Paolo
Cagliari se encontraba inmerso en un mar de dudas, su irreverente forma de
introducir la moda de la época y animales en sus sacras obras le estaba acarreando demasiados problemas; los
encargos estaban bajando y los materiales, sobre todo los vivos colores para
los frescos, resultaban cada vez más costosos; además, con la fama que estaba
adquiriendo los aprendices buscaban otros maestros, y recaía sobre él hasta el
trabajo de limpieza y elaboración de barnices. ¿Qué podía hacer? Si le
obligaban a cambiar su forma de expresarse prefería morir.
Su
libertad de expresión finalizó cuando se presentó en su taller un mensajero que
requirió entregarle en mano una misiva de la Santa Inquisición.
¿Diez
años antes les había pintado una santa cena y hoy, en 1573, habían decidido los
benedictinos denunciarle? Malditos monjes.
El Veronés pensó que de lo
único de que podía avergonzarse era de egolatría, de haberse autorretratado
ataviado con una túnica blanca, tocando una viola da braccio, y ser parte
central de la obra, a la izquierda de la divinidad. Aún así había sido humilde, la derecha la
había dejado a Tiziano.
Y es que al final cuando uno empieza a entrar en decadencia todo se le vuelven "pulgas", lo mejor es que esto sigue pasando en nuestra sociedad actual. ¿Tan malo es verse uno así mismo cómo un angelito tocando la viola? jaja... anda qué Paolo, como decimos... "con la Iglesia hemos topado". Eso sí las ostentación eclesiástica nunca se ha podido juzgar, eso siempre me ha llamado la atención se supone que va en contra de lo que predican ¿o no?... ya ni me lo planteo.
ResponderEliminarBesos
Pues menudo relato te has marcado: excelente!!
ResponderEliminarAhora ya he podido localizar tu sitio, jajajaja. Por cierto, la decoración es fantástica. De momento te sigo, así estoy al corriente de tus actualizaciones.
Un beso
Todas las épocas han conocido personas que por su genialidad, por su independencia de criterio, su visión, han tenido que ir contracorriente. Siempre incomprendidos, acaban siendo fundamentales para la evolución de esas mismas sociedades que los rechazan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Parece que no se puede confiar en naides :(
ResponderEliminarUn beso
Con la iglesia hemos topado ! cuántos artistas lo ha sufrido en sus carnes... y a ellos les debemos mucho.
ResponderEliminarUn beso
Excelente artículo. Para su época, tiene el pintor un sentido del humor muy fino.
ResponderEliminarAbrazos.
ResponderEliminarPobre Paolo y eso que dejo la derecha a Ticiano. ¿Como terminaría su historia? Tratándose de la inquisición podemos imaginar que mal.
Besos.
Un placer de lectura. Lindo perrito. Bss.
ResponderEliminarUna hermosa lectura, la disfruté muchísimo como la última de este recorrido cafetero. Un saludo grande y felicitaciones por tu elaborada entrada. Besos jueveros y nos encontramos el próximo jueves!
ResponderEliminarUna maravilla de espacio en la cual recordamos y aprendemos cosas de una manera amena y divertida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, que tiempos aquellos en que incluso los colores estaban prohibidos (lo siguen estando, todavia, en los conventos)
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarYa lo dijo Don Quijote, "Sancho con la iglesia hemos dado", que no topado. Y también dijo: “Quien bien tiene y mal escoge, del mal que le venga no se enoje.”
ResponderEliminarSaludos.
Si no habría algo que objetarle como sacrílego en sus obras, de querer, se lo habrían inventado!...no se andaban con medias tintas en esas épocas.
ResponderEliminar...por suerte, en el caso del Veronés, cambiar el título de la obra bastó para calmar a las fieras
ResponderEliminarYa echaba yo de menos la clase de historia y arte. Un placer, como siempre.
ResponderEliminarMuaaakkssss
Excelente.
ResponderEliminarY no le hizo cuernos a Tiziano. Ya es mucho.
Un abrazo.
La costumbre de autoretratarse estaba de moda, Rafael en "la Escuela de Atenas", también se colocó bien acompañado, pero en un ángulo, estaban todos, Miguel Ángel, Leonardo, Bramante...la mayoría se incluía en sus obras, Durero, por ejemplo, y la mayoría topó con la Iglesia, en Verona, en Roma, en Napoles (Caravaggio), en Florencia, luego siguió la costumbre de retratarse a uno; Velázquez, Goya, Rembrandt, era como decir !aquí el autor! ¿pasa naaa? Las bodas de Caná más que eso, es la fotografía de una multitud de personajes, todos salen en la foto (a falta del invento fotográfico, pues pintura) cosa que molestó pelín al clero, pues desviaba la atención y muuucho del asunto principal, aquello es una comilona con turcos, el Dux, y tooo Cristo, nunca mejor dicho, lo mejor el cuarteto musical renacentista, cuatro compis pintores con él retratados, lo cual para una amante dilecta de la música y su historia supone un documento sobre los instrumentos de la época de primer orden, sí señora.
ResponderEliminarIl Veronese tenía una paleta a la manera veneciana maravillosa, que no gusta a la Inquisición ni la forma de enfocar el tema, ni el divertimento de incluir perros, arquitectura pagana, un gentío, no resulta rarita la rabieta inquisidora, pues no se le conoce a la institución represiva el gusto por otro arte que no sea el de la tortura, si puede llamársele así.
Mucho he disfrutado tu entrada, me he relamido, merecido homenaje al pintor nacido en Verona, bebedor de tisanas, vinos, desconocedor del Caffè ristretto,macchiato,cappuccino...lástima, llegó a Italia en el XVII pero en Venecia se bebía desde 1570 porque un médico de la ciudad, Prospero Alpini, había introducido el café en Europa. Venecia fue la primera ciudad italiana en apreciarlo, así que tal vez il Veronese lo tomó solo y después una grappa, licor de tradición véneta.
Te sirvo una natural como mandan los cánones, o frío al gusto, o un frappé o...pide pide por esta boquita que te lo mereces, y cuatro besitos 4, bien repertidos. Me embalé, culpa tuya por tocar estos temas, Ben Plantà.
Aiiiinnnns Bren Plantà, que no PUEDO quitar lo de las letritas y numeritos robóticos, en este ordenata, con el blogguer que hace lo que le da la gana, a un paso de desconectar, sin megas, ayyyyyyyyyyyyyyy, NO PUEDO, eres la sexta a la que se lo digo. En lo andorrano probaré a quitarlo, LO JURO.
EliminarPetó.
Ahajajajjaja! me morí con el comentario del Gaucho! Hubiera estado buenísimo que le hiciera cuernitos como hacíamos cuando nos sacaban fotos en la infancia.
ResponderEliminarMe da la impresión que a la SI le hacía falta muy poco para caerte encima, tal vez de aburridos que estaban salían a cazar brujas y/o pintores ególatras. Algo asi como "Que hacemos hoy? Y si vamos a joderle la paciencia a este pibe Paolo???" Y allá iban ...
Y no creas eh? ha pasado el tiempo pero quedan algunos socios vitalicios de esta institución que siguen dando vueltas por todos lados ... brrrr!!!
un beso
jajaja, genial Compi!
ResponderEliminarcualquier similitud con la realidad, es pura coincidencia jajaja.
Recièn acabo de descubrir tu blog....
Besosss
De genial paso a denunciado, no somos nadie, total ¿que hizo la criatura? "Na" retratarse y poco más, menos mal que le cambio el nombre a su obra que si no...
ResponderEliminarMe gustó Vero este recordatorio.
Besos.
EXCELENTE!!!!!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
Porque será que aquellos innovadores, los que pretenden cambiar, mejorar, son sacudidos, y esto ya no es cuestión de épocas. Es que los cambios inquietan.
ResponderEliminarUn café con rico aroma, mientras nos deleitas con un texto breve y profundo. Que importa tarde, lo importante es llegar.
Un abrazo.
Gran historia, en la que siempre se aprenden cosas. Por cierto que nombre más feo este de Tiziano. Si te enganchas al decirlo te quedas sólo con "ano".
ResponderEliminarBesos censu.
Me haces pensar en lo duro que debía ser para aquellos creadores tener que tratar temas religiosos. Lógico que se la cabra se fuera al monte y aprovecharan para introducir asquello que realmente querían pintar. Y claro, los de la Inquisición de repente mosqueándose. ¡Qué tiempos! ¡Qué camino llevamos para volver a algo así!
ResponderEliminarQue no sea.
Besos para los cuatro.
Si no es por esto, sera por lo otro... el caso es joder, malditos roedores.
ResponderEliminarBesos libertarios
Verónica,gracias por tus comentarios,amiga.
ResponderEliminarEstoy un poco liada con la llegada de mis hijos,pero ya me
pongo al día de todos vuestros posts.
Me encanta la forma natural y espontánea con que nos muestras todos los problemas,que tenían los grandes creadores con la dichosa inquisición,que tanto daño ha hecho y sigue haciendo a la verdadera iglesia de base...Es decir,a todos los que se entregan altruístamente para ayudar a los demás...Las gerarquías,aún tienen que limar sus perspectivas y proyectos para que dejemos de pensar de una vez en la Inquisición...
Te dejo mi felicitación y mi abrazo inmenso,amiga.
M.Jesús
Más retraso tengo yo con la lectura y comentarios, perdón, pero ando nuevamente con mis nanas al día... Me atraen las trastiendas de las obras de arte. Sin dudas varios pintores han aprovechado para eternizarse en el lienzo de manera desapercibida, algunos de estos casos más conocidos que otros; si bien conozco la obra de Cagliari, admito desconocer este detalle, que tan bien relatas aquí. Me enriquezco plenamente con tus aportes y lo mucho que sabes sobre estos temas! En cuanto al asuntito de la iglesia, dejo un gran S/P...
ResponderEliminarBesitos al vuelo!
Gaby*