Ser un mitómano no implica andar leyendo mitologías varias de forma obsesiva y sin respirar. Ser mitómano o sufrir de mitomanía, trata de contar mentiras todo el tiempo haciendo que la realidad sea otra bien distinta y más propicia. El mitómano adora el engrandecer sus orígenes, sus nulas hazañas, o embelleciendo sus miserias, hasta deleitarse en ello observando los efectos que provoca, como quien contempla y se recrea, al final, en su obra de arte.
La mejor representación literaria sobre este tema la encontramos en la comedia La verdad sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón, obra escrita entre 1618 y 1621.
La obra nos da una lección de moralina a través de Don García, un señor que inventa toda clase de embustes para enamorar a la señorita Jacinta y, evidentemente, acaba con el rabo escaldado por "trolero", casándose con Lucrecia.
Hay un fragmento muy bonito, a parte de toda la obra, que me gusta en especial; trata de la metáfora de pagar el mal humor con el primero que pillas...
Como el toro a quien tiró
la vara una diestra mano
arremete al más cercano
sin mirar a quien le hirió,
así yo, con el dolor
que esta nueva me ha causado,
en quien primero he encontrado
ejecuté mi furor.
He tenido la ingrata fortuna de conocer a más de uno!
ResponderEliminarEn el caso más grave, el susodicho fabricó una red de mentiras en torno suyo que terminó atrapando aún a quienes lo creían fiel amigo y compañeros de trabajo. No sólo convenció a muchos para que le prestaran dinero que nunca devolvió -intentando infructuosamente tapar los agujeros que cavaban continuamente a su paso- sino que además fraguó el título universitario que nunca tuvo! A ese bicho, mejor sacudírselo temprano, porque de otro modo uno terminaba endeudado hasta la médula!
Un abrazo
Lo malo de estas personas es que llegan a creerse sus propias mentiras y camuflan su poca vergüenza con necesidades inventadas, como este personaje que describes tan acertadamente.
EliminarLejos, lejos... tsú, tsú...
Besito.
Pues efectivamente así sucede y hay gente que miente más que habla, aunque yo creo que a estas perlas se les cala a la primera de cambio, y a muchas les sucede como al del cuento del lobo. El fragmento que mencionas desde luego es genial. Gracias por pasarte por mí espacio, y te añado a mí lista de blogs.
ResponderEliminarSaludos.
Hombre, bienvenido!
EliminarPues sí, suelo calarlos pronto a estos tipos y aunque parece mentira, en ciertos contextos sobreviven, trepan y triunfan... es más, les resbala lo que dicen de ellos.
Saludos y cafelito con hielo, que hace calor.
Una de mis frases de cabecera "las mentiras tiene las patitas muy cortas" (y tan cortas...) a la larga siempre se sabe todo. Ahora, eso es cierto, algunos son tan sibilinos/as y se lo hacen tan bien que cuesta cazarlos, ehh?. Queda agudizar los sentidos, observación e intuición (jaja, para mi es como mi radar...) ;)))
ResponderEliminarBesos
Los hay que muestran un parpadeo muy sutil cuando se la están inventando, pero otros tienen tanta desfachatez que te la cuelan como quieren, amiga.
EliminarUn abrazo bien gordo y calentito, UFFF :)))
Bueno ... las mentiritas piadosas cuentan? Las mentiras laborales obligatorias (del estilo "el Dr. está en una reunión, la Dra. está de viaje ... que ya estoy tan entrenada que me salen naturalmente, y si es necesario los hago aparecer como por arte de magia, antes me daba verguenza, ahora ya me acostumbré)cuentan? Yo que se, a veces por no herir sentimientos, por no causar preocupaciones ... . Nada es del todo cierto mi estimada amiga, todo es relativo mmmmm! Sino el mundo se hubiera terminado hace muuucho tiempo.
ResponderEliminarOh que fea impresión estoy dejando! Naaa, yo siempre, siempre, siempre digo la verdad. Y me voy que me está creciendo la nariz jajaja!
besos
Esas no cuentan, compi! Si no nos vamos todos al infierno; aunque mejor, dicen que allí bajas a comer salchichas a la brasa, porque arriba solamente comen tortitas insípidas!
EliminarHay un caso que me resopla en los higadillos ¡¡¡ESA SÍ QUE CUENTA!!!... cuando alguien dice: "Entonces no te lo dije porque no era momento, pero ahora que han pasado los años, aquello que te conté era mentira. Lo dije para no lastimarte". Entonces duele más, porque dijo una mentira, porque HAS vivido años sin saber que aquello no era cierto, y porque la verdad es ahora más dolorosa porque el asunto estaba olvidado. La verdad en el momento, duela o no duela, O NO SE DICE NUNCA. En mi caso, claro...
Yo también tenía un jefe de esos eternamente reunidos, de esos a los que se les pone enferma la suegra 368 días al año... Había una sinvergüenza que me pedía una muleta prestada de tanto en tanto, y cuando ya la habían visto años con la misma muleta, me pidió un collarín... cada año en mayo (casi final de curso) dejaba la docencia y se paseaba por los pasillos con el collarín todo roñoso...
Besito, compi!
Que peligro... ¿Y dices que eso pasa cuando mientes mucho y para aparentar?
ResponderEliminarTendrá que vérmelo el médico. Mientras tanto no digo una palabra más.
Bueno sí... besos
¿Qué quieres tú aparentar, amigo de mi corazón?
EliminarComo no nos mire el médico la blogosis ¿o será bloguitis? :)))
Un besito y feliz verano.
La mitad de la gente, trata de hacer ver aquello que no es.
ResponderEliminarNo es mi caso, ya que soy inteligente, apueste, viril, sensible, y sobre todo, humilde.
Un abrazo.
Jajajajjaa! Pues ya somos dos!!!! Bueno, viril no soy, rica tampoco, pero guapa e inteligente soy un rato largo! jajajaja!
EliminarBesito.
Ese tipo de ejemplar, es muy común en este país nuestro...
ResponderEliminarUn abrazo
Demasiados, amigo, y en todas las esferas... lo peor es que muchos triunfan.
Eliminarbesito.
Alguno si que se conoce sí y no muy lejano. Me gusta esa palabra mitomano, bueno a estos mitomanos se les termina viendo el plumero tarde o temprano.
ResponderEliminarBesos, hoy sin café que es muy tarde.
El caso es que si les ves el plumero, a ellos no les importa y encima levantan el hocico ofendidos...
EliminarBesito, compañera. ¿Cómo va todo?
hOLA!!!Quién no conoce a alguien así??? ufffffffff!!! Apuesto por la verdad por cruel que sea... siempre he preferido una verdad aunque fuera dura antes que una larga mentira porque me hace mucho más daño. BUEN POST AMIGA!!! Besos desde Cáceres.
ResponderEliminarPues ya somos dos, siempre espero que me digan la verdad en el momento y no soporto las mentiras ¡¡¡ni las piadosas!!!
EliminarHermoso lugar...
Muchas gracias, amiga Liova.
Cafelito con hielitos!
Piedra libre para Any, jajajaja!
ResponderEliminarYo tengo un amigo que de niño era mitómano perdido, y aún conserva las mañas, ataques de pánico incluido.
Y si vos lo ves es y era bien exitoso. Gran deportista, personalidad arrolladora, muy sociable, ganador con las mujeres, empresario exitoso. Pero bueno, tuvo su carga pesada en la infancia, y es un tipoo estimado por muchos..
También trabajé con otro, con quien simplemente te cuidabas y ya.
Y bueno, uno conoce varios ejemplares más. Mientras no te jodan...
Pero conocí el caso de una chica a quien le tenía mucho afecto. Era amiga de otra chica muy querida por mí. Compartimos muchas cosas en la adolescencia y primera juventud.
La dejé de ver. Supe que la otra chica había cortado contacto con ella, pero no pregunté mucho. Después me enteré de una seguidilla continua de mentiras que terminaron aislándola. Un día me enteré que tenía cáncer, y al poco tiempo me llamó la hermana a avisarme que había fallecido, con 30 y pico de años.
Triste.
Me gustó el fragmento. Todo es acción y reacción. Conviene ser cuidadoso.
Saludos
Fíjate tú, tanto éxito para ser un cretino, igual tenía un enorme complejo de inferioridad porque para ser exitoso y mentir así...
EliminarLas verdades acaban siempre, o casi siempre, por saberse, pero hay veces que afectan a quienes se les dice y otras veces no. Una persona en concreto obtuvo un premio extraordinario en sus estudios de doctorado presentando 26 veces la misma comunicación con distinto título. Nadie denunció el caso salvo yo, la persona que debía actuar contra este fraude me respondió: "Mañana podrían denunciarme a mí". Ya está, se acabó el conflicto, la denuncia eliminada y el premio para la fraudulenta. Ahora se ha casado con un alto cargo universitario -un viejo sapo, por cierto- y es docente con honores. ¡¡¡Y no le cae la cara de vergüenza cuando la miras, todavía levanta más el morro!!!!
Triste, como tú dices...
Gracias, Ojo, me alegré verte de nuevo, en este nuevo blog no tenía tu contacto.
Besito y café. Ya te añadí!
Que feo defecto la mentira, que fácil cubrirse bajo el manto común de la mentira aceptada por todos y formar parte de ese grupo que se ha hecho fuerte en su unión.
ResponderEliminarSobre todo, el mal se hace cuando ese grupo pilla a algún inocente por medio, cuando se falsea la realidad y ese grupo emplea su malignidad para hacerse fuerte con el embuste y atacar a quien no debe. Y tanto que te doy la razón, amiga.
EliminarTodo escritor es un poco mitómano, ergo soy mitómano.
ResponderEliminarPero nunca lo oculté.
Y, también, me gusta mucho leer mitología.
Saludos
J.