Tenía ganas de presentaros una obra medieval muy especial, se trata de un librito de 206 páginas no demasiado grande, 29 cm por 21, con la mitad de las páginas ilustradas y letras capitales deliciosas que se titula Las muy ricas horas del Duque de Berry.
Fue Juan I duque de Berry, el que encargó a los tres hermanos Paul, Johan y Herman de Limbourg que trabajaban para él en 1404.
Algunos dicen que Juan fue un gran mecenas, pero lo cierto es que fue un gran ladrón, un ególatra, coleccionista "sin importar los medios" de manuscritos y obras de arte, y un repulsivo gobernante que gustaba de humillar, maltratar o quitar del medio a quien ofendiera cualquiera de sus sentidos. Es el que aparece en la primera ilustración del libro, como no...
...y los perritos comiendo en la mesa...
Además de los dibujos, el libro contiene cada una de las plegarias que, en la intimidad, deben decirse al sonar cada hora, así hasta veinticuatro; también hay páginas dedicadas a los meses y a los trabajos agrícolas, como el de Trabajos y días de Hesiodo pero con rezos...
Me gustan especialmente los pequeños detalles, si os apetece podéis ver el libro completo página a página ampliado con buena resolución porque es una exquisitez AQUÍ.
Por ejemplo, este espantapájaros...
O esta exótica vestimenta con botafumeiro añadido...
O los tres labradores que van acortando sus faldones tal cual la perspectiva se aleja...
O la malévola "serpienta" y las pancitas que definían a las mujeres...
O los signos del zodiaco...
Y DRAGONES...
CASTILLOS...
Y ALGUNA IMPUDICIA que otra...
Y cómo noooo.... nuestro cafelito en compañía.
¡Qué maravilla, Verónica! Me encanta cómo está representada la malévola "serpienta" enroscada en el árbol de la verdad. En cuanto al duque de Berry, la ilustración en la que aparece corrobora ese dicho de "la cara es el espejo del alma" ;-)
ResponderEliminarUn beso y gracias por el cafelito.
Hola, compañera,
EliminarHay tantas maravillas por el mundo y nos son tan desconocidas, que adentrarte en ellas, aunque sea por un instante, es un verdadero placer... lo mismo pensé yo cuando la cara del "buen hombre"...
Muchas gracias a ti por compartirlo conmigo :)
Muy formal con las oraciones y la vez cruel con quienes les disgustaba.
ResponderEliminarEs curioso que alguien tan desagradable pudiera apreciar el arte.
Nada que envidiarle a un villano de comic.
Esta semana soy anfitrión juevero. Si te interesa participar, estás invitada.
Para unir las palabras desagradable + arte, no hay mayor ejemplo que acabar la cuenta con = Vaticano.
EliminarAndo un poco desconectada de los jueves, pero gracias por venir a decírmelo, a ver si me animo de nuevo.
Un beso, amigo.
Pues nada, que me sumergiré en tu enlace a conocer y a culturizarme.
ResponderEliminarMe encanta tu blog y las cosas que nos descubres.
una lluvia de besos
Gracias, compi, para esa lluvia no necesito paraguas :))
EliminarGracias por el enlace y el café. Un abrazo
ResponderEliminarDe nada, gracias a ti. Besito.
EliminarPrecioso, como todo lo que ofreces.
ResponderEliminarGracias, María Jesús. Es la única forma de animarme a escribir, la curiosidad por descubrir.
EliminarPequeños detalles que tornan exquisita su lectura.
ResponderEliminarSaludos!
J.
Desconozco si estará traducido. Habrá que indagar, amigo.
EliminarMuchas gracias por venir a visitarme. Un afectuoso saludo.
Ay, recuerdo que cuando era jovencito, algo que sucedió en un tiempo de leyenda, lei en la revista Historia y Vida un articulo sobre este libro...
ResponderEliminarTodavia lo recuerdo...
Que cosas
Un abrazote
Es curioso lo que guarda la memoria en sus rincones polvorientos, amigo mio.
EliminarQue cosas, que cosas...
Abrazo de honor.
Es un libro precioso, una verdadera obra de arte por la que sus autores nunca han recibido el debido crédito. Habría que ver también "Las bellas horas del duque de Berry".
ResponderEliminarNo sé si está digitalizado, yo no lo encontré.
EliminarINTERESANTE, SÚPER INTERESANTE.
ResponderEliminarABRAZOS
Gracias, amigo. Lo encontré por casualidad y me gustó sobremanera. Cafelito y abrazo.
EliminarAndaba yo un poco desconectado últimamente así que no me apercibí que habías retomado la actividad, y de que manera. Me han parecido interesantisimas las tres entradas, un trabajo exquisito, un verdadero placer. Un día que lo encuentre te pasaré un avistamiento ovni en Castelló que narró el monje agustino Jose Rocafort alla por el 1800.
ResponderEliminarUn beso a toda la familia.
AAaaaaaaaah, qué maravilla me cuentas??? Ya te daré yo la tabarra hasta que lo encuentres!!! Que bueno!!! Hala, ya me has dejado con el interés desbocado :))
EliminarUn abrazo a los dos.
Estos libros son un verdadero tesoro. Es un placer conocerlos y más aún darlos a conocer.Gracias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Así es, no sé ya si me gusta saber o compartir lo sabido.
EliminarUn beso, Josefa. Gracias.
¿Cuánto tiempo emplearían en hacer uno de estos ejemplares manuscritos? Muy interesante
ResponderEliminar=)
Creo que leí los años que tardaron cuando leía sobre la imprenta y los miniaturistas, pero se me olvidó.
EliminarUn beso, Mónica. ¿Todo bien?
¡Cómo me gustan los dibujos medievales! Tienen un encanto especial, creo que por la simbología tan nutrida, variada e incluso rebuscada.
ResponderEliminarBeso por tu cafelito