Y el sapo de pozo tenía deseos...
En las aguas de un pozo vivía un triste, gordo e imperturbable sapo.
Quién sabe lo que pensaba
y si alguien en el mundo de él se preocupaba;
qué varita mágica le tocaría y a quién su alma abriría.
El río de enfrente le contemplaba,
qué le traía de regalo el sapito no adivinaba.
El amor del cosmos de nuevo brilló
y un lirio de agua a su brocal asomó.
Mientras, el río atrás volvía
porque desde el pozo la primavera se intuía.
Cuentos y realidades de entretejieron
y los hechizos con la noche se fundieron.
Un deseo en el oído le susurré,
abrí mis brazos y le besé.
MORALEJA: Más vale mala vela que bombilla fundida...
Que aproveche, amigos...
Y los aplausos llegaron tras leer este cuento-verso con moraleja incluida. Hoy mi amiga me has hecho sonreir mientras bebia tu café.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
¡muy buen cuento poético Censura!!!!
ResponderEliminarMe gusta el sapito de tu pozo especial. En mi familia tenemos una liada con los sapos.... Bs.
ResponderEliminarDe la charca al cafelito calentito, a lo mejor sale ganando que vete a saber lo de ser príncipe y azul está muy sobado, mejor sapito simpático que de la monarquía no me fío.
ResponderEliminarTe salió un poema cuento muy divertido, cuéntame otro, ben plantà que te doy un besito de ranita.
Muy divertido. De vez en cuando, hace falta una sonrisa...
ResponderEliminarAbrazos.
jajaja Vero!...muy sabia moraleja!...y ese sapito coronado, es una belleza!
ResponderEliminar=)
Un fuerte abrazo!
¡Buena enseñanza!
ResponderEliminarLa moraleja es muy acertada y el sapito, ¡Quien sabe? igual se convierte en príncipe.
ResponderEliminarMuy bonita la ilustración
Un abrazo
Bueno... los sapos son o así, o de verdad. Yo, depende cómo esté mi nivel de encantamiento los prefiero a unos o a otros.
ResponderEliminarEste es el mejor para el café con los amigos, compartiendo sillones de anea y el cielo estrellado de un pueblecito de la Plana Alta.
O sea, que el cuento me encantó.
Besos
Hoy has dejado salir a tu niña interior y nos regalas este poemacuentomoraleja.
ResponderEliminarEl cafelito no soy capaz de tomarmelo, prefiero al principe fuera de la taza.
Besosssss
Pues mira por donde yo me he encariñado del sapo, me ha caído bien, ya ves. Me ha gustado tu "Poemacuentomoraleja" como dice Rosa. Un beso. Ah, y un café ;)
ResponderEliminarQue bueno, me sorprendiste!! y no por la moraleja que la esperaba... porque me has arrancado una sonrisa con este sapo y sus tribulaciones...
ResponderEliminarBesos!!
Pues yo también me quedo aguantando la vela, digo, con la vela!!!
ResponderEliminarY con el café también.
Muchos besos y abrazos,a repartir con generosidad y buenos deseos que se cumplan (tengo una idea de cuáles pedir por vos....)
Me gustó mucho este texto que me remonta un poco a mis lecturas infantiles, a esos cuentos de ranas y sueños.
ResponderEliminarUn beso.
Ja ja ja, Qué divertido tu relato pero yo el café no me lo tomo con esa cabecita asomando!
ResponderEliminarUna verdad como un templo la moraleja, como ese verso de Jorge Drexler que dice:
ResponderEliminar"En tren con destino errado se va más lento que andando a pie"
Besos para los cuatro.
Mientras desear continúe siendo una actividad gratuita, muchos lo haremos...
ResponderEliminarSaludos!
J.
AJAJAJAJAJAJA, QUÉ BUENA MORALEJA.
ResponderEliminarBESOS
Excelente moraleja, por aqui decimos, mas vale pàjaro en mano que cien volando! jajaja, y a mi que me encantan las aves!
ResponderEliminarQue bien viene el cafelito Compi, muchooo friooo por éstos lares.
Besos. x 4
Gracias, amigos, gracias a cientos, a ramos, a puñados, a manos llenas...
ResponderEliminarSi me pasan deprisa los años, imaginad los meses, y ya no digo las semanas o los días ¿Y las horas? ¿Qué son esa cosa????
Un beso y cafelito para todos. Os comentaré a raudales este próximo jueves. Palabra de mujer de pro.
Que conste que yo no quiero café con sapo... por muy simpático que fuera y con beso se quedara... jajajaja. Eres genial!
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