Preparando la comida para mis pequeños estómagos tragones, he elaborado una sería teoría científico-social.
Puedo afirmar con conocimiento de causa que cada uno cocina tal y como se comporta en su vida.
Si llegas a casa, abres el frigo y coges una porción de la pizza que sobró hace dos días... y así un día tras otro. Te conformas con lo primero que sale o lo que deciden otros por ti, por comodidad, y eso vale en el trabajo, amor, amistades...
Si llegas a casa y, aunque tengas un huevo te preparas tu tortilla crujiente, con un poco de queso, espolvoreas perejil y la adornas con unas nueces salpicadas de dulce de vinagre. Seguro que sabes cuidarte y elegir bien las combinaciones de ropa, controlas tu tiempo, amas lo que haces, eres pulcro y disfrutas con los pequeños detalles.
Si llegas a casa y antes de abrir el portal ya estás de cabeza en el bar pidiendo cualquier cosa que tengan tras el mostrador, y así día tras día; te gusta que te lo hagan todo sin tener que preocuparte demasiado, tu estómago te está pidiendo cuentas y tu ropa huele a aceite refrito. Mala cosa, limpia el frigo porque seguro que te huele a moho.
Si tienes que cocinar para una trupe y, cuando llegas a casa, lo primero que haces es arremangarte y poner la olla al fuego con el bolso todavía colgando del brazo, es porque piensas más en los demás que en ti y eres feliz viéndoles felices, bien comidos y bien "arreglaos". Y si encima lo haces con mucho mimo... Todavía más que más, te consideras el rey o la reina de tu hogar. Ande, su majestad, tómese un descanso hoy...
A ver ese humor....
¿Cómo te las apañas tú?
¿Para cuántos cocinas?
¿Cómo te eludes a ti o los demás?
¿Cuánto te comprometes contigo mismo?
Yo sufro un poco de las cuatro cosas; bueno, no, lo del bar NO. Pero para un buen café, Sí.
ResponderEliminarJajajja, pues hasta de ese tipo de bar he tenido yo que caer alguna que otra vez; sobre todo cuando he ido de viaje, que no sabes dónde entrar y acabas tomando una tapa pringosa con aceite milenario, jajaja!
EliminarCafelito, compañera.
Jajajaja, he visto a esa mujer con el bolso colgado mientras enciende el fogón, jajajaja. Ayyyyy! esta Censu.
ResponderEliminarBesitos a tu trope y achuchón para ti.
¿Dónde la has visto, en el espejo tuyo o en el mio? jajaa!
EliminarCómo va el baile? jajaja! Un beso bien gordo.
MIÉRCOLES, YO NO TENGO COCINA!!!!. JAJAJAJAJAJA. FULLL POST.
ResponderEliminarBESOS
Mira que suerte, yo tampoco, hoy cocinan los chicos! Gracias, compañero. Un besito y tu café de hoy.
EliminarSe acabo...
ResponderEliminarPunto pelote...
He decidido que aprenderá a hacer una tortilla francesa...
Es mi decision final
Un abrazo, afrancesado
Jajaja! Ponte, ponte, practica con este manual virtual... http://www.recetasparatontos.com/
Eliminar¡¡¡Funciona!!!!
Un beso y un cafelito, amigo mio.
Entonces tu crees que podriamos decir aquello de... dime cómo comes y te diré quien eres, o tal vez, dime como cocinas y te diré lo poco o mucho que te quieren. Ahora me explico lo enganchado que estoy a mi parienta. :)
ResponderEliminarBesos.
Muy buena esa, Pepe. Ya me sé yo de tres más que vienen y van preguntando ¿Qué hay de comer? y siempre se oye el Hmmmmm, qué buenooooo!!!
EliminarO yo cocino muy bien o ellos lo encuentran todo bueno por razones obvias... jajaja!
Un beso a los dos.
soy de los de la tortilla crujiente ;)
ResponderEliminarde acuerdo con vos!!
¡Un hombre exigente y sibarita? Bravo! :))
EliminarUn abrazo y un café gourmet.
Me estaba preguntado ¿por donde me habra visto esta mujer que antes de descolgarme el bolso ya estoy pringá en la cocina?
ResponderEliminarY me gusta, ya ves, me relaja cocinar para un regimiento. Mi casa siempre es una sorpresa, nunca se cuantos vendran a comer. (no se puede sé tan buena) ajajjaja
Siempre que te venga a la cabeza qué preparar, sí, todo un relax! :)
EliminarUn beso, Rosa.
Juego con ventaja. Solo somos mi mujer y yo. Ella es una muy buena cocinera y a pesar de que tratamos de cuidarnos, nos gusta cocinar, cocinar. Pero con tiempo, como se hacía antes, "al amor de la lumbre", aunque sea en una placa.
ResponderEliminarYo colaboro, antes, durante y después de la comida y quitando la cena que suele ser temprana y frugal, disfrutamos en la mesa.
Un abrazo.
Pues eso es ser todo un pinche de lux! Yo también tengo ayuda, por fortuna, ¡¡Todo un trío de pinches!!! La cocina con amor... es todo un placer para el que lo prepara y para el paladar que lo disfruta, hasta un simple pan tostado sabe a felicidad.
EliminarUn abrazo, Juan. Y un saludo a la costilla.
Tengo la suerte de que me encanta cocinar, así que no se me caen los anillos cuando se trata de arremangarse y ponerse manos a la obra entre los fogones. Me gusta comprar los productos frescos, preferentementre en el mercado y, aunque normalmente cocino para mí solo, mi felicidad es completa cuando tengo invitados con quien compartir mis pequeñas obras de arte culinarias. ¿No te apetecen un kafedaki y un trocito del galaktobúreko que acabo de sacar del horno? Jaja... B7's
ResponderEliminar¿Galaktobúreko? M'has matat! Algún día aprenderé a hacerlo. Ahora no hay peligro de engordar porque estas cosas desaparecen casi antes de salir del horno!!! Jajajaa!
EliminarBeset i cafenet, no m'ha d'avellir????
Me encanta cocinar, disfruto los sabores, olores... y todo lo que aporta el guiso, compartirlo con buenos amigos, un buen vino y un lujo cuando sale bien lo que puedes ofrecer a los demás, pero también me gusta disfrutar de un buen restaurante... Es un placer, comer, beber y tomar café contigo... Besos.
ResponderEliminarAh, una gran verdad, es un placer cocinar ¡¡¡pero también que te cocinen!!! (no a ti, mejor digo, que cocinen para ti, no?) Un besito y tu cafelito de hoy, Julie. Gracias por venir.
EliminarAfortunadamente las circunstancias de la vida varían..... y mucho. Besos.
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