Habían llegado caminando a pasitos cortos con el ritmo acompasado de los que llevan
muchos años paseando juntos, las parejas mayores pasean cogidos del brazo
balanceando sus cuerpos como si bailaran marcando un compás armonioso. Se sentaron
en su banco de la alameda y dejaron caer su encorvada espalda sobre el respaldo
de madera raída por el sol y las lluvias.
Era el mes de abril, podían salir sin miedo a las bajas
temperaturas y se agradecía el sol que aún no castigaba con sus perpendiculares
rayos como haría en los meses venideros. Todos los días daban un pequeño paseo
hasta este lugar antes de almorzar y algunas tardes, si sus cansadas piernas se
lo permitían se atrevían a llegar hasta el paseo del mar desde donde veían el
atardecer.
Les gustaba hacer memoria y recordar que fue un mes de abril cuando
se conocieron y que no pasó mucho tiempo para que se dieran cuenta que sus
almas eran gemelas. En esos recuerdos estaban, cuando desde el fondo de un
estanque cercano comenzó a dispersarse una nube que se fue extendiendo
tragándose cuanto encontraba en su camino. Cerca de ellos se formó otra y alguna más allá, todas donde el estanque rozaba la tierra.
La nube se acercaba a ellos poco a poco, como una suave
niebla. Él le pasó el brazo por el hombro y con la mano libre le acarició el
rostro arrugado mirándola con cariño; acto seguido, le colocó un pañuelo
cubriendo suavemente su boca y su nariz. Ella permanecía relajada y la posición
de su cuerpo mostraba el agradecimiento a ese amor imperecedero. Él no tenía
pañuelo para taparse el rostro. Eso era afecto.
En unos minutos, los ancianos, desaparecieron de la vista de
todos hasta que la nube de polvo se desvaneció.
Malditos barrenderos, dijo
Pepe, siempre la misma historia, barren y nos llenan de porquería con esta
polvareda. Lo siento, mi reina, entre que mis piernas ya no dan para salir
corriendo, ni estoy para cargarte en brazos. Cof, cof, cof… en nuestros tiempos esto no pasaba...
Este relato ha sido escrito a medias con Leonor, y como siempre ha sido una
preciosa experiencia. Unir dos estilos tan diferentes es un buen trabajo creativo que aprendí de Juan Carlos, al que por cierto veré mañana acompañado de Cristina y Jaime. Gracias, Leonor. Gracias, Juan Carlos.
Cafelito para todos...
El tiempo todo lo cambia, aún cuando él mismo (el tiempo) no sea más que una simple ilusión de los hombres y mujeres que prefieren vivir para él antes que en él...
ResponderEliminarSuerte
J.
Es un buen argumento el de vivir en el tiempo, a cada cual el que le corresponde. Duro de aceptar para muchos, es cierto.
EliminarGracias, esa suerte nos hace falta! :))
Un abrazo y tu cafelito.
Buen final, no podía imaginarme qué era esa nube, tú has encontrado la explicación y ha sido una sorpresa.
ResponderEliminarHa sido un placer compartir esta experiencia contigo.
Besos
Me alegra que te haya gustado, me encantó situarme en el banco con los dos ancianos, así vi lo que pasaba... :))
EliminarUn besito y gracias por aceptar, Leonor.
Un precioso y acompasado relato, cuatro manos tiernas y sensibles, no podía ser de otro modo.
ResponderEliminarDa un abrazo ENORME a Cris y a Juan Carlos de mi parte, y por su puesto al Nano si va con ellos.
Otro grandote para vosotros.
Gracias, Chelo. Al final no pudimos encontrarnos, pero el beso les llegará igual.
EliminarUn beso, compi.
Que buen relato, el suspenso que atrapa desde el principio nos sorprende con una risa al final.
ResponderEliminarBuenísimo, felicitaciones a ambas!!!!
Cariños…
Qué bonito que te gustase, no es tarea fácil seguir la tarea de otro compañero, pero es muy estimulante.
EliminarMUchas gracias, eres muy amable. Un beso y un buen cafelito con hielo.
Real como la misma vida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Antonio, te hacía de veraneo!
EliminarUn abrazo y un cafelito con "pecado", jajaaj..
lindo, precioso tema. felicitaciones a todos los autores.
ResponderEliminarbesos
De nada de parte de las dos, si te gustó ya estamos contentas. Gracias. Tu abrazo de hoy que es doble.
Eliminarjeje ese cierre de buen humor me parece muy de tu estilo, dejándonos boquiabiertos con el imprevisto giro que le has dado al tema (que parecía venir muy de ciencia ficción) jaja.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y saludos a los compañeros con los que vas a encontrarte.
=)
¡¡Picarona!! Ya me has pillado, jajajajajjaa!
EliminarUn beso a ti de parte de todos.
Tan real como la vida querida Veronica !!!
ResponderEliminarBesitow para todos!!!!!
Hola, amiga! Qué alegría verte por aquí. Μ'άρέσει να σε δω στο σπιτάκι μου, έλα, πάμε για καφεδάκι... είδαμε τα εισιτήρια για Ελλάδα αλλά ήταν πανάκριβα, φιλεναδα. ϊσως για τον οκτώβριο... Θα σου το πω, θέλεις;
EliminarΦιλιά πολλά, αγαπημένη μου.
Muy bien llevado, me gustó mucho. ¿Real?, sí, podría ser...
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Sí, podría ser real, imagino que barrer un camino de tierra debe levantar una buena polvareda, jajaj!
EliminarUn beso, Humberto, y tu cafelito de hoy. Gracias por leerme.
Muy buen final, inesperado, que es lo mejor. Intrigante hasta el final.
ResponderEliminarRecuerdos a Juan Carlos y Cristina.
Un abrazo
Gracias, Carmen. Todavía no he tenido ni tiempo de lelr ni uno de los relatos amigos, qué ganas que empiece el cole, hija.
EliminarBeso.
Vaya final, broche de oro para una tierna historia. Sois geniales a cuatro manos, amigas. besos
ResponderEliminarNo sabía yo si la melancolía de Leonor quedaría bien con el toque de humor del final... Gracias, compi. Beso.
EliminarBuenos días, Verónica:
ResponderEliminarFelicidades por este relato de creación compartida.
La memoria (selectiva) y la imaginación (desatada) constituyen la mejor máquina del tiempo. Y si las potencia la energía del cariño, el viaje no tiene límites.
Por otro lado, me tienes sonrojado de agradecimiento por tu interés en leer mi artículo sobre la época en que ocurrieron los crímenes de Jack. Encantado de enviártelo, pero, ejem ejem… necesito tu dirección, la mía es ninortea@hotmail.com
Gracias por este café, Verónica.
Un abrazo.
Ya es de noche, compañero... paz y calma en el hogar, por fin...
EliminarPues entonces voy a seleccionar un fragmento de mi memoria, de esos que me hacen sonreir y casi me sonrojan, luego dejaré volar la imaginación porque la mía es ágil y muy independiente, algo desobediente también y un poco altanera... luego, la arroparé con mucho cariño, y relato listo para el jueves que viene, el tema: Él y sus circunstancias...
Te mandé un mail, espero que te llegase.
De nada, te preparo otro para mañana y te lo mantengo calentito. Un beso.
Ojo con los pidones...
EliminarBuenos días/tardes/noches, Verónica,.
EliminarRecibí tu mail, espero que te llegar mi respuesta. Gracias por tu interés en leer el pdf.
Es martes, ya falta poco para que podamos leer tu relato.
Espero que compartáis los cuatro esa clama y paz en el hogar.
Gracias por este café griego, doble y moderado.
jajaja inesperado final que me ha encantado. Muy bien llevado este relato entre las dos. Gracias por participar. Un beso
ResponderEliminarGracias, María José.
EliminarUn abrazo.
Un precioso relato, entrañable hasta en ese final inesperado que logra sacar una sonrisa.
ResponderEliminarAmbos relatos escritos a cuatro manos han quedado estupendos y os doy mi enhorabuena.
Un beset para ambas.
Hola, ya te veo incorporado a los jueves de pleno, eh? Picarón, yo ando por la página 120... en una semana estará listo.
EliminarUn beso y muchas gracias por tu opinión, ya sabes lo valiosa que me es.
Cautiva ese paseo lento y natural que se sustenta en el bastón del amor.
ResponderEliminarFinal resignado. No es una derrota, cuando te enfrentas a la polvareda y la sobrevives. Me gustó ese mano a mano.
Besos
Gracias, Alfredo. Siempre es una experiencia fabulosa porque son estilos totalmente diferentes, no obstante aprendes a amoldarte a la idea de otro compañero y es un reto genial.
EliminarUn beso.
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ResponderEliminarEs una tierna y dulce historia de amor. Muy bien lograda la creación por ambas manos y mentalidad. Felicidades!
ResponderEliminarSaludos
Gracias, Yessy, aunar imaginaciones es un buen trabajo, es motivador a la vez.
EliminarUn abrazo, te preparo el cafelito.
Gracias a las dos por este poema en forma de cuento tan bien construido.
ResponderEliminarBesos a ambas dos.
Gracias, es un buen ejercicio de creación. Beset, companys.
EliminarFelicidades, es muy bueno.
ResponderEliminarBesos censu.
Gracias, Rafa.
ResponderEliminar¿Cómo va la caló?