Menos mal que no me
ahogué en 1807 porque ese fue el año en que se publicó el primer manual del
socorrista en río o mar, que aconsejaba lo siguiente:
Rasgar las vestiduras
del accidentado y enjugar o secar su cuerpo con franelas. Tenderlo cerca del
fuego e introducir aire caliente por su boca mediante una cánula. Al mismo
tiempo hay que introducir humo de tabaco por su ano mediante una máquina de
fumigar o fuelle, y en caso de que no se dispusiera de tal artilugio, se
utilizarían un par de pipas de fumar. Hecho esto, se darán al ahogado gotas de
agua de toronjil, y se aplicarán a las plantas de los pies ladrillos
calientes al tiempo que con una pluma de ave se le estimulará el interior de la
boca.
La Sociedad de Holanda que se fundó en Amsterdam en 1767 para socorros de
ahogados y asfixiados ya se valía de una máquina fumigatoria de este tipo, movida por
un fuelle.
¡¡¡Imaginad el maletín
que debía este socorrista, trapos de franela, una cánula o una hoguera, un par
de habanos, una máquina de fumigar, un frasquito de agua de toronjil, ladrillos
calientes y una pluma de gallina!!!
Sí, sí... no era broma. Existía.
Menos mal, chicos, que
los tiempos cambian…
Os dejo un cafelito ahogado, bola de helado al gusto y un buen expreso por encima... bien rico, ¿eh, que sí?
Te lo acepto. Brindemos con café por el progreso en las técnicas de rescate.
ResponderEliminarSaludos.
Eso, amigo, menos mal que si te toca un musculitos o pechugona de "vigilantes de la playa", al menos verás a un guaperas y el boca a boca no te lo hará una pasa con dentadura postiza.
EliminarAy Dios! Lloro de risa jajajajajjajaaaaaaaaa. Por favor era mejor que te dejaran morir!! Si estuviese tomando café me habría atorado de reírme. Gracias Vero, sos increíble. Ahora si brindo con un cafetito por tu regreso linda.
ResponderEliminar¡¡¡Uuuuuh, si te debo tres o cuatro respuestas!!!
EliminarQuerida mía, que bueno verte por estos lares sin abandonarme... la misma risa me produjo cuando leí este fragmento, casi no me lo podía creer porque de eso hace nada de tiempo!!
Beso, compi. Gracias.
Que bien tenerte de nuevo por estos pagos. Se te echaba en falta, aunque entiendo ese pequeño distanciamiento, me siento igual. Esta entrada me ha parecido genial y como bien dices que suerte de la época que nos ha tocado vivir... pese a todo. Abrazos a la familia.
ResponderEliminarHola, David! A punto estuvimos hace un par de fines de semana de pasar a devolveros la visita, en plan sorpresa, chicos... pero la peque tenía ensayo de baile todos los días para las fiestas de esta semana pasada. A la próxima no te libras! jajajja, un beso a los dos.
EliminarDices que hay que meter humo de tabaco por el culo, para desahogar y otras lindezas más. Bueno eso no es "ná", y lo veo hasta lógico. Yo hice un curso de socorrismo, para trabajar en una piscina de frailes, y les metía un habano encendido por el culo, y si el fraile y aun y así no reacionaba, tenía un perro pequinés para que les mordiera en las pelotas.
ResponderEliminarBesos y cafelet Censu.
Mi curso fue más radical... se necesitaba una antorcha de playa y un bulldog, y aún así, como andaban tan acostumbrados a zanaorias y cilicios, pues ni efecto, chico...
EliminarUn beset. company.
¡Qué horror casi me ahogo de pensarlo.
ResponderEliminarDesde luego, si no se reacciona es que la has palmado.
Eliminarjajaja qué disparates se han cometido "en nombre de la ciencia" jajaja
ResponderEliminarSuper interesante artículo y excelentemente ilustrado, Vero!!!
Un fuerte abrazo
A saber cómo será el manual del socorrista en unas décadas... y el boca a boca y los aplastamientos les parecen prehistóricos, jajaj.
EliminarUn beso gigantesco.
Pues, sí, mejor ahogarse.
ResponderEliminarCasi que sí, eh? :))
EliminarDe buena que la Historia está en continua evolución. jajajaja
ResponderEliminarDemos gracias a Apolo que en la linde de su santuario aturrulla a las musas para que inspiren a los científicos... :)))
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