Cuenta la leyenda que una zorra de nueve colas debía devorar un millar de hígados antes de la conclusión de su milenio; ha devorado ya 999 de valientes hombres y necesita uno más para convertirse en humana. El 2016 comienza ahora y le restan cien días de vida; si el hígado no es comido antes del 9 de abril, Kumiho (1) morirá.
Duda. No puede ver morir al hombre que ama.
Duda. El amor la está cambiando.
Duda. Algo bello se mueve en su vientre.
No duda. Nunca llegará a ver al recién nacido.
(1) Kumiho o Gumiho (la hache no es sonora) significa en coreano "zorro de nueve colas", forma parte de los mitos chinos y japoneses también, cada uno con sus variantes. El corticuento es mío...
Cafelito con amor...
Mi apreciado regalo... Gracias, Sindel
Me tomo el cafelito y con una copita. ¡¡Menudo cuento!! Un abrazo
ResponderEliminarHay tanto que desconocemos, amiga querida. Me gustaría tener un par de vidas más para regocijarme en el conocimiento.
EliminarUn beso.
No conocía este personaje mitológico, me encantó hacerlo. Tu cuento es genial, me gustó mucho ese final.
ResponderEliminarGracias por volver a acompañarme. Un beso enorme.
Ya sabes que estaré contigo siempre que pueda, eres mi pequeño desafío :))
EliminarTe estimo.
Conozco algunos que bien merecen que le coman el hígado...no son valientes ?sirven igual? jejeje
ResponderEliminarSiempre tan original con tus aportes
Un fuerte abrazo
Gracias, compi. Sí, pero como son justamente higadillos de mala gente igual se nos indigestaban, amiga, jajajaja
EliminarBeso.
Siempre interesantes tus entradas, me ha gustado por lo desconocidas que son para mí estas leyendas.
ResponderEliminar¿Y no va a ver el fruto de su vientre en esta ocasión o ninguno anterior?
ResponderEliminarSe me ocurren cientos de preguntas.
Me gusta cuando vengo porque siempre encuentro cosas muy interesantes que me hacer ir a conocer otras.
Un beso enorme.
Bie, hasta las mitologías dudan. Es un comienzo para dejarnos de ser tan fundamentalistas!
ResponderEliminarBesos!
Wowowowowowo... encontré tus letras muy interesantes... estupendo aporte sin dudas.
ResponderEliminarUn beso.
Chapó Verónica.
ResponderEliminarMuy interesante y gran escrito.
Abrazos.
Desconocía la historia pero ne ha gustado.
ResponderEliminarBesos
Muy bonito el microcuento. Siempre me haces aprender cosas nuevas.
ResponderEliminarGracias y otro cafelito para ti.
Un beso
Es muy original y hace pensar...
ResponderEliminarMuchos besos.
Una historia que no conocia, pero yo dudaria antes de comer el ultimo higado ¿Y si este pertenece al hombre que tengo destinado? Enigmatico cuento. Besos.
ResponderEliminarQuede fascinada por la historia. Felicidades por la aportación.
ResponderEliminarDuda: El corazón que le faltaba ¿era el de su amado?. Bella historia de amor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
La parte de las dudas es tuyo o es todo el texto?
ResponderEliminarCasi me olvido, el título de tu entrada me recordó a Macedonio Fernández 'recién venido' varios así.
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