Y así sucedió, temiendo que su fragilidad quedase más afectada, aprendieron a palpitar adecuadamente y a no temer sus decisiones; se dirigían a la estación y subían al tren que les llevaba al Firmamento de las Lunas latiendo con un buen ritmo, chucuchú, chucuchú.... Antes de bajar del tren, el revisor les daba una bolsita precintada conteniendo unas diminutas y blancas alas. Una vez retirado el precinto y mientras permanecían en el andén, se ayudaron unos a otros a colocar sus alas entre aurícula y ventrículo y bien centradas, así, muy bien.
Dieron su primer torpe revoloteo hasta que sus alas y sus latidos fueron al compás, unos de vals, otros de twist y algunos hasta arrancaron por sevillanas. Fue así como sintieron que su fragilidad, a cada aleteo, iba siendo mucho más liviana...
Cafelito de corazón...
Mi regalito...
Gracias, Sindel.
A las nubes me ha llevado tu aporte, y seguramente me quedaré un rato mirando. Saltibrincos
ResponderEliminar...Y es que la imaginación es necesaria para superar esa fragilidad que sentimos pegados al suelo...Una vez que aprendemos a elevarnos todo es más fácil, como tu cuento nos dice...Somos cuerpo y espíritu y debemos aprender a latir y a bailar juntos.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande, Verónica.
M.Jesús
Te salió bien este planteo surrealista, casi diría que onírico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bellezaaaaa!!! Me dejaste sin palabras.
ResponderEliminarPoesía pura en un mundo diferente, un plano que solamente tus letras pueden habitar y ser inmensas.
Gracias por este aporte maravilloso!
Un beso enorme.
Me gusta esa de que algunos se arrancaran por sevillanas.
ResponderEliminarAich, es como un delicado cuento de hadas que van a conocer otro mundo...
ResponderEliminarDulce, delicado... unos niños que se hacen adultos, una mariposa que vuela en el final de su día, un recuerdo... todo es tan frágil como la belleza más dulce.
Un beso enorme.
Que hermoso y sutil viaje, muy ensoñador que te lleva a la reflexión. Muy lindo aporte.
ResponderEliminarBeso
Un viaje precioso, al que me quiero apuntar, eso de flotar y volar con alitas es lo mío.
ResponderEliminarTe cojo ese cafetito.
Un beso.
¡Precioso viaje al que nos lleva!
ResponderEliminarAbrazos.
Hay mucha fragilidad y sobretodo sensibilidad en tu escrito.
ResponderEliminarBesos
Yo también quiero ir al Firmamento de las Lunas... y con alas, hummm! Con esa fragilidad y el café ¿Quien se resiste? Precioso!
ResponderEliminar¡Qué hermoso! ...si hasta parece un cuento infantil, con la imagen y todo. Me quedo a leerlo otra vez mientras me tomo el cafecito.
ResponderEliminarUn beso.
Alas con las que remontar el vuelo y superar limitaciones y adversidades. No sé, tal vez funcione.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.