Corría el siglo XVI en las Británicas, cuando hartos algunos "chismorreados" decidieron dar un buen excarmiento a las correveidiles, cotillas y chismosas mujeres.
Así, como medida disciplinaria, colocaban a la mal intencionada una especie de jaula en la cabeza y con ella estaba obligada a pasearse a diario por las calles; los días del castigo dependían del tamaño del chisme.
Algunos diseños hasta llevaban correa de paseo...
El objetivo de estas personas, las castigadas de entonces o las impunes de ahora, siempre ha sido el mismo, hacer que tu vida parezca más penosa que la suya, insulsa y vacía...
Feliz café mirando al mar...
Para varones...¿habría?
ResponderEliminarPueeeees, teniendo en cuenta la época...
EliminarDEBIÓ SER MUY PENOSO PASAR POR ESE CASTIGO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Pues a mí no me parece tan mal, hay mucho correveidile que merece un buen esparadrapo en la boca. Sería divertido que a todo el que difamase le persiguiese una cabra por la calle... jajajaja! beso.
EliminarAh, claro, y de éstas máscaras descienden las de cuero que se usan para ver las sesiones del senado... eh, digo, en las sesiones sadomasoquistas, no?
ResponderEliminarSaludos
J.
Acepto tu sugerencia, adquiriré una máscara con dispositivos antigas y me la pondré cuando vaya a ver a una amiga, hacerle una visita es sadomasoquismo para las orejas ¡¡¡y el olfato!!! jajajjaa! Perdón, jajajajaa!
EliminarUn abrazo.
Qué tremendo!
ResponderEliminarTambién digo como Neo, si habría también para varones, pues hay algunos...
Un abrazo.
Yo los conozco muy bocazas, es cierto...
EliminarUn abrazo, compañero. Calor?
Increíble.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Al fin y al cabo, hay de mucho más bocazas y embusteros, con mirar los parlamente de cualquier parte, destellan los hierros, Antonio.
EliminarVoy pronto a cotillear por tu casa, ando con menos tiempo que un calendario caducado.
Veo que mi colega demiurgo ya comentó. Y algo interesante.
ResponderEliminarDe no haberse abolido, de seguir usandose, todos los que hacen programas de chimentos tendrían una jaula en la cabeza.
¿Qué son los chimentos? Los chismes de la prensa rosa? :)) Los herreros iban a tener trabajo, amigo, si nos ponemos a por los bocazas.
EliminarUn besito, compañero.
Que atrocidaddddd
ResponderEliminarY según los dibujos, sólo para mujeres!! ay que ver, con la cantidad de deslenguados que sacaría yo a pasear.
Un besazo
Es adaptable a los varones, no tengo dudas. Al menos si he de castigarles yo, ahí dejaría la igualdad de sexo bien patente, jajajajaj!
EliminarUn beso bien gordo, Rosa.
Y a los mal pensados ¿qué se le pondría? ¿un cerrojo de hierro en el cerebro?
ResponderEliminarPero a los que le pondría el artefacto con gusto sería a esos periodistas cuyo trabajo consiste en chismear.
Aunque también habría que aplicar algo similar a los que leen y/o escuchan chismes, porque gracias a ellos viven y prosperan los chismosos(as)
¡¡¡Con todos esos que nombras nos íabmos a quedar en la Tierra unos pocos nada más!!! Menuda calaña la de los periodistas, esos son los peores para mí porque la noticia es algo sagrado y debería ser siempre subjetiva, deberían limitarse a mostrar lo más asépticamente posible el suceso. No, no son de mi agrado tampoco.
EliminarBuenos días, Verónica:
ResponderEliminarMe encanta tu soltura en la narración sucinta, ya ves que yo me enrollo hasta con los comentarios.
Es curioso cómo lo pensado como herramienta de castigo puede acabar convertido en objeto de placer. Viendo estos diseños, me viene a la mente todo un arsenal de parafernalia erótica al que son proclives, en la intimidad, personas que, en público, se proclaman muy libres. Lo curioso es que ante mi reticencia a ver en esos aparatos de dominación un juguete, las juguetonas me llamaban “anticuado”, “desmemoriadas” las tenía que haber llamado yo a ellas, por no saber que eso de los utensilios de dominio en las ¿relaciones ardorosas? es tan prehistórico como el darle un garrotazo a la moza que con la que hacer el troglodita.
Ya he leído el pdf donde se hace una reseña tu libro. ¿Tienes los derechos de publicación o también están en las pezuñas del puerco universitario?
Oye, oye, oye, ¡que yo veo y disfruto con Bob Esponja! No creas que ése es un privilegio único de quienes tenéis la suerte de disfrutar con vuestros hijos. El episodio “La isla del kárate” me parece un culmen del entretenimiento. El problema es que en Clan lo emiten de una manera descuidada, la tanda de episodios que emitieron ayer domingo a las 3 la habían echado a la misma hora el martes o el miércoles. Y sí, lo de vender a “Los Simpsons” o “Padre de familia” como series infantiles no entiendo cómo está permitido, aparte de que me temo que tiene que haber muchos guiños, referencias y temáticas que a los niños les pasan desapercibidas.
¡Y ahora a cafetear en mi piña al lado del mar!
Gracias, Verónica.
Los aparatos de dominación no hace falta que sean visibles porque los peores se ejercen con la mente. las mujeres somos expertas en ello, el dominar sin que lo parezca, una especie de pacientes tejedoras de deseos, jajajajja!
EliminarLos derechos del libro son de la universidad, del área de publicaciones, se supone que cuando se convierta en un éxito de ventas, jaaaaaaaaaajajajja, y ganen mucho por el libro, me corresponderá parte; pero como has visto, no es un libro vendible, es más bien un documento para expertos en el tema de la epigrafía musical. De momentos en el mundo hay dos y a los dos he rebatido con mi planteamiento.
No me hables del puerco pezuñoso porque aaban de hacerle catedrático tras 28 años de "docencia" con solamente dos libros publicados y siempre de baja o con becarios como yo que le hacen el trabajo.... mira, antes que yo hubo tres + yo + dos posteriores, a cuatro o cinco años cada uno, cuenta los años que ha trabajado el muy sinvergüenza.
Hazme un hueco en esa piña, prepárame una clara de gaseosa y jamón del bueno para picar y estoy ahí en un pispás!!
De nada, Nino. Tu abrazo de hoy y tu cafelito.
Increible, amiga...Ufff, imagino qué pocas ganas de hablar les quedaría después...Pero, es cierto, que las mujeres han sido dominadas y víctimas a lo largo de la historia...Muy pocas han conseguido lo contrario, es cierto.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por tus genuinos y originales posts, Verónica.
M.Jesús
En este caso les tocó a ellas, como asi siempre, pero no estaría mal que abarcasen a algunos ellos de lengua sucia.
EliminarUn abrazo fuerte, compi de letras, me gusta cuando lo pones :)))
Me quedo con esta frase: las castigadas de entonces o las impunes de ahora, siempre ha sido el mismo,
ResponderEliminarCambiaría yo la frase, por terminos como políticos, banqueros, famosillos de tercera y un largo etcetera.
Lastima que la historia se quede aparcada en algún episodio de la misma.
Un beso y como siempre, me ha gustado.
Muchas gracias, Oskar, por eso decía yo las o los impunes de ahora, porque parece que el televisor o la prensa necesita de esos bozales, no se salva ni uno!!! Y añadimos a los abogados?
EliminarUn beso y tu cervecita bien fría, mmmmm...
A más de un político le ponía yo una de esas máscaras con pinchos en las pelotas. Las tendrían que llevar desde que ganan unas elecciones hasta que las pierden.
ResponderEliminarBesos Censu.
¡¡¡¡¡OOOOOOOOoooooooooooooooh, qué idea más buenaaaaaa!!!!
EliminarCasi que no las fabricaremos porque nos íbamos a quedar con las ganas de ponerlas. Qué chulo sería, soñaré con ello... :)))
Un beset, templat.
Es que... Lo que no les pase a las mujeres.... uyyyyyyyyyyy
ResponderEliminarQue cosas, amiga
Un abrazo fuerte
Voy a tener que meterme con vosotros de tanto en tanto; pero las mujeres no creo que hayan inventado ninguna forma de torturar a los chicos... bueno, alguna fórmula inventaron ya en tiempos de Lisístrata, jajajajaj!
EliminarUn abrazo, amigo Ildefonso.