¡¡Sesión de terror con palomitas, chicos!!
PRIMERA ENTREGA...
Conciliaba el sueño una única vez en la noche.
Juan, el taxista, no trabajaba desde hacía siete meses, y no lo haría hasta que no olvidase la luna delantera de su vehículo ensangrentada.
La atropelló y huyó.
Y cada noche lo mismo le despertaba, el estruendo que precedía a los "porqués" resonándole en el oído, junto a un intenso rumor callejero. El sueño finalizaba y se mantenía en vela el resto de la noche soportando a aquella niña de ojos de cristal a los pies de su cama, siempre sonriente.
Cafelito, amigos...
LA OTRA ENTREGA...
Cuenta una decimonónica leyenda que, en uno de los viajes por las montañas Hungría, Solomon Staff encontró los restos de un pergamino. Tras leerlo en la posada la misma noche junto a sus dos hermanas, Gabriele y Viviane, los tres desaparecieron. Buscados durante un tiempo y sin datos que añadir al caso, la desaparición se olvidó.
El director de la excavación arqueológica en las catacumbas de Budapest, atestiguó, el 1 de noviembre de 2014, que tres seres, de ojos y piel de un blanco transparente, se arrastraban por el suelo sin proferir sonido alguno. Los tres llevaban un fragmento de pergamino en la boca.
¡¡BU!!
Propuesta de Teresa
Verónica, también tus relatos adquieren ese halo...... El primero da un tipo de miedo que sabes que no se te va a ir jamas, vivir con eso tiene que ser monstruoso.
ResponderEliminarEl segundo es digno de esas recopilaciones de relatos de miedo que proliferan en USA. Corto por cargado de terror.
Un beso, y como siempre encantado de esos cafélitos.
Oh, ¿no me digas que he escrito una americanada? Yo que quería cubrir la historia de un arire de romanticismo europeo... la pifié, pues. No pasa nada, otra vez me saldrá mejor.
EliminarEspero no tener que vivirlo nunca, ni lo uno ni lo otro, porque gallina soy un rato, jajajaja.
Cafelito sangriento con ojo flotando y mordisco en la yugular.
uuuuuuuh...dos ejemplos magníficos de relatos terroríficos que ponen de manifiesto que para espantar, no hace falta extenderse demasiado. A veces con ir dejando breves frases armando sutilmente un entramado de misterios y miedos, es suficiente para lograr el impacto en el lector.
ResponderEliminarMe gustaron los dos textos, Vero, sobre todo el segundo... ¡y esa imagen acompañando, por favor...! ¡qué escalofriante!
=)
La imagen creo que es de una compañía de teatro; realmente me impactó.
EliminarGracias, para textos de amor o terror soy muy breve, no sé por qué, así me salen :))
Dos relatos de corte distinto, el primero más realista a cualquiera le puede suceder, Dios no lo quiera y el otro totalmente misterioso.
ResponderEliminarlos dos me han gustado, aunque es obvio que me siento más cercana al primero.
Estoy segura de que a más de uno se le aparecerá la niña de ojos de cristal ¿Cuántas personas atropelladas habrán sido abandonadas a su suerte? ¿Cuántos conductores no sentrián ni el más mínimo escrúpulo en hacerlo y no sentirán remordimiento alguno?
EliminarCon estos relatos me voy a pasar la noche en vela. Abrazos
ResponderEliminar¡¡¡Para nada, chica valiente!!!
EliminarUn beso.
Ya no me mandas abrazos saltarines, los hecho de menos :))
El segundo podría ser interesante con algo de expansión desarrollo de la historia.
ResponderEliminarEl primero me gusta más. La verdad es que se lo tiene merecido, que le recuerden lo que hizo. Y que agradezca que la aparición es amable. Aunque tal vez sea parte de castigo. Hacerle saber, que no olvidé, que mató a alguien agradable, que sonreía.
Es posible, Demiurgo, pero quería hacerlos muy condensados para que el sentido del impacto fuera mayor, como una visión.
EliminarGracias por la idea, igual lo retomo.
jaja el segundo relato y la foto te digo que me asustaron en serio... ¡no quiero soñar de noche nena! jaja... ni loco la miro de nuevo...
ResponderEliminarbien hecho entonces.... salu2...
Qué pena, como lo he escrito yo no me da miedo...
EliminarCon lo gallina que soy, jajajajjaa, no sé ni como he podido....
Saludos enteros :))
Horror, Censura. Me quedo con el café, la segunda oferta y con los dos relatos, claro.
ResponderEliminarLa tarta para mojar era demasiado sangrrrrrrienta... mejor para los vampiros. Aunque tú, con esa carita de buenooooo... jajajaja.
EliminarUn abrazo.
Buenas tardes, Verónica:
ResponderEliminarEntregado me tienes a la relectura de tus entregas; y es que lo breve si bueno, ¡blogs veces bueno!
Desde la admiración envidiosa tengo que admitir que me gustaría saber escribir como tú; de una forma concisa en todo menos en calidad. Mi terquedad de poNino, me hace darle vueltas y vueltas a la noria de las palabras. Supongo que el orgullo me impide intentar cambiar de estilo, ya que al hacerlo reconocería que hasta entonces lo hacía mal.
Desde el aprecio lector, me ha gustado más el primero. Quizá ha ayudado el que la foto no desvela la trama del relato. Además, no sé por qué, pero tras leerlo me pareció un argumento perfecto para una de esas pelis asiáticas de miedo que os gusta ver en pareja cuando los niños ya se han acostado y Juan concilia su único sueño.
El segundo, si te parece oportuno, debería llevar la imagen tras el texto. Me parece muy ingeniosa la manera en que seleccionas y distribuyes las imágenes en tus posts, de ahí que les preste mucha atención.
Sea o no HALLOBLOGWEEN, tus textos tienen el truco de la sensibilidad y el trato del ingenio. Por eso tu blog es hechizante.
niKong, que ya se ha recuperado, y Ninosko, que sigue sonrojado, me piden que te envíe saludos y abrazos.
No le quito el ojo a esta taza de café, Verónica.
Ya ves que te hice caso de inmediato y puse la imagen al final, tenías razón.
EliminarPues, Nino, amigo querido, la brevedad en los relatos de terror me gusta especialmente porque es como si una mano helada te acariciase el cuello un instante; te deja de hielo a ti también en menos que canta las 40 el gallo. Debe ser como un sopetón de miedo, más que un largo camino para lograrlo.
Muchas gracias, con tantas flores que me regalas con tus palabras, tengo la casa que da gloria de perfumada.
Un par de abrazos y dos de repuesto. Gracias.
Menos mal que los leí de día, uf...
ResponderEliminarUna opinión, ambos piden más pista, deberías darle vuelo.
Un beso.
HD
Por la pista y el vuelo entiendo que ambos textos deberían ir al aeropuerto y volar un poco más lejos :))
EliminarMuchas gracias, Humberto. Porque eso significa que te supieron a poco? Cafelito especial para ti.
A pesar de no ser un aficionado a esta clase de literatura, me han gustado tus relatos, como siempre escritos con una prosa fácil y con un aroma de veracidad que los hace únicos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Juan. Me alegra que te gustasen porque no es fácil captar a los lectores en géneros que no nos van; me pasa con los poemas, salvo los de ciertos amigos que me encantaron y me encantan porque forman parte de mi mesilla de noche, me cuesta ponerme. Pero hay algunos que llevan rostros y son muy emotivos, esos me capturan por su belleza y sentimiento.
EliminarUn fuerte y cuádruple abrazo.
La niña a los pies de la cama, la pesadilla de las conciencias sucias, terror que acompaña la vigilia del resto de la vida.
ResponderEliminarY de ese segundo relato...yo por si acaso, si me encuentro un pergamino, ni lo toco!! ajajajjaaj que miedo hija!!
Un besazo
Jajajajaja, si yo me emcontrase un pergamino sería la mujer más feliz del cosmos, no sé si sería capaz de dejarlo en su sitio, jajajaja.
EliminarUn beso, corazón.
Estos temas son buenos: mucha sangre, hígados fuera y riñones por los aires. Ahora el café no me lo pongas "colorao".
ResponderEliminarBesos.
Eh, eh, eh... que yo de rigadillos no hablo y el café solamente es concentrado ¡¡¡ÑAC!!! Mordisco en la yugular.
EliminarVeremos ahora quien duerme...grrr
ResponderEliminarQué miedo...
Besos
Hola, compi nueva, cómo me gusta leer a compañeros nuevos. Tú a dormir, no me hagas caso :)))
EliminarUn capacito de besos y tu café por si te desvelas.
Buenos relatos, aunque los dos dan escalofrio al leerlos.
ResponderEliminarLo siento, hoy no quiero cafe ni palomitas ni nada de lo que acompaña a estas fiestas.
Besos.
Hay veces, Rafaela, en que el dolor hay que camuflarlo entre palomitas, sobre todo cuando hay niños en casa. Y, personalmente, la tristeza no me domina estos días sino los 365 del año. Te dejo un abrazo muy, pero que muy amigo. Eso si?
EliminarMuy buenos relatos. El primero me da miedo. Es segundo, grima. ¡Qué foto, por Dios! Para mí, el café solo, templado y muy azucarado, gracias. Besines!!
ResponderEliminarYo te lo preparo como más te guste, Laura.Aquí el cafelito siempre es al gusto :))
EliminarMuchas gracias por venir, ahora mismo voy a fisgar por tu casa. Beso.
¡Juer!, Vero que miedito. El segundo mas. Eres una artista en todos los palos.
ResponderEliminarBesets a la familia.
Caray, gràcies.
EliminarEm fan por fins a mi ara que ho pense... :)))
Besets doblats.
Los pelos de punta con tus dos microrrelatos, bien acompañados de las imágenes.
ResponderEliminarGracias por participar en el HALLOBLOGWEEN.
Gracias a ti, Teresa, son fechas para dejar que la mente fluya y deje de pensar. Un abrazo, compañera.
EliminarMe han gustado los dos, especialmente el primero, por verlo más cercano a la realidad.
ResponderEliminarSaludos, feliz Halloblogween, y una miradita de cristal por ahí...
No, no, no... de momento que ningún cristal me mire... Soy capaz de cerrar todas las contras de las ventanas para que nada refleje, con lo cobardica que soy jajajaja.
EliminarGracias por venir, un beso.
Vero... me has dado miedo y no lo digo en vano... y encima por duplicado!
ResponderEliminarClaro, que en el primer relato, el peso recae en la conciencia de ese hombre, que allá se quedará en su lucha nocturna lidiando con esos ojos y ese rostro inevitable. Pero el segundo... creo que impacta no sólo por el misterio que encierra, sino por la imagen con que lo sellas.
Para no dormir de aquí a unos días!
Besos y a este cafelito le paso... El pop acaramelado, es irresistible, así, no hay dieta que aguante!
Gaby*
Mujeres fuertes y valientes, además de inteligentes, y todavía no controlamos lo espeluznante, Gaby. Yo la primera que me dejo sujestionar... ¿Será posible? jajaja. Vaya dos...
EliminarUn gran abrazo.
Ese café parece chocolate... jajajaja, cualquiera se lo toma. Hoy no, no quiero café...Me da miedo. Mañana! jajajaja. Besos.
ResponderEliminarSíiiiiiiiiii, es chocolaaaaaaaaateeeeeeeee.... dijo la sombra negra con voz fantasmal...... jajajaja.
EliminarUn gran abrazo, Julia.
!Wow! Me horriencantaron tus relatos. El primero es escalofriante. Como ese hombre seguira vivir en paz y sin poder dormir con esa nena sentada a la orilla de sus cama. !Que horror!
ResponderEliminarLa segunda, es magnifica, me fascinó la trama del pergamino. Excelentes relatos, las imágenes
perturbadoras. Esta vez mi querida Vero... paso el cafelito. !Me retiro con el pelo erizado!
Besos
Ahorita mismo te preparo un colacao. Muchas gracias. Todavía me falta leer algunos de los relatos participantes, voy poco a poco, dosificando el terror...
EliminarUn beso, Yessy.
Ay Vero, que relatos! El primero me impresionó mucho, la consciencia a veces juega esos trucos, o será que viene a pedir justicia?
ResponderEliminarEl segundo me encantó, con esa foto que escogiste y da pavor.
Buen trabajo compi, lograste que sienta miedo!
Un beso enorme.
¡¡¡Al final me voy a asustar yo más de lo que estoy. Sola en casa, día nublado, silencio en la plaza, todo oscuro tras de mí... me estoy sugestionando sola y voy a salir de casa a gritos, mira que soy tonta!!!!!
EliminarBesos lluviosos pero con cariño :)
¡Madre mía! Cortos pero intensos y ya con la imágenes para qué contarte...
ResponderEliminar¡Besos!
Gracias, Tessa, de eso se trataba, de impresionarnos entre todos de miedo... UUuuhhhh...
EliminarUn besito y gracias por venir.
Muy buenas las dos propuestas. La primera tiene su puntito de tristeza, junto con el terror; la segunda mucho misterio y un final muy sorprendente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Maribel. Traté de condensar el terror como en una imagen final y eso me salió.
EliminarTu cafelito te esperará en esta casa. Bienvenida.
Muy buenas ambas entradas!
ResponderEliminarGeniales, qué miedito!!!
Saludos!
Hay que ver, Inma, lo pronto que nos sugestionamos ¡¡¡Y yo la primera!!! :)))
EliminarUn abrazo y tu cafelito.
Veremos si cuando me vaya a dormir no se me aparecen los tres del pergamino ! Las dos historias son muy buenas pero la segunda me ha impactado más. A pesar de la brevedad has conseguido transmitir verdadero miedo¡
ResponderEliminarUn beso
Es que la foto se las trae, son una compañía de teatro. Fue la imagen la que me sugirió el texto.
EliminarGracias, me alegra haberte asustado, jajajjaa.
Un besito, Charo.
Verónica, tanto los ojos de cristal del primer micro como los ojos blancos del segundo nos muestran dos visiones diferentes del horror. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Alicia. Dudaba en si publicar uno u otro ya al final me alegra de haber duplicado la entrega. Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo y me alegra que vinieras. Ahora paso a ver tu casita, vete quitando el polvo :)))
Me has recordado las sesiones de cine de verano, donde echaban dos películas. Mi preferido es el del taxista, quizá porque a cualquiera puede sucederle.
ResponderEliminarFeliz Halloween.
Muchas gracias.
EliminarYo recuerdo el cine de verano con muchas pieles de pipas por el suelo, papeles de polos y mucho ir y venir de niños, charlas, bocatas... :))
Sí, cualquiera podría dejarse llevar por el miedo en caso de atropello, espero que no me ocurra. No, no creo... o no quiero creerlo...
Felices días a ti también.
Dos buenos microrrelatos, me ha gustado especialmente el primero. Enhorabuena.
ResponderEliminarGracias, Felisa. Me alegra. Un abrazo y tu cafelito normal :))
EliminarPor suerte llegó noviembre, ¿no?
ResponderEliminarSuerte
J.
Sí, para dejar escapar ese fantasioso espíritu oscuro que llevo dentro... Uuuhhhhhh :))
EliminarGracias, José, necesito esa suerte.
TERRORÍFICOS COMO LOS TEMAS DE MARILYN MENSON.
ResponderEliminarABRAZOS
Me chifla su indumentaria...
EliminarUn beso y tu naranjada :))
Vaya, veo que estas espeluznante... Vaya modo de transmitir una sensacion de terror... Magnificos textos, amiga
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, los esqueletos bailones que cuelgan de mi lámpara y los dientes vampíricos de plástico que todavía rondan por la cocina, crean una atmóstera de terror en casa que me inspira :))
EliminarUn abrazo y muchas gracias. Me gusta saber que estás ahí.
Menos mal que te estoy leyendo de día !que horrorrrr! Geniales Vero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los dichosos ojops de cristal que yo creé me rondaron por casa todo el día, yo misma me doy miedo, hay que ser lela, hija...
EliminarTu cafelito, Chelo, y nuestro cariño.
Me ha gustado especialmente el primero, breve pero intenso XD
ResponderEliminarGracias por venir, reina negra.
EliminarPeón blanco te deja un cafelito :))
Muy buenos ambos relatos, las mentes "calenturientas" hierven de terror con ambos micros....Geniales y Terroríficos!!!
ResponderEliminarMuy buenos. Saludos.
Muchas gracias, Mad, por venir.
EliminarMe alegra que te gustasen y de que hayas venido, así podré ir a cotillear por tu blog, a ver qué te cuentas...
No saques el conejo de la chistera que acabará en la paella :)))
Un saludo y gracias.