EL NÚMERO DIEZ
Deposita sobre la arena la maleta.
Introduce su mano izquierda en un bolsillo y saca un envoltorio de papel.
Lo abre despacio.
"Nueve", dice en voz alta mientras en silencio ha contado desde uno despacio:
Uno ............ dos ............... y "nueve".
Nueve siguen junto a él.
Son su mayor tesoro.
Todo lo que ella le queda.
"Y el año que viene serán once conchas, once años ya, mi amor"
¿Cafelito frente al mar?
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Sorprendente!!!
ResponderEliminar¡Hemos coincidido en la elección!
Esa es una edad preciosa, es la edad de los sueños. ¿Café del mar? ¿Conoces el de Ibiza?
ResponderEliminarQue edad tan bella... Y que texto tan bello...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Coincido con el Sr ILDEFONSO.
ResponderEliminarUn cuento muy tierno. ;))
ResponderEliminar¡Ay que ternuraaaaaaa!
ResponderEliminarLo del 9 al 11 me ha impresionado, Censura.
ResponderEliminarHe tomado un sorbo ... perfecto, gracias.
Y el diez no se nombra. Eres genial. Muy linda la escena y me encantan las conchas.
ResponderEliminarUn beso.
...y el mar
ResponderEliminartan profundo
y añejo,
siempre suma...
... y los que vendrán, mientras el mar sigue dispuesto a regalar conchas y suaves brisas como besos.
ResponderEliminarUn abrazo para todos.
DIEZ, DIEZ COMENTARIOS. HORA DE INTERRUMPIR.
ResponderEliminarEL RELATO TRATABA DE MOSTRAR LA SIGUIENTE HISTORIA. LOS QUE TENÉIS LA IDEA EN LA CABEZA TODAVÍA NO LEED LA EXPLICACIÓN HASTA DESPUÉS DE HACER EL COMENTARIO. LOS QUE YA HAN COMENTADO PUEDEN LEER LA HISTORIA TRAS EL TELÓN:
Se trata de un hombre que vuelve, por eso la maleta, cada año al mismo lugar a recordar a su amada que desapareció en el mar. Cada año de ausencia él recoge una concha más que atesorará; por eso tiene nueve, se supone que recogerá la décima, y por eso el año siguiente serán once conchas, los once años que ella le falta.
Al menos eso tenía yo en mente, por eso la usencia del diez como metáfora de la ausencia de su amada durante diez años.
Beso.
De añoranzas sentía yo que venía la cosa, pero se me ocurrió que podía ser una hija. No me daba cuanta de por qué faltaba el diez pero sí entendí que cada caracol era un año más de la tragedia. Me gustó la metáfora. Eso de ir contando con ofrendas el tiempo no compartido me enternece.
EliminarUn fuerte abrazo.
Buenos días, Verónica:
ResponderEliminarHoy poco puedo escribirte, pues el dolor de cabeza me impide estar frente a la pantalla por mucho tiempo.
Simplemente quería saludarte.
Un abrazo, Verónica.
Muy lindo blog, y muy linda entrada...
ResponderEliminarSeguime así estamos en contacto, un besote desde Argentina!
Verónica, nos dejas una preciosa historia de amor...He podido ver al hombre de la maleta y una sonrisa enamorada, que le miraba desde el más allá...Uno a uno van cayendo los años, pero el tiempo no existe cuando el amor es verdadero y eterno.
ResponderEliminarMi felicitación por tu inspiración y originalidad siempre genuina.
Mi abrazo y mi cariño, amiga...Gracias por el café.
M.Jesús
Muy tierno, te quedo lindo :)
ResponderEliminarUn micro enternecedor, lleno de añoranza, de amor y fidelidad a la ausencia. Me ha encantado leerlo tomándome un cafecito espresso. No te encontré en la lista de María José, y casi te me escapas. Mañana con más tranquilidad te visito en tu otro blog.
ResponderEliminarFeliz fin de semana y un abrazo
Leerlo hoy, me retrotraer a esa lectura donde un hilo tembloroso de emoción y timidez se colaba en tu voz provocado por un público tan querido y que te quiere tanto y en ese momento te rodeaba.
ResponderEliminarLeerlo hoy, me retrotraer a la nostalgia y la emoción. No son diez, pero serán muchos años más... sin duda, porque así lo queremos!! besos querida Vero y con decir "gracias" no alcanza, pero con un "te quiero mucho" quizá sí, verdad?
1.- Me encantó volver a verte, (volver a veros) después de tanto tiempo, que andaba perdida.
ResponderEliminar2.-Disfruté de tu compañía, a ratos andando, a ratos comiendo, a ratos hablando...
3.-La vida tuvo sabor a vino tinto, blanco, cava...
4.- Maravilloso pueblo, me gustó mucho y mira que yo soy más de arena y de mar, pero ver la personalidad que tenía Vilafamés por si misma, me sorprendió gratamente.
5.-Cómo han crecido tus niños!!! Y que guapos,bueno guapa y guapo, ambos!!!
6.-Cuando estuve en el castillo, pensé que era un lugar entrañable para recargar energías, menos mal que yo no necesito cable como los móviles, jeje, pero recargé las pilas.
7.- Ayyy, la buhardilla, que hermosura!! Había visto pocas buhardillas en mi vida, y claro cuando la vi, fue como verla como una niña pequeña :)
8.- Como dice Bibi, cuando leíste el relato todo el mundo eramos tu público, querida anfitriona.
9.- Se me están acabando las ideas para esta lista, bueno, me perdí, nos perdimos Leo y yo, pero confieso que me gusta perderme a ver que caminos hay para explorar, y eso hicimos.
10.- Traje mucha paz y mucho cariño conmigo. Un beso guapa.
El texto es muy intenso, corto, pero muy bueno. La metáfora de la concha me deja con un toque de melancolía mezclado con ilusión,... no me deja indiferente. Un abrazo.
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