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¿La falta de erotismo es consecuencia de un exceso o es al contrario o son equivalentes y no existen el uno sin el otro?
Leía yo, y viene a cuento, que la cabeza se enturbia cuando hay escasez o exceso. Debe ser por eso que el jefe del Vaticano desconoce lo que contiene el subsuelo de su superficie cuando dice que "No haga donativos a la Iglesia para soportar las injusticias que comete con sus empleados. Este es un pecado gravísimo: Es utilizar a Dios para encubrir la injusticia"... Da igual, pienso, decir empleados que amigos, ciudadanos, personas de creencias diversas, pueblos enteros, masacres...
¿Que divago, dices? Bueno, pues vale. Ya lo sé, pero me apetecía ligar las dos ideas porque no están tan lejanas la una de la otra; planteatelo así ¿La falta de verdad es consecuencia de una gran mentira?
¿Mejor así?
¿Sí? ¿No? ¿Cafelito?
* Les Fouteries chantantes, ou les récréations priapiques des aristocrates en vie, 1791. Caricatura sobre la obsesión por lo erótico conservada en la Biblioteca Nacional de Francia.
Seguramente que si! La imagen está buenissima,que ingenio para hacer la caricatura.Te mando un gran abrazo! que tengas un buen día!
ResponderEliminarHola, amiga y familia.
EliminarHay personas admirables por su gran imaginación, verdad?
UN beso bien grande.
¿Hay algo mejor con que obsesionarse?
ResponderEliminarY ahora resulta que quieren restringirlo de los blogs. Como si no tuvieramos derecho a elegir lo que queremos ver. Tu nombre suena demasiado actual.
Depende de lo que haga a uno feliz y de la necesidad de esa felicidad que se tenga. Es tan fácil obsesionarse... por el deporte, el chocolate, el ordenador, una serie de televisión, un personaje, la velocidad, el riesgo, el flirteo...
Eliminar¿Y qué les importa a quienes sea lo que uno quiere poner en su blog? Estamos buenos, amigo.
Sí, la censura está demasiado presente y demasiado cercana a las restricciones que imponen quienes las practican obsesivamente.
Una vuelta genial, la tuya.
ResponderEliminarTé, por favor.
¿Vale de jazmín? Un abrazo y muchas gracias.
EliminarUna bloguería de 10, SB, texto e imágenes.
ResponderEliminarAh, como me temía, no he encontrado respuesta para ninguna de tus preguntas, habiéndomelas leído hasta tres veces, pero no, no hay respuesta sensata, no la encuentro. Bueno a una sí, la última que la respuesta es un SIIIIIII muy grande.
Son respuestas breves, amigo mio. Quienes mienten tienen que tratar de que creamos de que ellos poseen la gran verdad, por ejemplo. O aquello que decimos de "dime de lo que alardeas y te diré de lo que careces"... ¿No pregonan la pobreza y la castidad? Pues eso, con asomarnos al Vaticano ya estamos enterados de su alarde y de su carencia, jajajja. Un beso, chicos.
Eliminarprefiero el te con una cuantas gotas de leche entera y algunas galletitas de chocolate
ResponderEliminarmil besos
Marcando, compi. Un te de roca con galletas de chocolate y naranja que hago yo y están para chuparse los codos y tus gotitas de leche entera.
EliminarUn beso y muchas gracias por venir. No me abandones porque no vaya por tu casita, ya verás, cuando esté bien te aburriré :)
Buenos días, Verónica.
ResponderEliminarUn gran texto y una gran reflexión, que me lleva a enninarme a raíz de tu pregunta final:
Sí, lo es.
Creo que no hay peor mentira que la que oculta al otro su verdad. La falta de verdad en una respuesta directa y clara es faltarle al respecto a la otra persona. Vale, hay mentiras piadosas y autoengaños imprescindibles para mantener la ilusión. Pero si alguien quiere saber, si alguien busca aprender, no podemos contestarle con una mentira, que en muchos casos es un simple no decir la verdad.
Estoy muy acelerado, compañera, creo que mi comentario es barulloso.
Un gran abrazo, Verónica.
No creo en las mentiras piadosas, frente a ellas prefiero el silencio. La ilusión infantil se va tras Papa Noel y el ratoncito Pérez... la de los adultos, hmmmmm.... la siento ligada a la esperanza y, ya sabes, me produce urticaria :))))
EliminarUn besito. Nada, que venga lo que ha de venir, y si es bueno lo tomaré con alegría, si es triste lo asumiré como pueda y si me enfada afilaré las garras, jajaja.
Excelente imagen y mejor reflexión. Por lo general, asocio a los "prohibidores" con seres acosados por sus culpas que tienen a lavarlas de esa forma. Y para mí es real lo de los donativos en el mismo orden.
ResponderEliminarBesos
Qué grata visita la tuya, amigo. No creo que les acosen sus culpas, más bien quieren dar la impresión a quienes les miran; seguro que en su casa no se dan de golpes en el pecho, al menos el suyo.
EliminarUn besito.
CALA MUY BIEN ESTE REFRAN QUE DECIMOS ACÀ EN COLOMBIA:"EL QUE REZA Y PECA, EMPATA".
ResponderEliminarABRAZOS
¡Qué bueno! Y razón que llevan los refranes populares.
EliminarUN fuerte abrazo y tu cafelito de hoy.
Fíjate que las palabras del Jefe del Vaticano me han traido a la memoria una escena harto repetida: La de Diaz Ferran, jefe de la patronal en su día, (antes de entrar en la cárcel), en el altar mayor de la catedral de Santiago dándose golpes de pecho mientras recitaba aquello de... "por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa). La falta de verdad, es consecuencia de una gran mentira.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola, Pepe. Los que más se golpean el pecho son los más esperpénticos y corruptos, pero más todavía si cabe, si lo hacen públicamente.
EliminarUn abrazo, chicos. Me entristece el no poder visitar Aranjuez... y mucho, tengo muchas ganas de veros.
Antonio, gracias por venir. A pesar de que mi tiempo está siendo muy precario y mi ánimo también, haré lo posible por visitar su casa. Muchas gracias. Le dejo un café.
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