Si me pongo a pensar en ello, me doy cuenta que...
NO PERDONO
EL CAFÉ DE POR LAS MAÑANAS...
EL QUE ME HAGAN DAÑO A CONCIENCIA...
DEJAR QUE EL SOL PRIMAVERAL ME ILUMINE EL ROSTRO...
AL QUE PIENSA "QUE ME ESPEREN..."
QUE LA LLUVIA REFRESCANTE DE VERANO GOLPEE MIS OJOS...
AL EGOISTA ...
UNA RACIÓN GIGANTE DE NATA CON FRESAS...
AL EGOCÉNTRICO ...
UN HELADO DE DULCE DE LECHE BIEN PEGAJOSO...
AL MENTIROSO ...
UNA COPA DE CAVA FRÍO A MORIR...
AL MALTRATADOR ...
RESPIRAR PROFUNDAMENTE FRENTE AL MAR...
AL ABUSÓN ...
METER LAS NARICES CUANDO PASO CERCA DE UN JAZMÍN...
AL TACAÑO...
RECOGER CONCHAS CUANDO VOY A LA PLAYA...
Solamente aquello que se hace sin ninguna mala intención o a propósito puede disculparse...
Hoy, me disculparán los cafeteros...
NO ME PERDONO... no hacer un hueco y poder leerte.
ResponderEliminarUn beso
Gracias, eres muy amable. Eso merece un cafelito con mucho cariño.
Eliminar¡Eres grandiosa!! lo has hecho bien. La ironía bien usada.
ResponderEliminarMil besos de luz.
¡Feliz día !!
Gracias, María de Carmen, una de cal y otra de arena para escenificar las dos versiones del no perdono...
EliminarUn besito, compi. Me gusta cuando me traes luz, pasamos días oscuros...
-No -dijo la sobrina-, no hay para qué perdonar a ninguno, porque todos han sido los dañadores;
ResponderEliminar(Cervantes, El Quijote)
Pues mira por dónde, don Miguel, la sobrina y yo, estamos totalmente de acuerdo...
EliminarLeí algo parecido pero no se donde, es bonito, ¿pero puede ser real? Un abrazo
ResponderEliminar¿Por qué no va a ser real? Yo creo que mucho, con que se de una vez, ya existe... como es mi caso.
EliminarUn beso y tu cafelito, amiga Ester.
El perdón es un acto que nos libera y nos engrandece...Pero, a veces cuesta perdonar, depende como bien dices, de la intención o el daño que nos hagan...Lo cierto es que todos aprendemos a perdonarnos y cuando lo hacemos, también aprendemos a perdonar a los demás...Tu post...original, alegre y ameno, como siempre, Verónica.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz semana con los tuyos.
M.Jesús
Yo no me perdonaré jamás el dañar a alguien querido, por ejemplo, porque esté de mal humor. No hay disculpas para dañar queriendo.
EliminarEl liberarse con el perdón es como borrar lo sucedido, es un consuelo para el que hizo el mal. eso de perdonar a nuestros enemigos tiene mucho tufo religioso... No veo por qué hay que hacerlo. Eso sí, un error que duela, soy capaz de entenderlo, de perdonarlo, de excusarlo, porque todos podemos equivocarnos...
Un abrazo, compañera. No me tomes a mal, si? Cada uno entiende las cosas a su modo, sabes que siempre agradezco la opinión distinta, ello nos ayuda a todos a pensar.
Felices días de fiesta, a descansar y a comer la mona!
Ese olor a jazmín no hay quien lo supere. Perdonar cuesta, pero al hacerlo nos libera.
ResponderEliminarBesos Vero.
No, no perdono el oler a jazmín o a madreselva, me puede... igual que el aroma a tarta casera, a café recién hecho, a algas y redes de puerto...
EliminarMe libera el conversar y aclarar cuando quien me hizo daño no era consciente de hacerlo, simplemente hablarlo y hacer que se de cuenta o me haga caer en mi error si hice mal sin saberlo.
Un besito.
Que maravilla de disertación. Perdón es una de las palabras más difíciles de pronunciar.
ResponderEliminarUn besazo
No es difícil se has herido sin querer, porque necesitas que el otro entienda que no querías. O al contrario.
EliminarUn gran beso, compi.
El perdón, liberara y te hará mas generoso y amable.
ResponderEliminarLo que si se, que por mas perdón que haya, a pesar del tiempo, uno recae en el hecho de recordar, ese dolor.
¿Un té? Bueno, esta bien!
Un abrazo:)
Sí, el perdonado se queda muy feliz pero el herido con la cicatriz...
EliminarMañana volvemos al cafelito, es que os voy a dejar a todos cafeínicos! Jajajaj! Beso, Cecy.
Βuenas tardes mi amiga nueva!
ResponderEliminarEn Griego tenemos algunos palabras, una expression, estoy segura que tu la sabes: "απο τοτε που βγηκε η συγνωμη χαθηκε το φιλοτιμο"No es completamente cierta pero en casos si lo es!Besos!
Έλα, ρε! Μιλάς Ισπαναικά; Απο που είσαι; ή μαθαίνεις την γλώσσα;
Eliminar¡Qué sorpresa, compañera!
Yo creo que a las personas que les cuesta pedir perdón es porque realmente querían hacer daño; si es así, no se quiere ese perdón.
Un abrazo muy fuerte, mariposilla. Te dejo un cafelito y un gran abrazo.
PERDON... Pero me demoré un poco en darte este enlace:
ResponderEliminarhttp://inventariojuevero.blogspot.com.es/
Parece que estamos a estas horas amorrados a la pantalla los dos. Gracias, Alfredo, me lo mandó Pepe al leer mi comentario.
EliminarUn abrazo de los cuatro. Dos grandes y dos rezongones que no quieren irse a dormir porque, según ellos, casi hay sol todavía, jajaja!
Unos minutitos antes de leer tu artículo, estuve con el periódico y ¿qué decirte, amiga? En este rincón del paraíso donde la crónica policial manda y las noticias parecen partes de guerra, encontré el testimonio de una señora mayor que había perdido a su hijo en un robo-asesinato, fue asunto difícil contener el lagrimón. ¿Se puede perdonar y consecuentemente olvidar en casos como éste y otros tantos llenos de horror? Hoy esta palabra me remite a un rostro lloroso y arrugado mirando hacia el abismo. Besicos guapa con aroma a cafelito.
ResponderEliminarNo ¿Cómo se puede perdonar la violación de una hija, o el asesinato de un familiar? Y menos si luego ves al asesino pasearse por la calle como si nada, como está pasando aquí con la nueva idea Parot. Ayer mismo leía yo sobre el violador del estilete, le sueltan porque así dice esta estúpida ley y vuelve a delinquir en dos semanas, del mismo modo, y en la misma zona!!!
EliminarUn cafelito, amiga, a ver si nos quita el mal sabor de boca.
Prefiero pedir perdón a que me lo pidan. Quiza es, como tu dices, porque no soporto hacer daño a conciencia. Y aunque perdonar perdono casi todo, no soporto a algunos y en eso coincido linea por linea contigo. Cafelito descafeinado que si no no concilio el sueño, y sin soñar...
ResponderEliminarAy, amigo, cuando hacemos mal a conciencia a quien queremos, luego nos duele tanto que es insoportable, se encoje el corazón hasta convertirse en una nuez...
EliminarYo te preparo ese descafeinado...
Yo tampoco perdono a todos esos. Te perdono el café por una buena infusión.
ResponderEliminarUn beso
Pues ya somos dos, amiga Carmen.
EliminarBeset i cafenet.
Sobre todo lo del café amiga!!!!!!!
ResponderEliminar¡¡¡Ah, pillé a otro cafetero!!! Jajajaja
EliminarMuy bueno esa combinación entre cosas cotidianas y cosas que son imperdonables, me encantó.
ResponderEliminarUn beso.
Ese doble sentido de la palabra perdonar es interesante...
EliminarNi perdono un buen café ni perdono a los holgazanes... :))
Besito.
Totalmente de acuerdo contigo. Hay hechos imperdonables y situaciones que no perdonamos aunque luego nos salga la mala conciencia.
ResponderEliminarBesos.
No tengo mala conciencia cuando alguien se merece que le devuelvas el golpe, sobre todo porque yo nunca ataco primero y si hago daño sin querer puedo disculparme hasta el aburrimiento.
EliminarUn beso.
Muy cierto, se perdona sólo después de comprobar que no hubo real intención de daño, o en compensación, a aquel que con sinceridad y dolor, luego se arrepiente...aunque te confieso que aún en esos casos hay situaciones en la que me resultaría imposible perdonar.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
No sé si sería capaz de disculpar a alguien que me hiere a propósito, injusta y sabiéndome incapaz de hacer mal a nadie. Hmmmm, no sé, no sé... votaría que no.
EliminarUn besito y tu café de hoy.
No te perdonaría que no acudieras a esta cita, Verónica. Eres original, divertida y amante del café, cosas que valoro mucho.
ResponderEliminarPor esta vez, te perdono que no hayas hecho café.
Un abrazo.
Aquí estoy, aquí estoy, no me pongas en la lista negra. hasta te prepararé un cafelito especial con galletita y todo :)))
EliminarUn abrazo y muchas gracias, Fanny.
Perdonar es un acto de ganerosidad extrema. Y mucho mas facil que olvidar.
ResponderEliminarGracias por el cafetito! Saludos cariñosos.
Pues no soy muy generosa entonces, porque no disculpo el mal que se hace a conciencia de forma gratuíta...
EliminarDe nada, cuando necesites otro aquí lo tienes preparado y bien caliente, con azúcar, sacarina, nata, canela, chocolate en polvo, leche condensada, leche desnatada, normal... cafelito para todos los gustos!
Un abrazo con mucho cariño.
¡¡¡Qué bien Téééééééééé!!!...
ResponderEliminarJajajaja, en ti pensaba porque siempre me lo dices!!!
EliminarUn cambio de enfoque... qué bueno! porque ciertamente no todo puede pasarse por alto. Ya de entrada esos jazmines, me han traído de las imágenes más bellas de mi niñez... así que ya estás perdonada, no hay cafelito pero sí una calentita taza de té de jazmines (y eso me trae recuerdos de mi adolescencia) Perdona Vero, tanta nostalgia! ya, ya, me lo bebo con una sonrisa en los labios.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Qué bien, ya sé qué tengo que hacer cuando meta la pata contigo sin querer, te preparo un té y te mando un ramo de jazmines silvestres...
EliminarTambién es un recuerdo aromático de mi infancia, además de la madreselva y de las redes de los puertos donde teníamos una pequeña casita de verano...
Un beso y gracias por esa sonrisa.
Estoy de acuerdo contigo hay cosas que no son posibles de perdonar tal vez por que a traves de elkas alcanzamos la felicidad.
ResponderEliminarBesos
Ooooh, no entiendo... ponme un ejemplo. Cómo puedo llegar a la felicidad si alguien me miente??? O me pierdo ante tu razonamiento...
EliminarUn beso bien gordo y tu cafelito.
buen listado, ¡jejeje! yo no me perdono algunas tonterías por no hacerlas o por haberlas hecho, pero tambien admito que hay situaciones que me son ajenas pero que me costaría un triunfo pasar por alto... más bien que no...
ResponderEliminar¡saludos! me encanta lo atenta que eres, siempre nos dejas algo rico servido :)
¡se agradece!
Ah, las que debería haber hecho y las que no, son lo que me lleva de cabeza toda la vida, pero al final vas aprendiendo a no culparte por hacer o decir algo (o no hacerlo ni decirlo) en un momento determinado porque te das cuenta de que las circunstancias mandan; así que no hay necesidad ni de no perdonarse ni de hacerlo...
EliminarSería una casa poco hospitalaria si no os dejase algo para tomar mientras se lee :))
Un besito. De nada.
Me ha gustado tu sucesion de frases, una de cal y otra de arena, de todas esas cosas imperdonables aunque por motivos opuestos, creo que todos tenemos cosas irrenunciables y cosas que nos costaría la misma vida perdonar.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Creo que me quedo contigo en no perdonar la mentira, también la taqueñería...
ResponderEliminaral final siempre lo perdono todo, sobre todo si me llega el perfume de un jazmín... Muy bueno, amiga. Besos.