El olor a redes de puerto pesquero o el aroma de la madreselva...
Como siempre, al pensar sobre algo nuevo, suelo remontarme lo más atrás posible en el tiempo de lo que soy capaz, al origen de lo que sea, concepto, idea, suceso...
En este caso, he pensado en recuerdos imborrables y el porqué son tan fuertes.
Sabemos que nuestro origen es psíquico primero y corpóreo después, conocemos que antes de nacer estamos en contacto con las divinidades, somos conscientes de que al caer la psique y unirse a un cuerpo todo se olvida pero permanece, y que para llegar a la anamnesis de lo que sabíamos antes de nacer necesitamos mucha práctica. Quiere ello decir que las redes, los puertos y las madreselvas ya estaban en mi psique y que las experiencias sensoriales solamente los trajeron a mi memoria.
Qué suerte la mía.
Solo es una reflexión rememorando al Platón... No creo que tomara café... Pero el cantautor FERNANDO UBIERGO le pedía uno cada vez en "Un café para Platón"
Olá!
ResponderEliminarRecordações impagáveis da nossa memória são inexplicáveis a näo ser à luz do amor que reina em nosso coração.
O aroma das flores estão impregnado em nosso ser e fez muito boa colocação na sua participação.
Tenha dias de dezembro abençoados!
Abraços fraternos
Gracias, a ti por venir , a sumarte a esta convocatoria un jueves más.
ResponderEliminarAsi es hay recuerdos que no sabemos desde donde nos vienen , pero hay están en nuestro rincón preferido, a veces cuando menos lo esperamos saltan como un resorte. Te deseo un resto de semana linda, con bellos recuerdos.
Un abrazo.
Muito lindo e as lembranças que nos surgem ,aparentemente sem explicações, no fundo podem ser justificadas!
ResponderEliminarBela participação!
abraços, chica
Viajar con los sentidos es emprender un regreso al origen, a ese territorio invisible donde la memoria y la psique se entrelazan. El olor a redes de puerto, el perfume de la madreselva o la música que nos sorprende en un instante cualquiera no son simples estímulos: son llaves que abren puertas que creíamos olvidadas. Platón hablaba de la anamnesis como ese recordar lo que ya estaba en nosotros antes de nacer, y tu reflexión nos invita a reconocer que cada experiencia sensorial es un puente hacia ese saber profundo que nunca se extingue.
ResponderEliminarQué fortuna la nuestra cuando un aroma, un sonido o una textura nos devuelve a la infancia, al abrazo de quienes nos amaron, o incluso a un rincón del alma que desconocíamos. Esos viajes no requieren maletas ni mapas, solo la disposición de dejarnos llevar por lo que late en lo más íntimo. En tiempos de prisas y olvidos, tu relato nos recuerda que la verdadera riqueza está en esas huellas invisibles que nos acompañan siempre, y que basta un café imaginado con Platón para que la filosofía se convierta en compañía cotidiana.
Gracias por regalarnos esta travesía hacia lo esencial: los sentidos como brújula, la memoria como destino, y la vida como un viaje que nunca termina.
Me gustan mucho los planteamientos metafísicos sobre la relación alma-cuerpo.
ResponderEliminarMe sumo al disfrute sensorial del olor a mar, madreselva y café ;)
Besos jueveros, Censura Siglo XXI
Me parece profundamente íntimo y reflexivo. Me gusta cómo une lo sensorial con lo espiritual para explicar por qué ciertos recuerdos nos atraviesan con tanta fuerza. La idea de que algunas memorias no se crean, sino que se despiertan, le da una belleza y una sensación de gratitud por reconocer esos sentidos y aromas que aún perduran.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces pienso si la sensación de ese recuerdo no estuviera ya predestinada a ser sentida en el mejor momento...
ResponderEliminarUn saludo de Buscador
Feliz Navidad