Mi mascota… yo misma. Soy mi animal
totémico, el que vive en mí, me aceptó y protegió desde el instante de mi
nacimiento.
Quieres saber el tuyo? Yo te guío, no te llevará más que un par de
minutos; sí, me he convertido en chamán, concretamente para este jueves.
Relájate
respirando con suavidad y los ojos cerrados.
Sitúate en el paisaje que primero acuda a tu mente y observa las plantas, las nubes o el techo, siente temperatura, olores, sonidos.
Verás un camino o un puente que te conduce a un sendero. Camina y sigue observando. Párate si te apetece a contemplar algún detalle.
Camina y siente que un animal te acompaña y proteje. No sabes cuál es, no importa.
Cuando
decidas pararte porque has llegado a un espacio especial y cómodo, puedes querer
sentarte o seguir contemplando con placer.
Tómate
tu tiempo y cuando estés listo, date la vuelta y verás tu tótem.
Dale
las gracias por acompañarte y protegerte y háblale si lo necesitas.
Regresa
por el mismo sendero y abre los ojos despacio.
Bueno, yo lo he puesto en práctica porque nunca
lo había hecho y hay que probar de todo, sobre todo para hacer una entrada
juevera en condiciones. No se debe hablar de lo que no se conoce.
Mi tótem ha sido un gato pequeño y rojizo, nada
importante ni fascinante.
Sin embargo, el gato tótem
no negro tiene una serie de sugestivas particularidades, porque mira con picardía
un mundo que no entiende su interés por el conocimiento. Porque
es un animal lunar, intuitivo y soñador, como los buenos cáncer. Es
inteligente, tímido, selectivo, refinado, y capta frecuencias que los humanos
son incapaces de percibir. Como símbolo de bondad interna, un gato es capaz de
hacer más flexible nuestra forma de pensar.
El gato puede ser tan
meloso como distante e impredecible, transforma las energías negativas de un hogar,
porque es guardián de su casa, o
de una persona, en energías positivas, porque es un protector natural. Dicen que es bueno llevar un amuleto con la figura de un gato.
En Japón maneki neko es el animal de la fortuna.
Ponerlo en el blog da buena suerte a quien lo visita... e invita a entrar en él.
Os regalo esta preciosidad del siglo XIX...
Cafelito para todos, amigos totémicos... y buena fortuna os sople.
Bueno, volviendo luego de algunas peripecias. Ya voy a ver si puedo engancharme en la juevada. Yo tengo un perro y un gato. El felino me ha transformado, ¡y cómo! No soy amigo de los gatos, pero me ha quedado como herencia y testigo de un amor y se ha convertido en un personaje central en casa. Es bastante forro, pero nos entendemos.
ResponderEliminarBesos
En mi casa familiar siempre hubo perros, jamás gatos. Luego pasé por pez y hamster. Volví a pez y cada vez soporto menos que se mueran, es todo un drama, amigo mío...
EliminarDebe ser que tengo tan mala fortuna en la economía por no tener gato???
Ay, ay, ay... me veo adoptando uno, Sr. Oso.
Un beso y tu cafelito.
No creo que los gatos incidan en la economía. Siempre fui un seco, antes y después del arribo del felino.
EliminarBesos
Jajajaja, pues ya somos dos, solamente me faltaba alimentar a un gato, jajaja!
EliminarInteresante y cultural planteo, una buena manera de inaugurar la propuesta juevera. Y me gusta el gato cafetero.
ResponderEliminarGracias, eres muy amable. El felino del café, bien abrigadito hoy que vuelve el fresquete en esta zona...
EliminarUn camino que quizá empiece para descubrir que podría ser mi totem, no estoy segura de que fuera un animal. Me ha resultado interesante, eres original. Abrazos de colores
ResponderEliminarIgual era una amapola y tu totem es vegetal... el mío podría ser una coliflor, jajaja!
EliminarUn abrazo y muchas gracias coloreadas.
He caminado por ese paisaje y lo he disfrutado, cuando me he dado la vuelta he visto mi tótem, no era un animal.
ResponderEliminarUn beso y un café que voy a hacer ahora mismo.
¿Y qué había tras de ti? No me dejes entre dudas... sería un pino, una parra, una nube, superman?
EliminarDudoso café me dejas, compi. Besito sin dudar.
He seguido tus pasos, me he concentrado, y algo no sé lo que ha sido me ha llevado derecho al armario de la cocina, a pillar media torta con chocolate. Lo que no he visto por el camino ha sido ni gato ni hostias.
ResponderEliminarBesos Censu.
NI gato ni hostias, hummmm, igual era el fantasma de los michelines perdidos que te perseguía por comer calorías extra... Ojo que muerde!! :))
EliminarBeset, Rafa.
No probé, pero si me pasa como habitualmente, detrás de mi van mis perros, mi caballo y mis gallinas...
ResponderEliminarPues igual tu totem es un zoológico granjero en pleno, fíjate si estarás bien cuidada :))) Vida feliz y próspera...
EliminarVerónica, siempre me gustó volar por amplios espacios, intuyo que mi totem o mascota es una paloma o gaviota...Asi que te agradezco la guía que nos das, veremos si la encuentro...Original post, amiga...Espero que el gatito, te dé mucha suerte y confianza en la vida.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo y mi cariño, compañera...Gracias por el cafelito.
M.Jesús
Pues imagino que me dará tanta suerte como el horóscopo del diario cuando me favorece...
EliminarHay que estar abierto a CASI todo...
Un abrazo con mucho cariño y tu cafelito de hoy.
SI, ELLOS SON UN GRAN AMULETO. TENGO 2.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Pues a disfrutar de la suerte, amigo. Buenos vientos te soplen...
EliminarBeso.
¡Qué bueno,ya no soy la única! Muy ingenioso preciosa, muy ingenioso. Besos.
ResponderEliminarGracias, a veces es divertido salirse por la tangente con un texto divertido.
EliminarUn besito y tu café.
Hablan de los totems como si fueran mascotas, pero, ¿qué pasa si es un animal menos amable como un oso, un puma o una serpiente? Ahí las querría ver, con semejante mascota...
ResponderEliminarPues imagino que si me doy la vuelta y veo un león o un cocodrilo, salgo pitando pies para qué os quiero... :))
Eliminarcomo bien decis, hay que probarlo.luego te cuento. por ahora me resultó muy interesante (en el blog de nuestro amigo Alfredo, creo que están hablando de vos..no te lo cuento de chismosa, sino porque te va a gustar,jajaja.) besos
ResponderEliminarQué bueno, vengo de hacerle un comentario y me ha echo mucha ilusión el recordar. Me alegra que me pasaras el cotilleo, jajajaa!
EliminarUn beso, amiga mía.
Qué bueno! Cuando tenga tiempo voy a probar a hacerlo a ver que animal soy yo!
ResponderEliminarGracias por participar.
Un beso
Huy, pues me vino a la mente al verte que será un simpático hurón... no me preguntes... me apareció en la mente :))
EliminarBeso y cafelito, Charo, gracias a ti.
Yo camine el sendero con curiosidad y decisión, lo único que vi fue un arce rojo, ya me dirás que hago con eso jajaj
ResponderEliminarTienes un premio para tu bello blog en el mio, deseo que te guste amiga...pasa a recogerlo cuando puedas.
Por cierto, llevo varios días intentando mandarte un mail, pero debo de tener mal tu dirección, porque me vuelve y dice el muy geta que no te conoce en ese sitio....¿ Quien no conoce a vero ? le pregunto y así ando un poco desquiciadita jajajja Hoy tu café me sereno la tarde besos dulces guapa...
Bueno, los árboles representan el crecimiento de una familia, ciudad, personal... es un bonito lugar en el que apoyarse y cobijarse...
EliminarTe mandé mail para que lo tengas.
Voy por el regalo, rápida y veloz y de paso te dejo un cafelito.
Beso y muchísimas gracias.
Yo sigo pensando igual...
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=jHioQ18JHoQ
Saludos
J.
Ah, qué bonito el regalo, aquí me has dejado moviendo los pies y una sonrisa. ¡Gracias, José!
EliminarUn abrazo y tu cafelito.
A mi me ha salido un perro callejero. Es leal, humilde yno pide nada, solo da.
ResponderEliminarBuen experimento. Un beso.
Sí señor, calor y protección incondicional. Se ve que a cada uno nos acompaña el animal similar a nosotros... dicen...
EliminarUn abrazo, gracias.
Buena suerte para tí también, y que te vaya bien con tu gato. café y cafelito. ;-)
ResponderEliminarPerdón, quería decir beso y cafelito, dos cafés puedes ser mucho ¿no? jeje.
ResponderEliminarRrrrrr, me chirrían hasta los dientes de pensar en dos cafés, jajaaa! Un beso, Cristina. Gracias por venir.
EliminarBueno, bueno, yo no se si el mío es un tótem, pero doy fe, que cambia la energía, cuida la casa y también de mi. O quizás todo esto sea simplemente mi mirada de el. No importa de cualquier manera da resultado.
ResponderEliminarMe pareció ver un lindo gatito!!!
Abrazo amiga :)
Pues me alegra porque hoy día estar rodeado de buenas energías es tan importante.
EliminarPobre Silvestre, jajajaa, siempre me dio pena, el pobre.
Un besito, compañera.
He seguido al pie de la letra tus indicaciones -cómo me gustan estas cosas amiga! jeje!- y verás, vi un pájaro de colores, pequeño y de agil vuelo, tan ágil que se me escapó al instante. Pero juro que no ando con los pájaros revoloteados ni se me subieron a la cabeza, eh? Así que ese ha de ser mi tótem! Siempre interesantes y originales tus aportes. El gatito de la suerte ya me lo he llevado, que todo lo que traiga buena onda bienvenido es.
ResponderEliminarEl cafelito, infaltable, te traigo unos bombones con avellanas, espero te gusten.
Besos al vuelo del tótem de mi pajarito!
Gaby*
Qué bonito tu totem, parece ser -si funciona, claro- que no lo elegies tú, él viene en tu busca.
Eliminar¿¿¿¿QUE SI ME GUSTA EL CHOCOLATE CON AVELLANA, DICES?????
Soy la reina de los "Ambrosios" y de la nocilla, mala fortuna me sopla con las dietas pero bueno, cuando hago bocatas la huelo, jajajjaa!
Un beso bien grande.
Esta noche no estoy yo muy fija, he intentado buscar mi totem y me ha aparecido un lagarto con cara de pocos amigos. Me niego, me niego a quedarmelo porque me da pánico. Mañana lo intento de nuevo.
ResponderEliminarMientras, acariciare a mi gato que lo tengo en el regazo.
Aiiissssss, lo que se aprende con censura.
Un besazo
Un lagarto? Pues son muy pacíficos y comen insectos molestos, picosos y dañinos...
EliminarIgual era una simpática lagartija, sonriente como tú!
Seguro que es un buen protector, si no le has dado las gracias antes de espantarte no sirve el juego... dicen...
Un besito, Rosa, feliz tarde.
Creo que el mío es un leopardo...algo más grande, pero felino también!
ResponderEliminarUn abrazo.
UUuuuuu, qué terrible mujer... protegida estarás, amiga, con un bicho tan grande y de alto realengo.
EliminarUn beso.
Siguiendo al pie de la letra tus precisas instrucciones, me he topado con un hormiguero y pienso yo que son demasiados aspirantes así que mejor sigo sin mascota. Cuando la quiera, me miraré a un espejo a ver si me sirve.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay, Pepe, qué risa, me he acordado de aquella peli del año de catapún que iba de una invasión de hormigas, La Marabunta!!! Yo creo que tu totem sería una gacela o un gacelo, mejor.
EliminarAbrazo a los dos y vuestro cafelito.
Muy bonito Verónica! ¿sabes? el animal que se me ha aparecido es un zorro del tamaño de un perro grande y con las patas muy largas y negras. Curioso, ¿verdad?
ResponderEliminarMuchas gracias por tu entrada y un fuerte abrazo.
Alberto.
Gracias, Alberto. Sí, muy curioso porque dicen que no es un animal frecuente en aparecer, que es muy rápido y desaparece enseguida antes de que le des las gracias.
EliminarMuchas gracias a ti por venir. Un abrazo y tu cafelito.
Bien, llego te leo y curioseo, me llevo con tu permiso el gato con el cafe y me quedo de seguidora, ¡TODO UN PLACER¡
ResponderEliminarSindel tiene claro porque te premio,
Besos muchos ♥♥
Bienvenida, amiga nueva!
EliminarGracias por venir y por seguirme, ahora mismo voy a cotillear tu casa y a dejarte un cafelito.
Un abrazo bien grande.
Pues yo, me he relajado con tu entrada, he cerrado los ojos y he seguido tus instrucciones, y creo que ese gato me gusta, y más después de leer todas tus explicaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues eso sentí yo, me relajé... el resto supongo que fue mera ilusión mental, pero ahí estaba el gato.
EliminarGracias, Carmen. Un besito.
Me gusta que tu mascota sea un gato, en casa había uno precioso, un cruce de romano y persa, era en su comportamiento como tú has los has definido. He paseado e imaginato segun tus instruciones y tres de mí había un caballo blanco, no se que significa, pero ahora lo busco rápidamente.
ResponderEliminarMe tomo tu cafelito.
Besos.
Caray, un caballo, tu no te protejes con algo pequeño, eh? a lo grande :))) Y blanco... tenía un prncipe azul encima???
EliminarUn besito, compañera.
Seguí tus indicaciones y allí estaba mi tótem... un pato blanco y negro. No imagino que pueda significar, pero me agradó la experiencia. Me gustó lo del gato de la suerte, así que con tu permiso me lo llevo a mi blog :D
ResponderEliminarUn beso!
Qué bonito animal, muy resistente y belicoso, eso está bien. Claro, pon al gatito en tu blog, eso dicen, que tendrás gratas visitas.
EliminarUn beso bien grande y sonoro.
Y una vez cubierto el expediente del relato juevero, (que para ser un expediente, me ha parecido magnífico) me ha picado la curiosidad y me he ejercitado en la prueba de descubrir mi "tótem"
ResponderEliminarHe ido y he vuelto, con los ojos cerrados, además de tropezar con dos sillas y un paragüero, al abrir los ojos he visto un reguero de hormigas en busca del chocolate perdido... ¿es normal? ¿Debo ilusionarme con alguna de ellas para toda la vida? ¿Me pasará algo por matar esas mascotas indiscriminadamente?
Besitos... Ah, recuerdos de Pericles.