En la oscura habitación iluminada por una decena de candiles, Mauro el oscuro comenzaba a sentir frío. Poca leña le quedaba del invierno anterior y el freso otoño se le había echado encima sin reservas.
Aquella mujer le había encandilado y su mente estaba parca de ideas, malditas mujeres. Volviendo la cabeza hacia la llar y tratando de decidir de dónde sacaría la leña, vio una temblorosa y pequeña sombra, inclinada, puntiaguda y fina, reflejada en la grisácea pared. Era una sombra con brazos y nariz, sonrió, provocada por el reflejo de una rama del árbol del exterior. Su sonrisa se amplió y sus ojos brillaron a la luz mortecina de las lamparillas. Salió, cortó la rama y entró en la casa más helado el cuerpo y más ardiente la mente. Sintió la excitación en su corazón con miles de latidos a la vez, como el aleteo de miles de aves en el interior de sus pulmones, tantos que no le permitían ni respirar.
Sabía de la gran competencia entre los alquimistas veroneses, pero esa idea le encumbraría. El homúnculo le pertenecería, le obedecería, le serviría...
Azufre como principio fijo y mercurio como agente volátil...
Hace más de mil años, los alquimistas soñaban con dotar de vida a la materia inanimada. Pensaban que el homúnculo creado tendría inherente dos únicos objetivos, servir a su creador, a su amo, y tratar de convertirse en un ser humano de verdad. Y de ahí nació Pinocho.
Cafelito para todos...
Alquimia pura que os "animará"...
Creo que hoy dia la unica Alquimia que existe es la de la cocina... La de transformar los alimentos en la humildad de las cocinas...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
Sí, aunque pierde toda la gracia cuando hay que exprimir la creatividad día a día y los ingredientes son escasos... Ya ves, cosas de la crisis, dicen...
EliminarUn abrazo y feliz día.
Bueno Censu, yo tengo un homúnculo (creado por mi) que todavía me obedece, tiene doce años. Seguramente se me va a rebelar calculo que para el año que viene cuando me lo encandile alguna minifalda o vaquero ajustado ajajjajaj. Tengo una cafetera hace más de treinta años igual a la segunda viendo desde la izquierda, muy buena por cierto amiga. Antes hacían las cosas para que duraran...
ResponderEliminarUn besazo linda.
En mi país hubo un gran alquimista, se llamaba Piria, no se si fue grande por alquimista o por creativo, pero se destacó bastante.
Tú "un él" de doce. Yo "una ella" de doce. Alquimistas tendremos que ser en ese tiempo que tú bien dices, el problema es que no se han inventado potingues adolescontrol...
EliminarUn abrazo, compañera. Hoy, déjame tú el café en esa cafetera tuya con solera.
Yo de esto de los alquimistas como que no entiendo mucho. Yo creía que estos sujetos en la antigüedad, venían a ser lo que ahora son los actuales actores porno. A mí de la cocina me gusta todo, menos cocinarlo yo. Y del pan refregado con aceite y tomata, pa qué te cuento.
ResponderEliminarBesos Censu.
Chico, de Pinocho al porno, facilidad la tuya para enlazar, jajaja! Ese carajillo estaba cargado?
EliminarUn abrazo, compi.
Decirte que eres genial, es poco, para lo que tú vales...
ResponderEliminarMe ha encantado... Y el café hoy tenía sabor a madera? Un beso entusiasmado de felicitación para ti.
Pues igual el café con coñac bien curado en barrica de roble y bien quemado con azúcar nos venía de perlas hoy, ahora que viene el fresquito. Ese aroma a madera me parece perfecto, jajajaa!
EliminarGracias, Julie, siempre me dan ánimo tus palabras. Muchas gracias.
Menos mal que Geppeto no tenía necesidad de leña.
ResponderEliminarSupongo que siendo carpintero se arreglaría con serrín
(como los políticos).
Yo tengo una lamparita sucia, sucia, porque me han dicho que frotando sale el genio...y mi madre siempre me decía "Mª Jesús, domina ese genio"...
Yo no tengo una lámpara polvorienta porque soy muy hacendosa, jajajaaaaaaaaaaa, pero mi madre me decía lo mismo.
EliminarVamos a tomarnos un cafelito, anda.
Boquiabierta me has dejado.
ResponderEliminarTodos somos alquimistas. Hijos que nos obedezcan (ja), y al final Pinochos para contarnos mentiras. Y nos gusta porque es nuestro trozo de madera que hemos tallado.
Que siga ese café bajo la lluvia.
Ah, buena idea. Te espero bajo la sombrilla, dejemos que llueva mientras tomamos ese café, no tardes que se enfría.
EliminarUn besito.
Pinocho producto de un alquimista. Que curiosa idea. Y me gusta.
ResponderEliminarAh, muchas gracias. Me alegra.
EliminarDe la madera o del barro, versus Golem, o de los rayos eléctricos; Franky y su criatura, emular a dios hasta a Gepetto le tentó, suerte del hada y su trampita, o sea nació Pinocho otro mentiroso, ojalá a los de ahora les creciera la nápia cada vez que dicen una mentira, la tendrían (la nápia), hasta Marte.
ResponderEliminarPonme cafelito cafetera a tu gusto. Petó templat.
!Ah! y recuerdos al DaVinci.
La napia tendría que enroscárseles en el gaznate, verías como al sentir la presión se lo pensaban mejor, eh?
EliminarYo te pongo lo que quieras, templà.
De tu parte...
¡Ah, los discípulos de Paracelso! Buen trabajo Doña Censu, dígame, este homúnculo ¿también aparecería cada treinta y tres años en la inaccesible ventana de un cuarto circular sin puertas? Y sí, después de leer a Meyrink en la niñez (y temblar con él) no puedo evitar recordarlo en lecturas como ésta.
ResponderEliminarAbrazo con cafelito!
Ah, esas substancias embrionarias incompletas, siguen tan rebeldes queriendo ser humanas... No he leído la novela aunque sé de qué trata. Mira qué idea me has dado para mi Papa Noel de este año, me lo pido.
EliminarUn abrazo, compañera Susana. te dejé el cafelito a la vista.
¡muy buena tu historia Censura! Me gustó mucho!!
ResponderEliminarGracias, a mandar. Me alegra que te guste, eso me amina a seguir.
EliminarTu café está listo.
Bonita historia. Siempre me han gustado este tipo de narraciones. Tienen mucho duende.
EliminarAbrazos.
"La fantasía es la reina de las mentes inquietas." Yo. :))) Un abrazo, amigo.
EliminarPues oye, es para pensarlo porque...si como dijo Hermes Trimegistro en la Tabla esmeraldina "como es arriba es abajo", ummmm...a ver si eso de los dibus ANIMADOS va a ser verdad y todo...
ResponderEliminarHala, cortadito de sobremesa y si acaso, con un chupito de Terry, jajajaja...
...y nos vemos como coprotagonistas en una película como la de Quién mató a Roger Rabbit...
EliminarO de Fundador, el que estaba como nunca, jajaja! Un abrazo. Gracias.
Soy más de té, pero te acepto el café, que se me ha atragantado la figura de Pinocho, ¡pobre!, por recordarme al pinocho que nos gobierna.
ResponderEliminarPues que sea un té, marchando. No nos gobierna, nos conduce a la deriva... ¿o es lo mismo? Ya ni lo sé.
Eliminar¡Ay los hombres! siempre buscando lo imposible. Pero sin la imaginación, ¿qué sería de nosotros?
ResponderEliminarAhora a mi me sienta mejor el té, el café descafeinado, no es lo mismo; pero que le vamos a hacer.
Un beso
Pues marchando otro té, amiga Carmen. Sírvete.
EliminarEl humano es una ambiciosa rapiña, con tal de dominar, es capaz de homonculizar un huevo.
Un abrazo.
Ese propósito me parece tan pedante ... Crear criaturas, absurdo, con tantos humanos que somos y encima que obedezcan, menudo espanto, no soporto que me obedezcan.
ResponderEliminarBesos para todos.
Pues no, no es lo mismo que te obedezcan que que te hagan caso... aunque sea de tanto en tanto. :))
EliminarUn abrazo.
Pobre Pinocho, ha salido en muchos relatos. Con mejor o peor suerte...
ResponderEliminarUn beso.
No era pobre, al final acabó haciendo anuncios de mondadientes y se forró.
EliminarUn abrazo, Fabián.
El alquimista actual es aquél que consigue llegar a fin de més con un sueldo de edad media.
ResponderEliminarMuy buen relato
Un abrazo.
Entonces no tengo competencia, soy alquimia en puro estado, Juan.
EliminarGracias. Un besito y tu café.
Verónica, has dado en el clavo, amiga...En estos momentos es necesaria la alquimia creativa y humorística para sobrevolar la realidad...y tú lo consigues de todas...todas...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande, compañera de letras.
Feliz finde y gracias por tu cercanía.
M.Jesús
Gracias, compañera. Si no nos animamos entre nosotros, no creo que el humor nos llegue por los medios informativos, por ejemplo...
EliminarÁnimo que son dos días, jajajaj!
Un beso y muchas gracias.
Tal vez sin azufre ni mercurio puedo lograr que lo inanimado cobre vida... ya sé, ya sé, demasiada imaginación. Tengo un Pinocho desde los dos años y no hay noche que no converse con él.
ResponderEliminarGracias por el cafelito :3
Un beso
Jime
Pues yo no me arriesgaría por si acaso... igual se queda a vivir contigo para siempre y te toca alimentarle y educarle hasta los cuarenta!!!! Jajajjaja!
EliminarUn beso y tu cafelito.
Una versión diferente de la creación de Pinocho. Recuerdo muy ligeramente haber visto alguna vez alguna película de dibujos de Pinocho con voz de "pito", pero la verdad es que nunca me ha entusiasmado este personaje, no se por qué.
ResponderEliminarBesos.
Seguro que la verdadera historia te gustaría más, el cuento original es muy bueno, ya sabemos que Disney es un poco, ejem, ejem...
EliminarUn abrazo, Charo. Buen finde.
Pinochos claro que los hay y son muchos. Estamos gobernados por ellos. Lástima que estos homúnculos sólo estén al servicio de sus propios intereses y a los demás... ajo y agua.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, si le quitamos el agua y añadimos un huevo y aceite, igual sacamos una buena salsa. Jajajaj! Pinochos gobernándonos, qué miedo da pensarlo e imaginarlos así vestidos, con sus pantaloncitos cortos rojos y su manzana verde en la mano, con los ojos fijos y caminando con patitas de madera, UUuuhhh...
EliminarUn abrazo a los dos.
Me vino a la cabeza la película "Robot", protagonizada por Will Smith. ¿Cosa de los alquimistas del siglo XXI?
ResponderEliminarBesos y gracias por el cafecito, censura. :)
Rectifico. La peli se titula "Yo Robot".
Eliminar^_^
Sí, la he visto y me gusta esa diferencia en el modelo robótico. Todo lo diferente se teme, amiga.
EliminarUn abrazo y tu cafelito, L.
Alquimias aparte, el cuento es inspirador. Un momento mágico alrededor de una mesa camilla con los fríos del invierno a la otra parte de la ventana y un mundo de cuentos por delante... claro, y tu café.
ResponderEliminar(Suspiro) Esas mesas camillas con faldas, siempre me han gustado... Frío, chocolate caliente, silencio, lectura... ya crecerán y los silencios volverán, jajajajaj!
EliminarUn abrazo, Alfredo.
yo quiero un homúnculo...más no sea pa'tomar mate (ya, que si lo tuviera, estaríamos compartiendo el cafelito contigo y todo!)...
ResponderEliminarQue siempre te las ingenias para deleitarnos con tus historias (eso es arte de alquimista también!)
Besos!
Gaby*
Los alquimistas del siglo XXI fabrican pinochos en serie. Mienten, todos mienten. Se están cargando los bosques.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues vaya con el alquimista. Pobre pinocho si tiene que hacer lo que su creador quiera... Un beso.
ResponderEliminar¡Vaya con el alquimista! Pobre Pinocho si tiene que hacer todo lo que su creador quiera... Un beso. ¡Ah! Me pido café bombón, dulce, dulce... :)
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