Quiero un viaje en el tiempo, llegar a la costa del golfo de Corinto desde Atenas, encontrarme el puerto abarrotado por los próximos juegos píticos, tabernas y prostíbulos repletos y los burros de transporte tan escasos que deba esperar que bajen del témenos para poder subir, comer pan de pita con paté de garbanzos con eneldo y probar el vino que he olido en las anforas. Quiero recorrer la vía sacra y ver entero el Tesoro de los Atenienses, llegar al templo de Apolo y observar a los mandatarios sacrificar la cabra. Quiero encontrarme con Plutarco cuando todavía era sacerdote del santuario. Ver correr a los atletas con todo el equipamiento y escuchar el gran estruendo mientras corren. Pero, lo que más de todo, escuchar al grupo de hombres, cantantes profesionales llegados a propósito desde Atenas, acompañados de las canéforas, cantando uno de los himnos dedicados a Apolo mientras suben de la entrada al templo.
Ya está, ese regalo me llega, una visita en la primavera de 138 adne al Santuario de Delfos. Gracias, espero con ansia el futuro.
¡Qué maravilla de viaje te has preparado!
ResponderEliminarDesde luego llevaba razón el que inventó aquello de...."como uno mismos no sé lo hace nadie"
Infinitas gracias por contárnoslo.