Catalogaron el retrato de Calabacillas en 1747, como «un quadro de un Enano riyendo». Bufón de la corte, que no enano, retratado con una turbia mirada que acrecentaba sus bizcos ojos, Juan Calabazas tenía sus recompensas por hacer reír: una mula, un carro y un buen sueldo, además de la manutención que dependía si era día de carne o día de pescado, más una libra de confitura el día de navidad, diez pares de zapatos al año y vestidos especialmente bonitos si era un acontecimiento real.
Fue retratado en la esquina de una habitación oscura y desnuda, dicen que es el lugar apartado en el que se escondía para beber y que fue pillado in fraganti, sentado sobre unas piedras y con las manos en posición de ¡Ups, me pillaron!
Se le tildó de retrasado, yo lo dudo, aunque me gusta la teoría que dice que la calabaza hace referencia a síntomas de problemas de cabeza, porque antiguamente, cuando a alguien le retiraban una parte de los huesos del cráneo, ese fragmento retirado se sustituía por un trozo de calabaza seco.
Pienso que fue un apunte rápido porque la definición del dibujo es poca y el material empleado escaso, pero tal vez por ello, por ese "nublado", el retrato causa una impresión muy especial.
Aquel que vivía para hacer reir era capaz de sonreir habiendo enterrado su deforme pena.
Hoy, tarta de café con calabaza y muesli... Hmmmm
Desconocía esta obra y este personaje, quien seguramente sufrió la discriminación y los malos tratos a causa de su apariencia. La sonrisa y la mirada dejan presentir esa forzada actitud que sin dudas debió mantener para intentar sobrevivir. Muy interesante aporte que he disfrutado leer. Un abrazo y gracias por participar.
ResponderEliminarEspero tu foto para la tarjeta!
Si me das el ok te agrego con una foto anterior
EliminarQué interesante! Siempre se aprenden cosas con tus relatos.
ResponderEliminarUn beso
Personajes y bufones, los ha habido siempre, pero los de antes eran mas románticos y puros, hoy se disfrazan y disimulan. Un abrazo y una sonrisa
ResponderEliminar¡Hola! ¡Qué interesante y curioso! No conocía especialmente, lo de la calabaza.
ResponderEliminarUn gusto leerte.
¡Un abrazo!
Interesante, como siempre. Hoy los bufones, hasta llegan a ser portavoces en el Congreso, y sin duda sus prebendas suelen ser mayores que las del Calabacillas.
ResponderEliminarBesos.
Muy interesante, sobre todo porque es verdad pensaba que era un enano ya que se parece mucho a otros retratos. Está bien eso de ganarse la vida haciendo reir, vaya que si.
ResponderEliminarUn abrazo
Mirándolo coincido en que no debía ser un retrasado, más bien un pillín que se buscó la vida. Me parece genial la última frase.
ResponderEliminarBesos para todos, amiga.
Excelentes deducciones. Me gusta la postura que acompaña a esa sonrisa, Velazquez como siempre, tuvo el ojo afilado para captar el momento.
ResponderEliminarBeso!
Sin dudas parece congelado en una sonrisa obligada. Me ha encantado como lo hacen siempre tus aportes Veronica
ResponderEliminar(10 pares de zapatos al año?...¡ya quisiera!)
Abrazo
Sin dudas parece congelado en una sonrisa obligada. Me ha encantado como lo hacen siempre tus aportes Veronica
ResponderEliminar(10 pares de zapatos al año?...¡ya quisiera!)
Abrazo
Haya sido o no haya sido alguien con problemas mentales, sabía cómo sobrevivir en una sociedad injusta, casi como la mayoría de nosotros, ¿o no?
ResponderEliminarSaludos,
J.
Buenas tardes, Verónica
ResponderEliminarOs deseo , ahora y siempre, mañanas que se hagan tardes entre risas.
Un abrazo.
El retrato tiene una fuerza inusitada, tal vez por las evocaciones potentes que me trajo.
ResponderEliminarY sin querer me remite a Curro, el Palmo, a quien tan bien le cantó Serrat.
Abrazo navideño y Felices Siestas (dormir una siestita para frenar la aceleración en estos días no viene mal)
He pasado por aquí para desearle unas Felices Pascuas y un Próspero Año Nuevo.
ResponderEliminarSaludos.