La palabra es FIN...

Nos propone Sindel la palabra FIN, porque se acaban las semanas de este 2015 tan basculante entre lo bueno y lo malo. Sí, se acaba, finaliza, llega a su fin. No me viene a la mente, en el momento del cambio de número, más que la alegría de que, aunque sea un código de tiempo implantado, el año será nuevo, sin estrenar, para llenar y rellenar...

El fin de este año reluciente será el no dejar que a ningún mal se le permita la entrada, ese será mi fin, mi finalidad, mi objetivo...

Hay personas cuyas acciones siempre, siempre, siempre, tienen un fin, y ese fin se manifiesta en un factor de "sacar provecho" de cualquier encuentro porque quedan para saber qué hace el otro y ver si le es útil la información, un vistazo a la prensa por si conoce a alguien que esté haciendo algo que le conviene y así contactar "casualmente", se paran por si captan al vuelo un comentario por la calle de pasada y disimulan con el cuello torcido y la oreja en posición escucha, ver lo que llevan los demás en el carro de la compra a ver si les sugiere para hacer un regalo...

...cualquier parecido con la vida real es totalmente cierta y los personajes no son de ficción, solamente que, al igual que este gato, hay que adaptarse a vivir entre coles...

...veréis...

Ayer voy de compras y me encuentro con una mujer que conozco, aprovechada y hábil en escaquearse del trabajo porque solamente sabe dar el pego organizando o participando en cualquier acontecimiento vacío de contenido, hermana de una amiga, en la cola del super. Ella observa que llevo, entre otras cosas, una col de hojas tiernas de las que se cortan en tiras muy finas para hacer ensalada. Pese a no haberla visto en más de cinco años, a la mujer no a la col, ni me interesa ni a ella tampoco, ni ganas de verla ni ella tampoco a mí, nos hacemos las desconocidas para no intercambiar palabra. La observo con el rabillo del ojo y veo que está lanzando rayos infrarrojos a lo X-Man a mi col. De repente y a voz en grito me pregunta en la misma cola, con unas seis o siete personas en medio de las dos: "Oye ¿cómo cocinas la col? ¿Cuánto te ha costado? ¿Poco, no? Porque tú no compras cosas caras. Es que a mi marido le duele el estómago cuando la preparo yo...

No sé de las dos la que tiene más cerebro, si la col o ella.

Pavlov hubiera finalizado antes su experimento si me hubiese presentado esta imagen...

Gracias a ti, amiga.