Sabía Asunción que las dominicas no eran una excepción, la Sacra Congregatio Indicis había anunciado el jueves el paso por su convento y ningún libro iba a quedar a salvo. Ninguno de los especiales.
En el Índice de los libros prohibidos figuraba el que guardaba bajo su dura y raída almohada, el primer tomo de los Ensayos de Michel de Montaigne. Cada noche conciliaba el sueño con aquella estoica frase "Porque filosofar es aprender a morir". Morir de ese modo quería ella. Propiciando el Diálogo, el Respeto por el conocimiento y opuesto al fanatismo, la crueldad, el servilismo y la estupidez, Montaigne era su amado. Dios, qué le daba ese dios. Nada. Frío, hambre, humillación y sempiternos rezos. Asunción era la malquerida del convento, la de pecaminosos e indoblegables pensamientos, a la que el mismo obispo había impuesto la prohibición absoluta de cualquier lectura. La que debía azotarse por remordimiento.
Aquel libro moriría con ella.
Pasaron los siglos y nunca sabrá Asunción que el libro con sus anotaciones a carbón se salvaron. De San Unción dijeron en el monasterio que eran los comentarios, un hombre santo que vivió recibiendo enseñanzas del Espíritu Santo.
Con el tiempo esa Sagrada Congregación del Índice, que surgió en el Concilio de Nicea con la orden de Constantino, en 325, de prohibir la propagación de los textos de Arrio, se convierte en la Congregación para la Doctrina de la Fe y sigue, por el apoyo de algunos, en pleno vigor, indexando libros perjudiciales para... para... para... no sé para qué, ellos se sabrán.
Café y monja... no, monja, no ¡MOJA!
Asunción amante de Montaigne, amante de leer y saber, vivió tiempos de miedos, de terror a la cultura abridora de cerebros, y ya se sabe que eso del saber no interesa a Sacra Congregatio Indicis, a la Inquisición, ni a los Concilios desde Nicea, ni a los iluminados (¿por el Espíritu Santo?) ministros capadores de cultura, siguen en lo mismo: la cultura es perniciosa, mejor la ignorancia, esa del miedo, esa que se manipula fácilmente.
ResponderEliminarAyyy Censu, mojo galetita en tu café, añade pecaminoso ouruxiño.
Petooooooooooooo.
Moja, mo,a, amiga, y luego peca a tus anchas con ese orujo, ben dolçet per a mi, per favor.
EliminarGracias por venir a "desperniciar" con tus conocimientos.
Beset.
Después de leerte, te acompaño con el café y las galletas.-Besos.
ResponderEliminarLa mesa está puesta, hoy tenemos pijama party! Prometo que no hay nada light; te espero, ponte el camisón de lentejuelas, jajaja!
EliminarUn beso.
No somos ni seremos conscientes del atraso al que hemos sido sometidos por la iglesia.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Yo creo que sí lo somos. La miseria a las que nos han permitido acceder.
EliminarGracias. Abrazo y café.
Con un buen café, unas galletas de hojaldre y leyendo tu relato, ha sido una degustación perfecta.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Balamgo, muchas gracias. Me alegra haberte hecho pasar un buen instante.
EliminarCon gusto compartiría un café y galletas para seguir hablando sobre ésto Censura. Un saludo afectuoso......
ResponderEliminarEs que el tema, compañero, da para muchos cafés! :)) Un abrazo.
EliminarAlgunos esquivaron la prohibiciones y leyeron libros que cambiaron la historia, por acá, a principios del siglo 19.
ResponderEliminarSuerte la suya ¡y la nuestra!
EliminarCorazón, las palabricas clero, convento y semejantes me producen sarpullido, creo que le voy a echar mano a esas pastas y mojar bien.
ResponderEliminarEl texto genial, para variar. Besos.
Un par de carajillos y la urticaria desaparece ¡Mano de santo!! Jajajaja! Un beso.
EliminarSiendo crítico de la iglesia, no podemos culparla por completo por lo que llevaron adelante sólo una parte de sus clérigos. La inquisición hizo estragos, es cierto, pero fue la iglesia la que ayudó a la conservación de parte del conocimiento del mundo antiguo que ella misma ayudó a destruir.
ResponderEliminarPor ejemplo: http://mibibliotecaestuenvidia.blogspot.com.ar/2009/11/thomas-cahill.html
Saludos!
J.
Bueno, teniendo en cuenta que ninguno de los clásicos nos llegó sin censura y que jamás sabremos lo que los pensadores de la antiguedad querían decirnos al completo, pues podemos agradecerles el que nos dejaran leer de forma sesgada la parte del conocimiento que ellos consideraron oportuno para la salvación de nuestras almas. Es como agradecer al verdugo que no nos corte la cabeza pero sí ambas piernas.
EliminarBueno, es una simple opinión. La polémica es divertida.
Un abrazo y un cafelito.
Interesante polémica. Me interesaría saber cuanto de lo gnósticos que llegó al presente fue censurado. Y cuanto llegó intacto.
EliminarEl gnosticismo antes de la época cristiana no era más que el conocimiento que podía adquirirse por los medios de purificación o uso de las reminiscencias divinas que nos quedabana en el espíritu (mal llamado alma) al caer del cielo a la tierra; lo que hacían los filósofos, vaya. Los textos gnósticos de la época no son más que los presocráticos, los platónicos, aristotélicos y compañía. Queda muy poco de ellos, solamente si se encuentra algún fragmento anterior a la censura cristiana podemos afirmar que estará más próximo a la época que le corresponde, pero aún así son copias de las copias de las copias...
EliminarDigo yo...
EliminarExactamente lo mismo que el comentario de Emejota, jajaja...
ResponderEliminarSaludos
Pues marchando otro carajillo, nos vamos a poner contentas, jajaa! Un besito, Eva.
EliminarMejor el café, las pastas y el cachondeó que el puñetero clero.
ResponderEliminarBesos.
Supongo que ellos dirán lo mismo pero cambiando "clero" por "ilusos". Hala, cafenet, company.
EliminarPero cuanto se aprende contigo, sobretodo cosas del clero.
ResponderEliminarUn cafetito, pero sin monja.
Te dejo mi abrazo.
Ay, amiga, no sé nada que no pueda consultarse en cuaqluier manual, mis conocimientos están aalcance de todos.
EliminarGracias, necesitaba un abrazo.
Siempre me pregunto cuántas asunciones ha habido, a cuantas y cuantos han metido han recluido. A veces, recorriendo una ciudad y viendo la cantidad de conventos, pienso que un alto porcentaje de la población debió vivir en ellos, algunos por conveniencia, muchos por obligación.
ResponderEliminarBesos para todos.
A veces, la conveniencia y la obligación van muy ligadas...
EliminarUn besito a todos y un cafelito especial para ti.
Otra excelente exposición de tus conocimientos. Sin dudas, que , Asunción, había llegado a algo más sustancioso y con contenido atrayente, pero en esa época, no estaba bien visto -y menos en una monja- tener sus elecciones literarias y menos aún, liberar conocimientos y pensamientos a través de la pluma. Cuántas escritos se habrá tragado el tiempo que jamás se llegarán a conocer!
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
ayyy! me hiciste acordar a los bocaditos de monja, solía hacerlos con frecuencia... creo que iré a poner manos a la masa!
Ah, no te perdono si no me pasas la receta, jajajaja!
EliminarUn beso y un cafelito para acompañar.
Muy intersante y completo tu estudio. No hay duda de que la Iglesia ha propiciado la incultura y la ignorancia, en la Edad Media sobretodo. Y aunque han pedido perdón públicamente, el mal ya está hecho. Murieron demasiadas almas por su intransigencia. Y esto es muy grave.
ResponderEliminarBueno, me invitas a café... con leche por favor
me dejas pensando... nuestro gobierno debe estar lleno de religiosos, entonces, porque eso de propiciar la ignorancia se ve que va insertado en el cargo...
EliminarUn beso, Montserrat. Gracias por venir, compañera.
Ah, qué de la humanidad si no hubieran quemado los papiros de Alejandría (y matado a Hipatia). Y todas las secuelas incendiarias que se han sucedido desde entonces y contra el conocimiento. Lamentable.
ResponderEliminarPara quitar llamas al asunto, te cuento un chiste:
Un profesor de física se presentó un presupuesto millonario para la realización de un experimento, a lo que el decano le respondió: "Otro experimento... ¿Es que no pueden apañarse con papel, lápiz y una papelera, como los matemáticos? ...O como los filósofos que sólo necesitan papel y lápiz...
Y además, te arreas un carajillo con LICOR CARMELITANO, jajajajaja
Un beso
Jajajaja, muy bueno el chiste, yo creía que solamente necesitaban del sol para contemplar...
EliminarVenga ese carajillo de carmelitano y una copichuela de vino de misa de ese que venden en Benicassim!!!
Beset i carajillet.
Estoy con J.L. Trujillo, aun somos presos de ese atraso.
ResponderEliminarBesos con galletas.
Porque no nos interesa salir de él, la mentalidad de "el otro que se apañe solo" es demasiado común.
EliminarUn abrazo, Fabián.
Ayyy Compi que interesante lo que nos dejas, no sólo tu relato sino ...
ResponderEliminarésas galletas con cafelito ummmmm que tentación jajaja
Besos muchos x 4
Gracias, Adriana. He dejado ahí la tentación de pecar... letras y dulces, la unión perfecta! jajaj!
EliminarCuatro abrazos.
Supongo que eran otros tiempos. Yo también me uno a un café y unas galletitas, que a estas horas de la tarde no vienen nada mal. Un beso.
ResponderEliminarAquellos eran aquellos y éstos son éstos, el color de los rasos sigue siendo el mismo.
EliminarUn besito, Cristina.
Que se me queda corto tu relato, que esta noche tenía yo necesidad de aprender... y luego llega Natalí y pone la guinda a la historia. aiiisssss que suerte tengo de leeros sin esconder el libro bajo la almohada.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Rosa, eres un tesoro.
EliminarTe deseo un feliz fin de semana.
Prohibir libros siempre ha sido una obsesión de quien pretende doblegar voluntades.
ResponderEliminarLo primero que hizo la dictadura militar de 1976 en mi país fue generar su propio Index con la ayuda de los capitostes eclesiásticos.
Yo creo que hay un poco de estulticia en eso y que a la larga les resulta contraproducente.
besos
Siempre ha habido iluminados en todos los países, de esos que creen que el conocimiento solo favorece a su interés... Y siguen ahí, en la retaguardia, manipulando los manuales escolares, los medios...
EliminarA ellos no creo que les resulte contraproducente, siempre tienen medios suficientes para buscar lo que necesitan, en la salud, en las leyes, en su formación...; el resto de los mortales nos quedamos con lo que podemos pagar, si podemos, claro. Ellos nunca pierden, no soy de esas personas que piensan: "Qué pena, los ricos también lloran..."
Un abrazo, Don Oso. Tu cafelito.
Muy instructivo lo que cuentas. Espero que la iglesia se abra un poco más a la sociedad, al menos este Papa parece que lo quiere intentar.
ResponderEliminarUn abrazo
Mientras haya un papa y solo un humano que le respalde, no habrá libertad de conocimiento. Después de 2500 años igual, es como decir que la iglesia se moderniza porque Adán no mordió una manzana ¡¡era una pera!!!...
EliminarBuen fin de semana, Carmen. Beset i cafenet.
me ha gustado tu originalidad y la forma de traernos el Índice para ponerlo a la altura que se merece.
ResponderEliminarOjalá tuviera más alcance la divulgación, amiga Tracy.
EliminarHay tanto ocultismo que tirar de un piquito y ver, es casi imposible. Mira que le gustaban a todos estos que dices quemar ¿no?.
ResponderEliminarVoy a por el café y a por esas galletas.
Un abrazo.
Jajajaa, tiras del hilo y te cae a la cabeza la colcha entera para cama de 150 cm...
EliminarUn beso, compi!
Ya no me sorprendo con tantas cosas que aprendo por aquí, Vero, cualquiera sea el título propuesto, nos revelas algo escondido entre revelaciones históricas que tan bien amnejas!
ResponderEliminarAbrazo
Mi trabajo me cuesta encontrar algo que me motive para escribir, jajaja! Lo cierto es que siempre disfruto. Sin vosotros no hay gracia...
EliminarBeso y tu café.
Gracias a Asunción y a otros y otras como ella por proteger, aún a costa de su vida en ocasiones, algunos libros que tanto daño hacían a la Iglesia de aquellos tiempos.
ResponderEliminarTambién gracias a ti por contarnos estas historias tan interesantes.
Un beso
A mi familia, los fascistas les quemaron casi 4000 volúmenes en la calle... ya ves, me resulta familiar el tema de la censura del conocimiento.
EliminarUn besito, Charo.
Imagínate que mi padre me quemó todos los libros porque no quería que yo estudiara nada... Y ya había pasado la Edad Media... Y mi padre no era cura, si llega a serlo... no salgo de las ruinas del "convento" viva. Fascinante la historia que nos cuentas, pero lo que más me gusta es cómo lo cuentas... Te lo repito, eres genial. Y síiii mejor moje que monja... :)))) Besos. Hoy me sabe rico el café.
ResponderEliminarPues yo tuve suerte, los primeros regalos de mi padre que tengo en la mente son los cuentos de los hermanos Grimm, con unos dibujos en monotinta rojos o azules. Todavía los conservo. Luego llegaron los de Julio Verne... y así.
EliminarUn beso y tu cafelito. Gracias por tus palabras, muchas gracias.
Un garbanzo negro entre habichuelas podridas, también negras.
ResponderEliminarLo cierto es que se quemaba dentro y fuera. Pestes nacidas del miedo. Algo parecido está pasando hoy en la política global.
Excelente relato, cautiva y gratifica.
Besos
Gracias, Alfredo. Así es. Creo que hoy día, cuando creemos que todo está más a nuestro alcance, es cuando menos información tenemos. Está bien hecho, eh?
EliminarUn abrazo y gracias. Cafelito.
Pásate por mi blog y tendrás un premio que te recordará mi primera convocatoria. Muchas gracias por participar
ResponderEliminarGracias a ti, voy volando.
EliminarTanto libro quemado, tantos diretes de lo que se puede o no leer, tanto liderazgo a punta de manipulaciones y censura. Me pregunto que sería de la humanidad, si todo el hermoso conocimiento estuviera al alcance del que quisiera.
ResponderEliminarLa Iglesia, como siempre, imponiendo con distintas argucias, lo que les de la gana, para su conveniencia.
Hermoso tu relato, CensurasigloxxI.
No sé qué hubiera pasado, pero creo que si no hubiera sido la iglesia hubiera sido cualquier otro poder. Quien quiere el poder necesita un pueblo ignorante.
EliminarGracias por el comentario. Un abrazo.
Verónica, disculpa la tardanza en acudir a tu casa, pero he estado de puente con unos amigos, "alejado del mundanal ruido". Los librepensadores siempre han constituido un serio problema para las conveniencias de los dirigentes, sean estos políticos, religiosos, o de cualquier otra índole. Nos quieren con encefalograma plano. Sigue ocurriendo con la misma virulencia de siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.