.i.): “en su testamento ordenó hacerlo”
- y un largo etc.
¡Qué aproveche!
Las cartelas funerarias romanas son curiosas a la par que interesantes.
ResponderEliminarSí, la idiotez es una constante en la Historia. Como con las letras, si pagas más a los dioses, cabe más idiotez.
ResponderEliminarSer agradecido es el valor.
ResponderEliminarCariños y buena semana
Siempre me parecieron muy curiosas esas inscripciones en las lapidas de cementerios.
ResponderEliminarBesos.
Me he acordado del pez de tu entrada anterior, al pensar en los exvotos marinos. Un bella entrada. Abrazos
ResponderEliminarQué curiosidad tan interesante! Sigo aprendiendo en cada una de tus entradas. Gracias!
ResponderEliminarBesitos.
Ese tipo de promesas siempre me han sonado a extorsión... "si me das tal cosa, te prometo que..." muy interesante, como siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Unas promesas que se cambian por otras no son prometedoras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Era una manera de proclamar y ir con tranquilidad hacia el otro lado, aunque debería de no hacerse publico que cumplió o no su cometido.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias por el recibimiento.Es muy agradable encontrarse de nuevo por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre he tenido atracción por los latinajos, de hecho en mi blog del Pecado y en la Trastienda hay muchos términos latinos.
ResponderEliminarY estas curiosidades tuyas enriquecen. Te lo agradezco sinceramente.
Besos enormes.
Tus entradas amiga, culturizan y distraen a la vez. Eres un pozo de ciencia, una enciclopedia universal.
ResponderEliminarUn beso.
Se ve mucho de estas cosas por acá (Italia)... aún hoy la gente está acostumbrada a colocar estos "agradecimientos", basta ver las grandes Iglesias...
ResponderEliminarIgual como siempre, tus entradas son una enseñanza. Besos.
Todo un mundo, ya muy lejano, que regresa a nosotros gracias a esas estelas...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
No te acostarás sin saber algo nuevo...Muy instructivo tu aporte.
ResponderEliminarUn beso