Pintura de George Owen
Siempre pierde de vista la realidad al pisar la escena. Todo le parece hermoso, el local, el aroma a tabaco caro, el educado público, las guapas mujeres elegantes y perfumadas.
Un montón de risas acompañan la entrada al escenario de la bailaora Lola la Remeneá. Cómica, bailaora, provocativa y popular, la actriz es hermosa, pulcra, bien maquillada y vestido de volantes escotado hasta lo propio. Es una mujer impresionante a la que se le suponen unos 20-22 años. Actúa siempre siguiendo un standar: dos chistes, una canción, un baile, dos chistes un baile, una canción y un chiste genial para finalizar su actuación y dejar bien elevados los ánimos del público. Siguen interminables aplausos que ella recibe con una gran sonrisa y algún guiño dirigido a algún cliente especial.
Cuando llega al mugriento camerino vuelve a la realidad, con el polvo y el olor a sudor y alcohol del público metido en sus narices. Asqueado se quita el maquillaje y ve que la fuerte barba comienza a dejarse ver. Mientras se mira al espejo, Manuel llora. Es una gran artista.
Hoy, un vinito con arte...
Estupendo Vero, estupendo relato. Me encantó.
ResponderEliminar=)
p.d
la imagen me adelantaba que había algo demasiado viril en esa mirada!
=D
Muchas gracias, es una niña adolescente de raza gitana. Si buscas las obras de George Owen (no recuerdo el segundo apellido) verás que tiene muchas más pintadas. Un beso.
EliminarY todo un artista. Esta gente que se transforma de esa manera, y sale a un escenario a interpretar el personaje que en realidad no son, merecen todo admiración y respeto, porque desde luego son unos genios. Muy Bien.
ResponderEliminarBesos Censu y un Riojita.
Es cierto, estos hombre tienen una voz imponente y, algunos de ellos, mucho valor. No debe ser una tarea fácil.
EliminarUn abrazo, Rafa. Vuelve la lluvia, que no nos fastidie la mona.
Las grandes artistas nunca lloran, o lo hacen sólo con lágrimas de utilería.
ResponderEliminarSaludos
J.
Eso dicen, que se guardan la tristeza para el final de la función. ¿No fue Enrico Caruso quien cuando cantaba "rie, payaso" le anunciaron la muerte de alguien y cantó toda la pieza llorando? O algo parecido me contó mi padre.
EliminarUn saludo y tu cafelito, amigo José.
Un pellizquito en la boca del estómago da ese final, rotundo, dramático. Me gustó mucho Censura.
ResponderEliminarBesos ( estuvisteis en nuestros corazónes, presentes, presentes)
La amargura del que lo vive. Muchas gracias, amiga mía.
EliminarEstábamos en primera fila, :))
Un beso.
Un final despojado de las luces del escenario. Dicen que en los camerinos hay siempre muchas tristezas. Un abrazo por hacerme pensar
ResponderEliminarCuando uno deja de actuar, le caen las miserias encima.
EliminarUn abrazo, Ester, y tu cafelito.
Mucho arte tiene hoy esta entrada. El camerino les hace volver a la realidad.
ResponderEliminarBesos y vinito.
Personas que solamente son felices en el escenario, cualquier escenario, hay muchas.
EliminarChin, chín, Rafaela. Un beso.
Dramático relato que me ha gustado, al igual que la fotografía.
ResponderEliminarGracias, compañera! Me alegra verte.
EliminarEl tema no es nuevo, pero la manera de tratarlo es buenísima. Me ha gustado un montón como lo cuentas, palabras empleadas y tiempos.
ResponderEliminarBesos.
Gracias, Juan Carlos. Ya sabes que los relatos son en mí como una especie de "sopetón", en contadas ocasiones los hago, tal vez falta de confianza.
EliminarUn abrazo.
No me lo esperaba, aunque ha sido unhecho repedo entre las artistas del ramo.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay algunos hombres con mucho más arte que las mismas bailaoras o actrices. Hay que apreciarles. Muchas gracias por venir.
EliminarAbrazos y tu cafelito.
Todo un arte, transformarse para la escena y mantener el animo, es que el show debe continuar.A mi también me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo compi :)
Cecy, muchas gracias. Hay que tener muy claras las ideas y ser valiente aunque luego te desmorones.
EliminarUn besito, compi.
Estupendo relato, un arte que pocos pueden tolerar, cuando vuelven a la realidad.
ResponderEliminarMe encanto!!!
Cariños…
Oriana, gracias. Parece que estas personas, en lugar de serles reconocido su arte, han cosechado más risas y burlas que reconocimiento al arte que tienen. Una pena, los humanos somos muy burros. Un besito bien grande.
EliminarAl ver la imagen, me he puesto a pensar que por qué me ha parecido extraña; ha sido por sus brillos y sus sombras, no por lo otro. Luego te he leído y, si te has dado cuenta también de que está frente a un espejo, me dejas pensativo.
ResponderEliminarPues no me había dado cuenta, es cierto, parece que se mira a un espejo. El retratista marcó muy bien el carácter de esa muchacha, personalmente me llamó la atención la zona de los ojos, las cejas, incluso la nariz, como algo que se está formando todavía.
EliminarNo, no hay malos rollos, solamente agradecerte el diálogo polémico porque es eso lo que enriquece los blogs.Disculpa si molesté, si?
Un abrazo y tu cafelito.
Un relato que te se transforma y transforma al personaje. Una delicia. Me esperaba algo histórico. Es una ficción o hay algo de cierto en esta historia?
ResponderEliminarUn beso.
Jajaja, hay muy pocas veces que la imaginación me lleva a una idea y ésta se desarrolla en un relato. No me preguntes el momento en que se difumina lo histórico y aparece la fantasía :)) La mente hace lo que quiere.
EliminarEs ficción. Muchas gracias por venir.
Un abrazo y tu cafelito mañanero.
Pobre Manuel atrapado en el cuerpo d runa mujer. Triste relato que no e ficción sino pura realidad. Con el arte que te caracteriza. Un besazo
ResponderEliminarHola, compañera. Yo creo que es feliz, sobre todo haciendo lo que bien sabe hacer: arte, su arte. Ignora todo lo demás, lo real, y vive una fantasía hermosa.
EliminarEs una gran artista sin buenas oportunidades y sin reconocimiento.
Beso.
Resulta triste, que un mundo tan machista y patriarcal como es la sociedad gitana, estar encerrado en un cuerpo de hombre y vivir como una mujer a tiempo parcial. Una buena aportación juevera.
ResponderEliminarUn beso
Encarni, qué alegría verte. Muchas gracias. ¿Qué tal el encuentro?
EliminarUn beso muy grande y tu descafeinado.
Vaya giro que le has dado al tema, lo flipo siempre contigo, siempre me he preguntado como sería vivir en un cuerpo que no te corresponde, con una sociedad que no te entiende, con un corazón que no obedece...
ResponderEliminarPor eso tengo debilidad por ellos, porque debe ser como si un día me levantara con pene ¡¡¡¡¿¿¿???!!!! Me dijeran que he de enamorarme de mujeres y me obligasen a vestir de hombre, bueno, eso lo mismo no me importaba, es más cómodo ir en mocasines que en manoletias y tacones, ejjeje, y lo de hacer pipi de pié tiene que ser una pasada, eso siempre lo he envidiado de los hombres, perdón que me voy del tema, jejeje, deditos controlaros!!!
Más cuando recoges las flores de la actuación en la que todos te ven como quieres ser y luego vuelves a la realidad, pero al día siguiente se pintará una nueva sonrisa en la cara porque la función debe continuar...
Que sepas mi florecilla del alma que yo tampoco me olvido de ti, jajaja, y que aunque ya no sepa ni colgar entredas y las cuelgue sin contenido lo que no se me olvida es a la gente que llevo en mi corazón y tu tienes un sitito privilegiado, miles de besossssssssssssss
No pasa nada grave, de pequeña cuando me preguntaban qué quería ser de mayor decía que CHICO, porque las chicas tenían bebés y yo quería perritos, jajajaja! De verdad!!!
EliminarSí, son personajes que deben pasarlo mal fuera de su ambiente, con sus familias, vecinos, no entiendo ni soy capaz de razonar el qué molesta a los demas ¿La diferencia? Pues ya ves. Son artistas muy valientes.
Un beso y muchas gracias por venir y por tus palabras de cariño.
Verónica, me ha encantado tu relato-homenaje a Manuel...Artista y personaje, que lleva el arte en sus venas y la sensibilidad femenina. Precioso y rotundo, amiga...Muy buena presentación y expresividad en tus letras...Tienes talento para la historia, el misterio y la literatura, amiga.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer y tus...cafelitos.
Feliz fin de semana.
M.Jesús
Muchas gracias, Manuel o Lola son felices mientras dura la actuación, felices y realizados como lo que quieren ser una mujer de buen hacer, de verdadero arte, aunque el local y el público nada merezcan.
EliminarUn beso muy grande y tu cafelito para mañana con mucho cariño.
Me has recordado la película del actor José Sacristán, Un hombre llamado Flor de Otoño. Es un tema que siempre me entristece porque sé que la sociedad es muy hipócrita.
ResponderEliminarBesos amiga y te acepto el vinito aunque si puede ser con una tapita.
No recuerdo haberla visto aunque el rostro de Sacristán sí que me suena en esa trama, a ver si la encuentro por la red.
EliminarGracias. Beso y....
¡¡¡¡¡¡Marchando una de queso curado y jamón pata negraaaaa!!!!!
Un relato muy bien escrito con un deje amargo y triste pero que ha reflejado muy bien ese sentimiento contrapuesto que debe habitar en el corazón de estas personas que siempre cargan con una vida durisima. Me ha encantado, Vero. Buen fin de semana.
ResponderEliminarGracias, David. Me alegra que te gustase el relato y gracias también por venir.
EliminarEspero que la tormenta caiga de una vez y nos deje comer la mona tranquilos...
Abrazo y cafelito.
Lo que para algunos puede parecer impostura, yo lo veo como arte. Muy buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
P/D.- En lo que respecta a mis haikus, permiso concedido.
Somos de la misma opinión, Juan, son verdaderos artistas.
EliminarPerfecto, yo te lo hago saber cuando los cuelgue.
Un beso.
En Benidorm llegué a conocer algunos personajes como el que describes en tu. entrada. Eran felices pues hacían aquello que querían hacer, lo suyo era arte y aunque a veces eran objeto de burla y menosprecio, la verdad es que nunca los ví tristes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cuánto me alegro de ello; supongo que el lugar, ciudad o pueblo en el que nacen o dónde actúan o dónde comenzaron a transformarse, tiene mucho que ver en cómo lo llevan. Incluso depende de el grupo afín, amistoso o familiar que les entiende, acompaña o protege sin prejuicios. Imaginar el panorama contrario es asfixiante...
EliminarA ser felices. Un beso a los dos.
En el fondo del relato se percibe una tristeza en la vida del personaje. Está muy bien narrada tu historia censura. Me abuso de la confianza y me sirvo un poquito de ese vinito ...
ResponderEliminarY tanto que sí, sírvete tú mismo, ya voy preparando el jamón :))
ResponderEliminarLa tragedia detrás de la pintura, la realidad aplasta la gloria de Lola la Remeneá encumbrada con aplausos en el escenario... frente al espejo, sin risa, es quien no quiere ser.
ResponderEliminarArrrrte, el tuyo, amiga.
Un beso
Un relato muy bien estructurada en dos partes bien diferenciadas, la parte amable del público y el escenario y la dura realidad de la trastienda... Me ha gustado. Un beso.
ResponderEliminarLa vida que pone piedrecitas... y que duras se hacen a veces en el camino. Es la estrechez de la sociedad para según que temas... Me encanta el cuadro de la gitana... curiosearé un poco.
ResponderEliminarHora del café? bueno, ve preparándolo que un rato llego.
Besos!!