miércoles, 2 de julio de 2014

Este jueves: "Momento especial..."

Bartolomé estaba de suerte, el alcalde Bicker le había encargado su retrato. Andries Bicker era famoso en el Amsterdam del XVII por su seriedad y honestidad en el trabajo, todos confiaban en él. Bartolomé van der Helst recibía encargos de tarde en tarde, pero aquél en particular le tenía entusiasmado, podía cobrar de más y, si salía el plan como pensaba, algunos nuevos ricos contarían con él para enaltecer su vanidad.


La obra terminó y el alcalde quedó tan encantado que decidió contratarle de nuevo para que pintase un retrato a su querido hijo Gerard.
Renegando de los tonos oscuros, Gerard quiso ser inmortalizado con ropas menos serias que las de su papá. Se visitó de rojo y posó contento y orgulloso, entre puntillas, imitando la pose de su padre.
Bartolomé, mientras pintaba, pensaba refunfuñando en otro padre aristócrata que se negó a pagarle por los retoques que para bien había hecho a su fea y malcriada hija. La negación del papá de la niña fue motivada porque consideró que el pintor había embrutecido la realidad al emplear demasiado "fotochop" con su hija, pues con los retoques la encontró fea. 

Así, Bartolomé, esperando cobrar esta vez, decidió sacar al niño como en realidad era y un poco más...

Llegó el momento de que padre viese la obra finalizada que retrataba a su orondo pequeño. 



El artista se sorprendió de la reacción del padre de Gerard cuando destapó el retrato del niño, porque Bicker se echó a llorar. Bartolomé se temió lo peor, no iba a cobrar tampoco. Entre llantos gemidos  el alcalde se sacó del bolsillo un saquito de terciopelo negro, con las 34 monedas acordadas, y en el momento de entregárselo al pintor no pudo frenar el deseo de abrazarle.


Momento especial: Suspiros de arrobo y orgullo paterno...
Momento especial: Esta vez cobraré...
Momento especial: Por dios, qué guapo soy...





Momento especial: Cualquiera con un buen café...

 

27 comentarios:

  1. Debió cobrar por kilo, el pintor...

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  2. Pensó que no iban a pagarle, pero le pagaron y se lo agradecieron con lagrimas. Que buenos momentos. Tu historia podría ser una de las mejores de esta semana.

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  3. yo no puedo creer el grado de "realidad" que alcanzaban esos artistas con un retrato.... era un foto digamos.... y me imagino que fue un buen pago ese, mas allá de lo sentimental...

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  4. Ja, ja, es genial esta historia, tan real y tan humana. Lo que tu no encuentres ...

    Un beset, bonica.

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  5. Buen relato, la foto no estaba tan mal y lo bueno que le pagaron.

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  6. Relato? Ficción? Contigo no lo sé, yo me lo creo, fíjate.
    Me gusta eso de coger un cuadro y darle una historia, sea cierta o no, porque seguro que detrás de cada cuadro hay una historia escondida, y que seguros que tarde o tempranos nos las reflejas en tus escritos.
    Bien escrito y un epílogo de momentos.... jajajaja
    Un beso.

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  7. ...Creo, que un padre ama a su hijo tal cual es...por eso le gustó el cuadro porque el pintor fue fiel a la realidad...Me alegro por esos momentos especiales para todos...Y me alegro por esta historia, que una vez más nos muestra tu genuina originalidad, Verónica.
    Mi felicitación y mi abrazo siempre, amiga.
    M.Jesús

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  8. Acontece tener un padre un hijo feo y sin gracia alguna, y el amor que le tiene le pone una venda en los ojos para que no vea sus faltas
    (Cervantes, Prólogo al Quijote)

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  9. muy bueno! el cuadro del padre me gustó más, claro :P

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  10. Para un padre, sus hijos siempre son los mas guapos. Rollizo el chaval y sensible al arte.
    Un besazo

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  11. Para el refrán: dame gordura y te daré hermosura.

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  12. ÉL ERA UN PAPÁ REALISTA. JEJEJEJE.
    BESOS

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  13. Estoy segura que a Gerard le gustaban los helados de chocolate y los crepes rellenos de crema chantilly con cerezas y almendras... ayyyy que ricoooo!!!
    A que si?
    Besos x 4 Compi.

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  14. Buenos días, Verónica:
    Felicidades por volver a convertir una anécdota histórica en una historia viva.
    Por suerte aún hay personas que saben agradecer que se les diga la verdad, aunque ésta les sea ingrata.

    Por suerte, pese a que acaricio la cincuentena, aún sigo disfrutando de la sencillez de momentos especiales.
    Poe ejemplo, cada vez que recibo uno de tus comentarios en el blog, es un momento muy especial. Gracias, Verónica. Te agradezco tu tiempo de lectura y el cariño de tus palabras.
    También es un momento especial el leerte. Hasta ahora siempre has logrado sorprenderme. Pero también me sorprendo disfrutando con la lectura de tus palabras. Tu escritura ordenada y tu narración concisa se alejan de mi regusto por el exceso y de mi placer por divagar en mi enninamiento. Ya ves que incluso en un comentario en tu blog acabo hablando de mí.

    Un fuerte y cálido abrazo, Verónica.
    Os deseo lo mejor.

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  15. Es que el amor paternal sincero y despojado, no busca halagos sino, en este caso, retratar con fidelidad a su hijo...y ese que se ve en el retrato era su hijo...pese a lo que, para otros, no fuera demasiado "perfecto"...de ahí la emoción. El otro, el que renegó de los retoques que encargó al pintor, no quería a su hija tal cual era, sino como él querría que fuese.
    Muy buen aporte, como siempre, Vero!

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  16. Pienso que el padre agradeció sobre todo que el pintor fuera fiel a una realidad que, a pesar de su condición de padre, el tenía muy clara: la fealdad de su hijo. Agradeció la falta de fhotoshop.
    Un fuerte abrazo.

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  17. Y es que la realidad es mejorno falsearla. Gordito; pero mono, su padre así lo vio, era su hijo y así lo quería.
    Me ha gustado mucho
    Un abrazo

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  18. Me ha encantado tu relato. El amor de los padres los hace vernos tal cual somos, originales sin retoques. La foto del chico es encantadora.
    Saludos

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  19. Ah, los misterios inmensos que envuelven a los humanos...

    Un abrazote, amiga

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  20. momento especial el de ahora
    mientras te leo y disfruto mi té con tus letras

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  21. Así deberían ser todos los padres, estar orgullosos de aquello que han creado. Si van por mal camino, aceptarle y mostrarle el bueno; si no desean aceptarlo, mostrarles que estamos ahí por ellos siempre. Si abusan de esa confianza siempre se puede cerrar la puerta o el grifo, cuando una familia se rompe se puede reconstruir de otra forma. Nadie es imprescindible.
    La belleza es externa igual que la fealdad, si es feo y grueso, así le hicieron sus padres. El problema está dentro y la aceptación o no es libre de forma recíproca. nadie puede ser tan hipócrita como para decir que las relaciones paternofiliales son aceptables en todos los casos. Así, en este ejemplo, hay dos formas de aceptación diferentes. Me gustó compartirlo porque ambos casos son de cariño ciego, el uno no quiere ver a su hija como es y el otro no quiere ver que su hijo podría esatr mejor.

    BESOS A TODOS Y MUCHAS GRACIAS POR VENIR.

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  22. Qué buena historia y qué bien la has contado: ese final explicando la razón de lo especial del momento para cada uno es bestial.
    Besos a todos.

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  23. Tres momentos especiales en efecto...
    Y para mí.. un momento nescafé (descafeinado por favor ;)

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  24. Has sido capaz de sacar tres momentos especiales de uno.
    Un beso.

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  25. desde mi punto de vista, una de las historias más bonitísmas que nos has contado dentro de ese estilo tuyo para con los jueves.
    he dicho.
    medio beso, mamá.

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  26. Es que el amor de un padre es incondicional.
    Una bonita historia con su hermoso momento final.
    Cariños…

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  27. Pues el chico se las traia, me quedo con el cafe.
    Besos hermosa.

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