Curiosa es la Historia de la indumentaria femenina, amigos, y conmigo no van las modas ni las esclavitudes. Hay que ver y parece mentira, las ganas de ampliar ciertas zonas femeninas que tienen algunos. Pasan los siglos y seguimos igual, que si los traseros con el famoso polisón y los miriñaques construidos en madera o metal, que impedían a dos mujeres acercarse a charlar o sentarse con semejante jaula atada a la cintura en forma de campana...
Aunque fuera útil, ya veis, como tienda de campaña!
Como el tontillo aumentaba solamente los lados de las faldas haciendo que las mujeres luciesen una cadera espectacular pero plana; resulto ser muy, pero muy incómodo para los hombres -si hubiera sido incómodo para ellas, que lo era y mucho, nadie hubiera actuado- porque ellos se cansaron de modificar ampliando las puertas de los carruajes y las de las casas... aunque en algunas casas menos pudientes pasaban de lado!
Como el guardainfante que luce la preciosidad de abajo, era ideal para ocultar embarazos, como bien dice su nombre...
Y de las cinturas de avispa mejor no hablamos, porque de ver los cambios anatómicos que producían los corsés, me dan escalofríos...
Entre los siglos XVII y XVIII el corsé se armaba con varitas de hierro, de madera o hueso de ballena.
Y si nos metemos con...
...o con...
...o con...
Mejor me quedo con mis jeans y las viejas zapatillas de deporte.
Un café con amor.
Poco tiempo tengo, cachis! En breve comienza el cole y volveré a daros la lata.
Yo también me quedaría con lo más cómodo y saludable.
ResponderEliminarLo otro no me va. Un saludo.
Pues los y las hay que disfrutan torturándose, ya ves tú qué ganas. Beso y cafelito. Gracias por venir.
EliminarSí, lo que hemos padecido -y siguen padeciendo muchas- en nombre de preconceptos estéticos que nada tienen que ver con la naturaleza femenina (recordemos esa terrible tortura de los pies de loto de las orientales!) y en cambio, sí se relacionan con el sometimiento y el control que los hombres han pretendido mantener sobre "sus" mujeres, es terrible.
ResponderEliminarOtros ejemplo: las mujeres jirafa con sus estiramientos de cuello! uuuuuuuffffffff...y las ablaciones de clítoris (aunque en eso nada juega la "estética")
En fin, sobran los ejemplos a lo largo de la historia.
Un abrazo!
Sobran ejemplos, sí señora. Aquellas chicas que metían en jaulas y les daban de comer 24 horas al día para que engordasen; las neoyorkinas que ahora se cortan los meñiques para poder lucir no sé el modelo de zapatos; o las fajas de nuestras madres y abuelas; las africanas con los labios de plato, y tantos otros que dan miedo. El caso es controlar de la forma que sea, mira ahora, cuántas mujeres no se divorcian o se hartan de malos tratos porque se las ha impedido ser independientes.
EliminarUn beso, compañera, gracias por venir. Ahí va un cafelito.
Un pesimo invento mencionado en uno los chistes más logrados de Piratas del Caribe, cuando la protagonista femenina le dice a un villano del montón: "Si te gusta el dolor, prueba usar un corset"
ResponderEliminarAh, eso está de lujo, muy buena esa! No me acordaba.
EliminarUn besito y café doble para ti.
Que horror tenían que sufrir para estar guapas, aunque hoy con la cirugía estética no se sufre menos, lo que pasa que no lo decimos igual que en aquellos años nadie se queja. -Para presumir hay que sufrir - decían en mi tiempos.
ResponderEliminar¿Que tal La Ratia y el de la Traca, que no los veo? Besitos y un cafétito.
Cirugías y dietas, depilaciones y peluquerías, que me arreglo un poco, que me pinto un poco, que estos zapatos me aprietan pero hay que lucirse... si es que no paramos de acicalarnos, amiga, aunque sea poco. La Ratita y el de la Traca andan acabando los deberes y jugando como locos en la montaña, haciéndose una cabaña con piedras, maderas, ramas y palos, que es muy sano. Les he alejado del ordenador porque ya viene el buen tiempo, tampoco lo echan de menos.
EliminarUn beso, Rafaela, que pases buena semana! Ahí va un cafelito y un par de magdalenas de las gordas.
Nena meterse en esos artefactos !agggggg! que pasa con las barriguitas? es que eso no tienen encanto? asi cogiditas en el cuenco de la mano. !cuanto sufren las que quieres estas ¿guapas?. Yo me quedo con tu café, porme uno y te acompaño.
ResponderEliminarBesos.
No nos metemos en esos artefactos, pero las malditas dietas nos tienen descompasadas ¡Hala, arriba los michelines y las barriguitas salerosas! jajajaja!
EliminarUn beso y cafelito con charla incluida, que me haces falta, amiga.
Preciosa y didáctica entrada. ¡Enhorabuena!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Caray, Manuel, menuda belleza de blog el tuyo! Me he quedado alelada contemplando las imágenes! Recuerdo que mi madre iba al cole y la maestra hizo salir a todos los niños al patio para ver el dirigible que pasaba por encima de la ciudad, debía ser 1925 o poco más.
EliminarQuedas añadido, compañero.
Un abrazo y un cafelito.
GENIAL, GENIAL. MUCHAS GRACIAS MUJER, POR LA CLASE DE FLAGELO-GLAMUR. JEJEJEJE.
ResponderEliminarBESOS
De nada, de nada, jajajaa! Muy bueno eso del flageloglamuroso, casi podrías acuñar el término! Tú eres genial!
EliminarBesito y café.
Un repertorio de instrumentos de tortura sometidos a la sometida mujer, ayy aquellas sueltas clamides, las túnicas, el peplo holgado, himatión a modo de capa, la elegante stola romana, con sus botones para sujetar las mangas (nácar, perlas, marfil, hueso, plata...), sus fíbulas, chales, cinturones bellos, palia drapeada...como se ve en la antigüedad greco-romana en el tema indumentaria al menos no se martirizaba a la figura femenina.
ResponderEliminarMe has puesto pelos cual escarpias con ese corsé como bota malaya, desbaratador de entrañas !qué miedo!
Ponme un frappé que me da la morriña, petons amiga meua, fins ara.
Ahí va un frappé sin constricciones, sin apretujones y sin aparatos de tortura malaya. Esos pechos fuera, esos cuerpos desnudos, la belleza humana... imagino que les costaría horrores a los helenos, sobre todo a ellos, parecerse o adquirir aquel ideal de belleza, igual por eso nos pasaron a nosotras las torturas :)))
EliminarBesito, compi, voy a ver qué has puesto para este lunes.
Pues me parece que la foto recién cambiada de mi perfil está muy acorde con esta entrada tan bonita que has compartido. Un besote muy fuerte y cafelito para compartir.
ResponderEliminarOstras, es verdad, ni que nos hubiéramos puesto de acuerdo! Un beso y feliz semana. Ahí va un cafelito y un par de torrijas! Arriba esos michelines! Jajajaja!
EliminarAyyyyyyy que suplicio Compi!
ResponderEliminarComo decìa mi madre..."Sufra tortura, por su hermosura" jajaja, ni loca me hubieran metido dentro de uno de esos armatostes jaja.
Besos x 4 y un cafelito.
Yo no quiero ni pensar si me hubieran hecho poner un armatoste como estos, seguro que me pasan por la guillotina acusada de rebeldía con alevosía en tiempos de María Antonieta :))
EliminarCuatro besos y cafelito.
Sipi, escalofríos y “escalocalientes” a la vista de la ilustración anatómica del corsé ¡auch! Bueno, en la actualidad algunas se deshacen de costillas (…) para lograr ese efecto de cintura-avispa.
ResponderEliminarVengan los comodísimos jeans y zapatillas, adhiero con fervor!
Besos con cafelito Doña Censu!
Solamente viendo los piercing que se ponen algunos, ya me duelen hasta las pestañas, amiga mía :))
EliminarVenga ese cafelito, ahí van un par de torrijas. Hoy comienza el cole de nuevo y voy rauda y veloz a ver tus publicaciones. Beso.
Oh, que tiempos aquellos, en que las mujeres eran tan sufridas... Todo ello, como homenaje al varon, el supremo ser de la creacion... Oh, que tiempos...
ResponderEliminarNo como ahora, mecachis, en que las mujeres ya, al menor descuido, hasta se quitan los tacones...
Je,je,je
Un abrazo, amiga
Es que nos hemos vuelto unas rebeldes y unas degeneradas, hemos perdido el respeto a los divinos seres dioses de la masculinidad.
EliminarOh, mi señor, prometo entrar en vereda y ponerme de nuevo el tacón de aguja. Jajajaja!
Un abrazo, compi!
Hay tantos otros métodos para sufrir imposibles de eludir, que como vos, me quedo en pantuflas y ahora tan tempranito te escribo en piyama. Cómoda, relajada, en casita, contenta y claro.... por suerte con un galán que no reclama tanto esfuerzo para quererme un poquito.... :)
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Ah, mi niña, ya está en casita! De vuelta a tus amores y tus labores.
EliminarCompartamos pijama pues, ahí te va un cafelito, para que te despiertes a mi salud.
Beso de los cuatro.
Uffff,increible...cómo aguantaban en nombre de la belleza estética y con sonrisa hipócrita incluida,porque lo pasaban mal y disimulaban...Qué cosa más difícil,mostrar lo que no eres con sacrificio en el cuerpo y en el alma...
ResponderEliminarEn fin,aún vemos muchas "sacrificadas"por ahí,pero el tiempo les pasará factura,ya lo creo que si...
Mi felicitación y mi abrazo siempre,compañera...
Gracias por tu cercanía y buenos cafelitos...sonrío.
M.Jesús