Y... cuenta la historia que una niña rica nació en Alemania en 1729. La llamaron María Sophia Margeretha
Catharina von Erthal y era hija del aristócrata condestable Philipp
Christoph, que era considerado y tratado como un señorón con castillo y todo, porque se encargaba de aplicar la justicia a su manera, como solía ocurrir con muchos de estos personajes. No en vano desde tiempos de los romanos se elegía a los condestables, senescales o chambelanes, entonces llamados équites, entre miembros de las mayores fortunas y, cualquiera que fuera su "denominación de origen", solían participar en disputas fratricidas por los tronos: "Cambio protección por título".
La niña era buena, generosa, cariñosa y guapa pero medio ciega por culpa de la varicela y, cuando tenía doce años, se quedó huérfana de madre. El padre se casó con una señora de mal carácter y, como viajaba tanto, pues la niña aguantaba los malos humores de la susodicha. El cuento ya lo conocéis, pero es que esto es historia de la de verdad...
Si la niña, el castillo, el padre y la madrastra fueron reales, podemos dudar si sería o no de verdad el espejo, espejito mágico, no? Pues sí, existe todavía en el MUSEO que fue el castillo de hadas hogar desgraciado de Maria Sophia. Por aquella zona, desde el siglo XVII, había fama de elaboración de cristales de mucho prestigio porque eran muy finos y delicados, y utilizaba materias primas de la zona mediterránea española, como la preciada ceniza de sosa alicantina. Los espejos fabricados en ese lugar poseían unas cualidades muy peculiares, entre ellas la reverberación de las palabras si se hablaba delante de ellos, por lo que parecía que te respondía y, la otra cualidad era el aforismo que solían inscribir o pintar en sus marcos de madera.
El espejo medía 1,60 m de altura y fue un regalo del viudo a la nueva señora de la casa. El aforismo, en este caso Amour Propre, se muestra en el medallón de la derecha.
¿Sabías que Hipócrates empleaba, él fue el primero, este término para citar los síntomas y diagnósticos de las enfermedades de forma muy breve y concisa? Pues teniendo en cuenta que "aforismo" viene del verbo griego que significa "definir", podremos saber un poco del pie que cojeaba la señora madrastra.
"Feíta la criatura" diría un actor de un comercial uuguayo.
ResponderEliminarSiempre se aprende algo nuevo, y de acá seguro que nos llevamos algo cuando pasamos.
Besos
PD: yo tengo un artiligio más moderno: el teléfono mágico. Cuando le pregunto quien es el más listo del condado, me responde: "Tuuuuuuuuuuuuuu... "
Aaaaajajaja! Eso me hacía falta, un chiste! Gracias, Ojito. Jaaajajaja!
EliminarVaya qué interesante. Lo he leído demasiado deprisa por falta de cobertura decente, en cuanto pueda vuelvo. Bs con café olé.
ResponderEliminarMejor despacito y bien que deprisa y mal... ¿no nos decían eso en el cole cuando hacíamos mala letra?
EliminarYo, mejor si la olé, cafelito solo.
Besito.
Tus relatos siempre resultan de lo más entretenido e ilustrativos, y la madrastra en cuestión debería ser una buena pieza. Yo solo me miro al espejo, cuando me dicen que me peine, que tengo los pelos muy tiesos. Besos y por mucha calor que haga el carajillet que no nos falte.
ResponderEliminarA refrescarse Censu que hace mucha "caló".
Uf, per anar rellepat necesitaràs molta gomina... jajajaj!
EliminarGracias, Rafa. Un beset i que no ens falte, amic.
De algun lugar digo yo que se inspira uno para hacer cuentos ¿no?, muy interesante, si señora.
ResponderEliminar!que calor hace hoyyyyy!
Un abrazo.
Y que lo digas, no he asomado el hocico por la puerta... cae a plomo.
ResponderEliminarBesito.
Verónica,muy interesante esa historia, que fué la base del cuento de Blancanieves...Todo lo que el hombre inventa está inspirado en algo.El hombre no puede imaginar algo que nunca ha visto, todo tiene una explicación...
ResponderEliminarMi gratitud por estar documentada y regalarnos la información,Verónica.
Mi abrazo y mi cariño siempre,compañera y amiga.
M.Jesús