Este jueves: "Mis fantasías secretas..."

Fantasía secreta: Dícese de todo que imaginamos y que no existe, como la paz, por ejemplo. 

Dícese de toda facultad mental que se emplea en crear obras de arte o literarias, como la empleada a raudales por Mozart, por ejemplo en su Fantasia n.º 3 en re menor, K. 397  y a la cual, por cierto, le faltan los compases finales, de los cien que tiene, porque no la completó "por muerto"; o Chopin, en su Fantasía para piano, op. 49, por poner dos casos. 

Dícese de la imaginación aplicada a una prenda de vestir y que resulta ser de colores varios y variopintos, y que lleva aplicados muchos adornos o dibujos imaginativos y poco corrientes y, si además le adjuntamos la imaginación en joyas de mentira, obtenemos unos deliciosos conjuntos de llamativo fashion-bisuterí.

Pero todo esto está carente de misterio y de emoción porque no es secreto. Se sabe. Qué es pues una fantasía secreta, cuál es la mía... Pues la mía hará referencia a cosas que imagino y que no he dicho nunca???? Pues si no las he dicho nunca no las voy a decir ahora...

Pero fantasías secretas confesables tengo dos y muy dentro de los respetables cánones:

Imagino y fantaseo con cosas que NO existen, sobre todo de noche porque soy imaginativa y después de ver alguna película de terror, ni os cuento lo que siento por la espalda...

Fantaseo e imagino con cosas que existen para dormir porque me relaja, o bien con el mar, siempre el mismo mar oscuro de invierno mientras lo observo desde la orilla; o fresco y primaveral, pies descalzos y muy abrigada... o bien con un viaje siempre al mismo lugar, una isla de mares fríos en agosto, aguas transparentes con brillo de purpurina por la arena especial y amigos con los que, tiempo por delante y sin apuros, comparto conversaciones interminables... ahí, debajo de este árbol...