Erase que se era una princesa horrorosa, un príncipe
lerdo y un hada maliciosa.
Erase que se era un rey infame, una madrastra ilustrada y
una bruja bienhechora.
Erase que se era un dragón sin entusiasmo, un pirata sin compostura
y un vampiro desdentado.
Erase que se era un lobo cándido, una feroz oveja, un león
temeroso y un cerdito flacucho.
Erase una vez, no fuera como fuera, un país de ser y no
ser en donde nada andaba como anda en los cuentos.
Y ocurrió en este curioso reinado de cuentos que la
princesa era fea porque tenía un pequeño lunar, el príncipe lerdo porque no
sabía sumar, el hada era maliciosa por su varita rasguñada que no hacía buen
hechizo y el infame rey porque de los infames se deshizo. La madrastra usaba
los diarios para limpiar ventanas y la bienhechora bruja decían que cuidaba de
las dulces ranas cuando las cazaba. Al dragón le aniquilaron las vitro la pasión, al vampiro le
expulsaron de su cargo político y el pirata nunca fue a prisión. En aquella selva,
el lobo creía en los sindicatos, la oveja no aceptaba negociaciones, al león le
amenazaba el despido y el cerdito, rollizo un día, todo lo perdió.
... con dragones y princesas y castillos encantados, el que
no levante el culo se le quedará pegado.
HOY OS DEJO ZANAHORIAS, HUEVOS Y CAFÉ ¿QUERÉIS SABER? PUES UN CUENTO HAY QUE LEER...
La imagen tiene un link al cuento, espero que os guste y me comenteis después, si?
Vamos al link...
ResponderEliminarSalut
!!! Como cambiarían los cuentos si se escribieran desnudandolos de moralina y poesía!!!.
ResponderEliminarMe fuí al enlace y una vez leído y pensado, he llegado a la conclusión de que me gustaría ser grano de café. Aunque ya, naturalmente, descafeinado.
Besos.
Tiene su ingenio.
ResponderEliminarY conocía ese cuento.
Un abrazo.
Los cuentos versionados ganan mucho, no necesitamos moralejas, ya las hemos usado todas. Un abrazo
ResponderEliminarReal como la vida misma...nada es lo que parece.
ResponderEliminarBesos gordos.
¡¡¡ Muy bien, guapa!!!
ResponderEliminarHay realidades que no se parecen en nada a los cuentos!...a veces felizmente!
ResponderEliminarUn abrazo
=)
Esta claro que todos los personajes tienen su lado bueno pero tambien su lado bueno, y a la inversa. Has hecho una descripción genial, me encanta. En cuanto al cuanto del enlace yo me veo como grano de café, mi lema en la vida es buscar lo bueno de lo malo. Gracias por participar en mi convocatoria, besos.
ResponderEliminarPues sí, ya está bien de tanto cuento en el que todos desempeñan sus papeles...¡Hala, a cambiarlo todo!
ResponderEliminarHas jugado con los personajes de los cuentos muy bien, a ellos les apetecerá cambiar un poco la rutina.
ResponderEliminarHe ido al cuento de las zanahorias, los huevos y el café y mi respuesta es que soy las tres cosas, unos días las situaciones me sobrepasan y me vuelvo fácil de aplastar, otras veces mi rabia se obstina en encerrarme tras una coraza de hierro, y hay momentos en que me adapto y acepto las cosas con alegría. Un buen lío que tengo en la mollera.
Un abrazo.
Erase una vez
ResponderEliminarun lobito bueno,
al que maltrataban
todos los corderos. (bis)
Y habia también
un principe malo
una bruja hermosa
y un pirata honrado. (bis)
Todas estas cosas
habia una vez
cuando yo soñaba
un mundo al revés. (bis)
La canta Paco Ibañez
Real como la vida misma. Te ha salido Genial!!!
ResponderEliminarÉrase que se era el cuento al reves. Ingenioso relato.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchos cuentos infantiles son simples y superficiales porque sus adultos autores creen que así deben de ser para que sus pequeños lectores los entiendan. ¿Pero no es esto un engaño? ¿No es menospreciar la inteligencia de un(a) niñ@? ¿O es que acaso debemos protegerlos de los monstruos en vez de enseñarles a ser valientes y a enfrentarse a darles medios para enfrentarlos?
ResponderEliminarEl cuento de Bucay tiene trampa. Cualquiera querría ser granos de café, pero si fuera así, que distinto sería el mundo.
Un abrazo.
Los cuentos también se internaban en la realidad social, pero claro, se edulcoraron las historias para hacerlos aptos para niños y ahí me remito al comentario del amigo Ibso.
ResponderEliminarAhí estaban las luchas de poder, la miseria del pueblo, etc.
Agrio en el fondo, dulce en la forma tu relato.
Besos para los cuatro.
Muy ingenioso Censura!
ResponderEliminarHabría que cambiar el título por "Es una vez" o simplemente "Es"
Abrazo!
Buenas tardes, Verónica:
ResponderEliminarTodo un placer leer este cuento del revés que en el que cuentas las cosas como son: con princesas y príncipes tan comunes como sus súbditos, con dragones o vampiros aquejados de realidad, con tu ritmo tus maneras que hacen de esta lectura una delicia, Verónica.
¡Café, café, mi reino de naipes por un café!