Huyendo del escándalo bajo lluvia, relámpagos y vergüenzas, me refugio bajo el pórtico. Ahí está otra vez, el moreno impávido y estático mirándome. Bastante sórdida es la situación como para añadir, por un módico precio, al tipo lunático con cara de morsa de cada sábado. Tengo el abrigo húmedo y mal humor. Fantástico.
Otro sábado lúdico. Voy a aprovecharlo al máximo con Marta; la noche será mágica y el amanecer más. Otra vez esta mujer? La pálida y lunática. Seguro que es géminis, son únicos en fastidiar. Con esa cara de borrego perdido acabará por ponerme de los nervios. Fantástico.
Como cada jueves, su café, sírvase...
Más relatos en https://neogeminis.blogspot.com/
Muy simpática tu entrada al menos a mí me ha sacado una sonrisa ciertas expresiones en el texto.
ResponderEliminarGracias, por unirte a la convocatoria.
Un abrazo.
Hola Verónica.
ResponderEliminarMe parece un relato muy original que nos describe el mismo instante desde dos puntos de vista frente a frente. Ma ha gustado mucho.
Un saludo
Entre relámpagos y cafés, tu relato convierte la tormenta en un juego de palabras que chisporrotea. Me ha encantado esa lluvia de esdrújulas que moja el humor y la ironía. ¡Fantástico, mágico y lunático, todo en uno!
ResponderEliminarGracias por regalarnos este jueves tan chispeante.
A chuva tão bem te inspitou ,Verônica!
ResponderEliminarUma leitura leve, muito boa de se fazer!
Adorei! beijos, chica
Olá, querida amiga Verônica!
ResponderEliminarFicou bem interessante e humorada sua participação.
A tal geminiana aprontava todas... rs...
Bem criativa.
Tenha dias abençoados!
Beijinhos fraternos
Escuchar la lluvia, con humor y un buen café, aunque siempre puede aparecer alguien que lo estropee, jeje. Un abrazo
ResponderEliminarTomar un café puede ser el paso siguiente a refugiarse de la lluvia.
ResponderEliminarIngeniosa forma de usar las esdrújulas.
Un abrazo.
Una manera muy creativa de sortear el desafío de incorporar palabras esdrújulas a una historia, no puede faltar un café en un día de lluvia. Me gusto la historia.
ResponderEliminarQue tengas un buen día
Saludos
Siempre puede aparecer alguien que arruine un buen momento, ese que sin dudas era para relajarse con un café y viendo caer la lluvia, buena historia con la lluvia de esdrújulas, saludos
ResponderEliminarPATRICIA F.
Ese dialogo de espejos... claro, nunca te pondrías en el lugar del otro... una situación muy poco empática...jajajaj
ResponderEliminarEspero no estar entre esos géminis fastidiosos, Verónica! Jaja brillante y concisa aportación con la que sillas tu retorno juevero, mujer! Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarUna gran lluvia de esdrújulas, como en aquella canción de Serrat.
ResponderEliminarAunque la reacción del personaje me recuerda aquella otra que dice "Maldición! Va ser un día hermoso"
Un abrazo, celebro tu vuelta. Que andes bien!
La lluvia pertinaz suele hacer extraños compañeros en los refugios encontrados para guarecerse y de esto tú relativa bien servido.
ResponderEliminarMe gustó tu resolución.
Espero que mejore el día de la protagonista *.* Me sirvo un café en este domingo también lluvioso...
ResponderEliminarUn besazo juevero, Verónica
Gracias, compis, por los comentarios y por haber sentido el escrito, es una humilde aportación. Espero seguir compartiendo con vosotros.
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