"Madre, te recuerdo que he sido un hijo cumplidor, que una vez te cacé diligentemente siete codornices que tu habías querido comer, que si me pasa alguna cosa quizá nadie venga a hacerte ofrendas ni cambie tu agua por nueva para que tu Ka pueda refrescarse." (1)
La ofrenda fue colocada en el interior del mismo cuenco y, al finalizar, anotó las grafías en un papiro y lo ató en el grueso tobillo de la estatua. Esperando la noche en su casa, tenía la esperanza de recibir la respuesta en sueños. Quería que su madre bienhechora fuese feliz en el Campo de Juncos (2). Necesitaba su protección, la ansiaba. Nefert-Usar-Ef había dejado de amarle.
A ver esa energía, chicos, que no decaiga...
(1) En el Antiguo Egipto, solían escribirse mensajes a los difuntos parientes, para rogarles protección, para regañarles porque seguían molestándoles, para que les sanaran, para pedir consejo, para tomar decisiones, para hacer que se sintieran bien y alejados de cualquier espíritu malvado... Podían escribirse en cuencos, en papiros o en tablillas de barro. El Akj, el espíritu transformado en el Más Allá, se aparecía en sueños y daba respuestas.
(2) El paraíso egipcio era un lugar fértil llamado Campo de juncos, que venía a significar algo así como reposo, poniente, paz, felicidad... entre marismas e islas donde reinaba un dios llamado igual que este paraíso, Hetep.
Me gusta esa mística que tenían los antiguos, siempre presente: aún para resolver los problemas cotidianos recurrían al más allá mediante prácticos métodos jeje Muy interesante, como siempre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
P.d
espero tu foto
=)
Una entrada muy tuya, amiga Censura: genial y didáctica. Me ha gustado y he apredido, como siempre. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarMuy ilustrador tu relato. Nos has proporcionado muchísima información.
ResponderEliminarUn saludo
Es curioso porque la ultima vez que estube en un cementerio tambien les deje una carta a todos mis familiares que alli reposaban, era consciente de que no pude despedirme de ellos y asi li hice. Me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarEs curioso porque la ultima vez que estube en un cementerio tambien les deje una carta a todos mis familiares que alli reposaban, era consciente de que no pude despedirme de ellos y asi li hice. Me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarSiempre han existido las relaciones con el más allá de una u otra forma.
ResponderEliminarHay formas de ponerse en contacto con ellos, yo dejo notas escondidas para que las encuentren mis hijas cuando deshagan la casa y sean mas las risas que las lagrimas. Un saltibrinco
ResponderEliminarCuánto sabes de mitología y de cosas de esas tan raras. Yo sólo sabía, y ya ni me acuerdo de la aventuras de Tarzán y la Mona Chita.
ResponderEliminarBesos Censu, y perdón por las bromas, ya sabes que no tengo arreglo. Bueno y carajillo, aunque hoy ya no hace frío.
Muy original tu carta del relato de los jueves en relación con la mitología.
ResponderEliminarUn beso dulce de seda.
Original como siempre y una brillante manera de optar al relato juevero.
ResponderEliminarGracias por tu abrazo y haz participe del mío a los tuyos.
Conocía estos usos del antiguo Egipto, y me parece muy original tu aporte. Felicitaciones.
ResponderEliminarUn beso.
Una forma muy válida de despedirse de su madre, siempre me ha gustado las formas y las tradiciones del antiguo Egipto... una cultura que siempre llamó mi atención...
ResponderEliminarMil gracias por participar en este jueves...
Besines grandes...
Mi abuela, con la que siempre ha habido y hay un vinculo especial, siempre me dijo en vida que jamás le llevará flores, ni fuera a visitar su tumba porque allí no iba a estar. Poniendo una mano en mi corazón y otra en mi cabeza me dijo: Aquí es dónde debes buscarme.
ResponderEliminarMe gustan estos misticismos y tradiciones.
Un beso enorme.
A lo mejor alguien contestó, nunca se sabe. De todas formas, es una buena manera que los seres queridos no murieran nunca.
ResponderEliminarMuy interesante.
Un abrazo
Todas las culturas tienen su forma de manifestar su apego por los que han partido...las tradiciones antiguas son en si, la base de lo que aún hoy se practica..como dejar flores y cambiar el agua de la vasija que las contiene..muy parecidas aún....yo pienso como *...los que parten se quedan en nuestra cabeza y corazón...lo que se entierra solo es el vestido que usamos...
ResponderEliminarMuy gratamente me voy de tu casa...algo diferente de leer..besos
Me alegro de volver a leerte, amiga. Andamos entrando y saliendo de los jueves y por fin hemos coincidido.
ResponderEliminarComo siempre lúcida y original tu aportación. Que emotivo queda, visto con la perspectiva del tiempo, estos mensajes con aire de despedida. Este en concreto tiene esa curiosa mezcla de tono doméstico y de posible adios que casi estremece.
Un fuerte abrazo
Una carta sencilla y que va al grano, ja, ja , cómo debe de ser!
ResponderEliminarMe alegro mucho de volver a leerte!
Ya no hay cafelito????
Un beso
Una carta sencilla y que va al grano, ja, ja , cómo debe de ser!
ResponderEliminarMe alegro mucho de volver a leerte!
Ya no hay cafelito????
Un beso
Hay tradiciones que aun se siguen haciendo.
ResponderEliminarBsss.
SIEMPRE TUS VISIÓN TAN VERTICAL.
ResponderEliminarABRAZOS
Una forma de seguir manteniendo los lazos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ah, chicas y chicos, qué contenta me he puesto al ver que no habéis ido, que seguís al pie de vuestros blogs y pasáis a dejarme vuestros comentarios tras leer los textos, tan pedántemente históricos como me dijo un bloggero, tan aburridos, dogmáticos, y algunos otros adjetivos no demasiado bonitos, como dijeron otros; o que cierre el blog, que me salga de la bloggosfera, que ya está bien de tanto café...
ResponderEliminarSiempre los hay, porque los hay, pero afortunadamente estáis vosotros, y os echaba de menos. Gracias. Pasaré poco a poco a comentaros por vuestras casas, sin prisa pero sin pausa.